No es el más carismático. Tampoco el más lindo. Y nadie lo destaca por su oratoria. Pero en Chile, Alexis Sánchez es ídolo de millones.
Considerado por muchos el mejor futbolista chileno de todos los tiempos, Sánchez despierta admiración por algo distinto a lo habitual. Es su historia de vida lo que le otorga una gran popularidad. Porque cumple con todas las premisas del sueño dorado.
Un origen muy humilde en su Tocopilla natal. Hijo de madre soltera y con tres hermanos, no tuvo ningún gran golpe de suerte que lo ayudara. Todo lo que logró fue fruto de su esfuerzo y disciplina, desde aquellos partidos jugando por dinero contra adultos o chicos mucho más grandes que él hasta la mudanza a Santiago de Chile con apenas 14 años para probar si podía llegar a ser futbolista profesional.
Un ascenso meteórico lo hizo pasar por Colo Colo, uno de los dos equipos más grandes de Chile, River Plate de Argentina, Udinese en la Serie A hasta su primera contratación enorme: Barcelona. Luego Arsenal, para terminar llegando hace pocos meses a Manchester United, como el jugador mejor pagado de la Premier League.
Cuando pateaba una pelota de trapo con sus amigos en las calles de Tocopilla afirmaba, entre la sonrisa y la autoconfianza, que iba a llegar a ser "el mejor futbolista del mundo". Hoy, rico y seguido por casi tres millones de personas en Twitter, todavía intenta lograrlo.