Segundo asalto para el rey de la braza

Brendan Hansen llegó a Atenas en 2004 con sendos récords mundiales, en 100 y 200 metros braza, pero le pesaron los nervios y cedió en las dos pruebas ante su eterno rival, el japonés Kosuke Kitajima.

Antes de esto, Hansen ya había sufrido otro descalabro olímpico, cuando intentó clasificarse para los Juegos de Sydney, fallando en el intento. Sin embargo, un año después, en el Mundial japonés de Fukukoa, el estadounidense se hizo con el cetro de los 200 braza.

En el Mundial posterior de Barcelona-2003, en pleno auge del poder de Kitajima, el japonés llegó desde atrás para arrebatarle el oro a Hansen en los 100 braza, en una final descrita por los entrenadores estadounidenses como la más rápida de la historia.

Kitajima también ganó en 200 y, Hansen, se tuvo que conformar con un solo oro, en los 4x100 estilos.

El pensilvano no se vino abajo y, a un mes de los Juegos de Atenas, batió las plusmarcas mundiales en ambas distancias. Ello no impidió que el japonés se impusiera en los 100 metros, mientras que en los 200 el estadounidense cayó hasta el bronce.

Atentos al 'Cubo'

En cuatro años, las historias de los dos nadadores han continuado estando continuamente entrelazadas. Hansen se marcó como meta la victoria en el Mundial de 2005, y esta vez lo logró, obteniendo dos oros. En agosto de 2006, volvió a pisar a fondo el acelerador y obtuvo tres récords del mundo. En 200, rebajó el tiempo en dos ocasiones para dejarlo en 2 minutos, 8 segundos y 50 centésimas. Y, otro, en 100, con 59 segundos y 13 centésimas.

Kitajima había salido de Atenas agotado y satisfecho con los resultados obtenidos, por lo que bajó la guardia ante Hansen.

Sin embargo, en el Mundial de Melbourne, en 2007, el duelo se saldó con un empate a oros. Mientras Hansen vencía en 100, Kitajima lo hacía en 200, en que el estadounindense no participó por problemas estomacales. Luego, Hansen se hizo con la plata en 50 braza, mientras el nipón era cuarto.

A dos meses de Pekín, el japonés le arrebató la plusmarca de 200 en una carrera en su país para situarla en 2 minutos, 7 segundos y 51 centésimas, 99 centésimas menos. El duelo está servido.