Explosión en la piscina

El francés Alain Bernard no se ha quedado a medias cuando ha entrado en la élite internacional de la velocidad en natación. Sus registros durante cuatro días en el Europeo de Eindhoven-2008 pulverizaron las marcas de 50 y 100 metros, en una loca carrera de récords en la que se mantiene segundo.

Bernard salía así del anonimato a los 25 años, después de haber pasado su juventud como una de las esperanzas no confirmadas de la natación de su país. Una explosión tan súbita como la suya dejó escépticos a parte de los comentaristas, aunque la Federación Internacional (FINA) ha certificado la validez de sus registros, conseguidos con el nuevo bañador de cuerpo entero LZR Racer de Speedo, que también ha servido para batir otros récords en la primera parte de 2008.

El físico del francés ya de por sí impresiona. Mide 1,96 metros y su envergadura, con los brazos extendidos, llega a los 2,05. Los últimos dos años había empezado a obtener marcas entre los mejores de la velocidad y en el Europeo de piscina corta de 2007 se colgó su primer oro individual, después de haberlo hecho en relevos 4x50 libres en 2004.

Su confianza había ganado enteros y, en la piscina de Eindhoven -la misma donde se entrena el veterano holandés Pieter Van Hoogenband- llevó la prueba del hectómetro a otra dimensión. PVH estaba enfermo y Bernard le quitó por dos veces el récord del mundo, que poseía desde el año 2000.

Discusión sobre los récords

En su ascenso hacia la gloria, Bernard batió en una primera ocasión la plusmarca de 100 libres en semifinales para dejarla en 47 segundos y 60 centésimas, frente a los 47.84 anteriores de PVH.

El día siguiente, en la final, el francés reincidió en su hazaña y volvió a rebajar la marca a 47 segundos y 50 centésimas, algo que incitó a su rival italiano Filippo Magnini a declarar que Bernard había "encontrado buenas vitaminas", en una alusión apenas velada a un posible dopaje. Magnini tuvo que disculparse por lanzar esa acusación sin tener pruebas.

Antes de terminar el campeonato, el francés obtuvo un nuevo récord, en los 50 libres, con 21 segundos y 50 centésimas. El tiempo precedente estaba en manos del australiano Eamon Sullivan, en 21.56, que a su vez lo había arrebatado hacía escasas semanas al ruso Alexander Popov, que lo mantenía desde hacía ocho años. Después, el propio Sullivan lo rebajó dos veces más, hasta dejarlo en 21.28.

Esta sucesión de plusmarcas alimentó de inmediato la polémica sobre su nuevo bañador Speedo. "Habría nadado rápido incluso en pijama", replicó el interesado.

En los Juegos de Pekín, su principal contrincante será el propio Suvillan, pero también PVH, Magnini, el sueco Stephan Nysrtran y el brasileño Cesar Cielo.