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"Me están quitando la vida", grita Paola Pliego

Getty Images

MÉXICO -- La esgrimista mexicana, Paola Pliego, ya no se calla nada. Su desilusión no tiene fronteras. Desde Italia se le escucha frustrada, incierta, a través del auricular. La deportista acusa que al parecer ni el Comité Olímpico Mexicano (COM) ni tampoco el Comité Olímpico Internacional (COI), quieren erradicar la “corrupción” rampante en la Federación Mexicana de Esgrima.

La publicación de una carta en su cuenta de Twitter tuvo eco en México. Lo sabe. Su único propósito es lograr el apoyo de Carlos Padilla Becerra, titular del COM, ya que tiene el objetivo de tomar parte en la Copa Mundial de Esgrima 2018, porque tiene una simple ilusión desde hace años, cuando comenzó su idea de llegar a unos Olímpicos: Representar a México.

Pero ¿De dónde saca la palabra corrupción, la cual enfatiza en su misiva pública? Paola describe el por qué… “Sé que (‘corrupción’) es una palabra fuerte para usar, pero es simplemente lo que está pasando. Yo estoy diciendo que la corrupción está dentro de la Federación Mexicana de Esgrima. Es una corrupción clara, la ley lo aceptó”.

Agregó de inmediato: “Estamos en una situación de corrupción que parece que nunca se va a terminar. Mientras no se resuelva, yo no puedo competir, estoy atorada, los únicos que pueden darle el poder a la Federación de Esgrima es el Comité Olímpico Mexicano. Está comprobado que ya fallaron en contra de la federación y hay una forma ilegal y punto; mientras esto no se resuelva, yo no puedo competir”.

Mostró su desencanto porque “después que haber regresado cien por ciento limpia (del dopaje del cual fue acusada), alcancé a ganar el campeonato panamericano individual y por equipo”. Sin embargo, no ha podido seguir compitiendo al máximo nivel y sostuvo que “no he logrado recuperarme nunca al cien por ciento de lo que me hicieron en Río”, revela.

En la carta, habla sobre el ‘perder’ su vida. Lo explica en forma muy simple. “Tengo miedo de que termine mi carrera, que es a lo que le he dedicado toda mi vida. Ya tengo 23 años y me están quitando mi vida; yo siento que esto lo ha sido todo para mí y me lo están quitando. Todo lo que me podían hacer ya me lo hicieron”, lamenta.

Lo peor es que ahora a su hermana menor (11 años) también le están coartando sus posibilidades de trascender en la disiciplina, pues afirmó: “Creo que ya llegó al límite lo que podían hacerle a alguien en el deporte”. Reconoce que sin duda se siente perseguida. “Ciento por ciento, al menos eso es lo que parece”.

Pliego sostuvo que cuando su caso sobre el dopaje, mismo que exoneró la propia WADA, pensó que resonaría y todo volvería a la normalidad, pero no ha sido así ya que siente que lucha contra todo un sistema y no sólo con una persona.

Sobre si cree haber hecho algo mal en un inicio y esto generó la pesadilla que está viviendo, respondió que “desde los 13 o 14 años, siempre estuve atenta, nunca me quejé o dije: ‘Esto no es legal, esto no me parece”.

Afirmó que desde el principio siempre fue incómoda para “el negocio” del titular de la FME -Jorge Castro- y reiteró su desilusión porque el presidente del COM, incluso, del Comité Olímpico Internacional, no hayan tomado acciones fuertes hasta este momento, además de sostener que el peor escenario que ve en su futuro, “es que nada cambie; que yo alce la voz y lo dejen pasar, y después de tres días digan: ‘Ya pasó’, y me quede fuera sin poder competir”, sostuvo con la ilusión de que el caso no quede en una carta, sino en un seguimiento de los encargados del deporte en México para volver a la competencia.