RÍO DE JANEIRO -- La agencia olímpica oficial de televisión negó que la negligencia haya sido la causa de que una cámara colocada a gran altura cayera hace tres meses y lesionara a ocho personas durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Esa cámara, suspendida por cables, era utilizada por Olympic Broadcasting Service (OBS) para captar imágenes desde el Parque Olímpico. Un reporte de la policía brasileña indicó que cinco personas fueron acusadas de "lesiones corporales" y "tenían la responsabilidad por prevenir" lo que ocurrió. Se desconoce si habrá alguna sanción para la agencia. En un comunicado, OBS rechazó las conclusiones policiales y aseguró que los cables fueron cortados por un "tercero". Sin embargo, no precisó si consideraba que el acto había sido intencional. Tres de los acusados eran empleados de una contratista a la que recurrió OBS. Otro trabajaba con la propia OBS y uno más con el Comité Organizdor de Río 2016. "Si se considera la altura a la que (la cámara) estaba instalada, así como su peso y tamaño, la caída pudo haber matado a alguna de las víctimas, algo que afortunadamente no ocurrió", señala el informe policial. Agrega que la cámara estaba suspendida originalmente por tres cables, uno de los cuales se reventó. Así, la cámara quedó colgando sólo de dos cables durante un periodo de entre 45 y 60 minutos. OBS consideró que el percance del 15 de agosto "fue en realidad el resultado de que un tercero cortó los cables de sujeción. Todos fueron cortados en la misma sección sobre la Laguna de Jacarepagua, en una zona presuntamente segura y adyacente al Parque Olímpico. Según OBS, su sistema "fue apropiadamente diseñado e instalado". La agencia aseveró que había seguido los procedimientos de seguridad indicados por los organizadores locales, e instó a que la policía brasileña profundice en las investigaciones.
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