Desde el once de Uruguay que dominó la escena en París 1924 y Amsterdam 1928 hasta el Tri dorado en Londres 2012, varios equipos de habla hispana han subido al tope del podio olímpico por sus extraordinarias hazañas en el terreno.
A horas de comenzar los Juegos de la XXXI Olimpiada en Río de Janeiro, los recordamos en esta galería. Mira aquí el Top 10 de leyendas latinoamericanos.
Cuba, Voleibol (Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sidney 2000)
Nunca un equipo de Latinoamérica fue tan dominante. No eran reinas ni magas, pero sí espectaculares, y así las bautizaron: ‘Las Espectaculares Morenas del Caribe’. El primer atisbo de la dinastía que llegaría en la década del 90 fue la victoria en el Mundial de 1978.
En la antigua ciudad soviética de Leningrado (hoy San Petersburgo) rompieron la dictadura de ‘Las Niñas Magas’ de Japón y del poderoso equipo local.
Desafortunadamente el boicot del gobierno cubano a los Juegos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 las sacó de dos citas olímpicas. Pero en 1992 ellas –dirigidas por Eugenio George- volvieron a la carga. Una generación liderada por Mireya Luis, Regla Bell y Regla Torres fue capaz de ganar en fila las citas de Barcelona, Atlanta y Sidney. Esas chicas, veneradas como diosas en Cuba, tuvieron tiempo entre olimpiadas para ganar los Mundiales de Brasil 1994 y Japón 1998.
Argentina, Básquetbol (Atenas 2004)
Se veía venir. Desde los premundiales juveniles de finales de los 90, el Premundial de Las Américas de Neuquén, en 2001, ya había un asomo del potencial de grandes cosas. Luego, la victoria sobre Estados Unidos en el Mundial de Indianápolis 2002 y la medalla de plata en ese torneo anticipaban que este grupo haría historia. Pero nada como Atenas. El equipo de Argentina entrenado por Rubén Magnano y liderado por Manu Ginóbili, Fabricio Oberto, Luis Scola, Andrés Nocioni, Carlos Delfino y Walter Herrmann conquistó lo inimaginable para cualquier país que no fuese Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética: una medalla de oro olímpica en el básquetbol. Así, le quitaron el apodo de ‘Dream Team’ a cualquier equipo de enebeístas que saliera de Estados Unidos. Así nació ‘la Generación Dorada’.
Cuba, Béisbol (Barcelona 1992, Atlanta 1996)
En la ciudad Condal recibieron la primera oportunidad de mostrar su dominio internacional en el escenario olímpico. Allí debutó el béisbol en Juegos Olímpicos y una constelación de estrellas: Omar Linares, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Víctor Mesa, que fue el líder de los bateadores, y los que posteriormente jugaron en MLB: Orlando ‘El Duque’ Hernández y Rolando Arrojo, se combinaron para ganar fácilmente nueve partidos. Cuba llegó a las cinco finales de los torneos olímpicos de este deporte, ganando tres (Barcelona, Atlanta 1996 y Atenas 2004) y cayendo en dos ocasiones (Sidney 2000 y Beijing 2008).
Argentina, Fútbol (Atenas 2004, Beijing 2008)
Con Carlos Tevez y Javier Mascherano a la cabeza en 2004 y Mascherano, Juan Román Riquelme, Ángel Di María, Sergio Agüero y un Lionel Messi en pleno ascenso en 2008, la selección argentina lo conquistó todo en dos olimpiadas consecutivas. Ganaron los seis partidos en ambas justas, en la de Atenas 2004 sin permitir un solo gol.
Uruguay, Fútbol (París 1924, Amsterdam 1928)
En París 1924, los charrúas de Pedro Petrone se convirtieron en los primeros campeones de habla hispana en la corta historia del fútbol olímpico al barrer 3-0 a Suiza. Y cuatro años más tarde en Amsterdam 1928, lograron el segundo bicampeonato (después del Reino Unido en Londres 1908 y Estocolmo 1912) al vencer a Argentina en la primera de tres finales latinoamericanas que ha visto el fútbol olímpico.
MENCIÓN DE HONOR
México, Fútbol (Londres 2012)
Los mexicanos no deben olvidar jamás el gol de Oribe Peralta a los 28 segundos, y mucho menos el segundo gol de Peralta en el minuto 75 para acabar una vez más con las esperanzas de Brasil y ganar una improbable pero muy dulce medalla de oro en los Juegos de Londres. El conjunto, que contaba con Carlos Salcido, Giovani Dos Santos, Jesús Corona, Raúl Jiménez y Marco Fabián, puso a soñar en cosas más grandes a los aficionados del fútbol mexicano. ¿Repetirán en Río? La acción apenas comienza.