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Alemania, la unificación definitiva en Barcelona 92

Dieter Baumann ganó la medalla de oro en los 5 mil metros masculinos en atletismo. Getty Images

Un mes después de la muerte de Helmut Kohl, considerado en Alemania como el padre de la reunificación del país, la Deutsche Olympische Sportbund, la Confederación Deportiva Olímpica Alemana, conmemora los 25 años de su unificación definitiva.

Los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, significaron la primera participación germana como un solo equipo desde 1964 pero, más importante y trascendente, como un solo país desde la reunificación celebrada el 3 de octubre de 1990 que terminaba con la división entre la RFA y la RDA nacida en 1949.

Ausente de los Juegos de Londres en 1948 como, se entiende, parte del castigo al país por la 2ª Guerra Mundial, en 1952 solo participó Alemania Occidental y desde Melbourne en 1956 hasta Tokio en 1964 lo hizo con el nombre de Equipo Alemán Unificado, antes de que el COI permitiera definitivamente la inclusión de la Alemania Democrática, por lo que durante los siguientes cuatro juegos de verano, hasta 1980, y en 1988, hubo dos Alemanias distinas.

LA SEPARACIÓN Y EL FRAUDE

Un boicot provocó la ausencia de Alemania Federal en Moscú 1980 y otro la de Alemania Democrática en Los Ángeles 1984. En esos cinco Juegos Olímpicos de verano en que coincidieron con dos delegaciones distintas, la RFA sumó 204 medallas (56 de oro) mientras la RDA conquistó 409 (153 de oro). Con el paso de los años el doping generalizado que se descubrió fue moneda corriente en el país comunista explicó esa eclosión de éxitos en disciplinas como el atletismo, el remo, el piragüismo y la natación por encima de todo.

La RDA, un país con apenas 18 millones de habitantes, sumó más de 400 medallas en solamente 5 Juegos Olímpicos… Y de la admiración por lo que se consideraba preparación excepcional se pasó a la sospecha. Si Ben Johnson personaliza todavía hoy el caso más mediático en cuanto a un positivo en los Juegos, la caída y descubrimiento paulatino de casos como los de Marita Koch, Ulf Timmerman o Heike Drechsler como más destacados demostró que la RDA olímpica fue un triste fraude y que personalidades admiradas como Heike Friedrich o Kristin Otto no eran más que un producto del doping generalizado en la RDA.

LA NUEVA REALIDAD

En 1988, en Seúl, la RFA sumó 40 medallas que fueron 102 en el caso de la RDA. Un total, entre ambas delegaciones, de 142 medallas que en su reunificación, en Barcelona 92, cerró las conquistas en 82 preseas.

Los Juegos de Barcelona fueron una cita que se mantiene en la historia por no pocas circunstancias. Lo fue por esa nueva realidad alemana… Y también por la participación de un Equipo Unificado que ya no era la URSS, previo al nacimiento deportivo de todas las repúblicas posteriores, la presencia de Sudáfrica tras el fin del Apartheid, con invitación especial a Nelson Mandela, la participación de Yugoslavia bajo la bandera olímpica por estar sancionada por la ONU a raíz de la guerra que ya calentaba los Balcanes…

Desde Dieter Baumann (5mil metros masculinos en atletismo) y hasta Birgit Fischer (K-1 en 500 metros femeninos), Alemania logró 33 medallas de oro en Barcelona 92 y se dejó en segundo plano cualquier sospecha. Fischer, de hecho, procedía de la RDA, como Anke Nothnagel, Ramona Portwich, Silke Renk o Jürgen Schult, deportistas todos ellos que fueron los primeros en traspasar aquel Muro que separó las dos alemanias para representar a una sola en unos Juegos Olímpicos.

El final de los métodos ‘tramposos’ de la antigua Alemania Democrática se dejó sentir, en lo que a los Juegos se refiere, con el descenso de medallas en las siguientes citas. De las 82 medallas en Barcelona se bajó a 65 en Atlanta 96 para descender ya por debajo de las 50 a partir de los Juegos de Sydney. En Río, en 2016, Alemania fue quinta en el medallero con un total de 42 preseas.

Una nueva realidad. La normalidad…