PUNTA DEL ESTE -- Sol, playa, ruido o tranquilidad según uno elija. Punta del Este lo tiene todo y siempre fue un punto de referencia para quien quiere descansar y tener a su vez al alcance de su mano o mejor dicho a 15 minutos de auto toda la acción que pueda entregar una noche.
Dentro de este combo, el polo siempre estuvo ahí. Como exhibición o como torneo de verano. Sin embargo, por primera vez fue la misma Asociación Uruguaya de Polo la que comenzó a capitalizar los beneficios de tener a buena parte de los mejores polistas argentinos en su tierra sin invitación de por medio.
Con Palermo cerrando su actividad las primeras semanas de diciembre, y Chile y Perú disputando sus abiertos en los días posteriores, Germán Pena, como nuevo líder de la administración del polo charrúa, fue el encargado de unir voluntades y convencer a todos de organizar por primera vez en más de sesenta años, el Abierto de Uruguay en enero y en Punta del Este.
La idea prendió entre los uruguayos, que fueron en esta edición los principales aportantes de caballos, y que tranquilamente podrían haberse sentido marginados en su propia tierra de un abierto donde aparecían nombres como el de Nachi Heguy, Lucas James, Facundo Castagnola, Martín Tassara, Pablo Llorente (h.), Marcos Araya y hasta Martín Garrahan, quien por un rato dejó las cámaras de ESPN por el taco.
A su vez, Juan Cruz Adrogue, fue una pieza clave en esta nueva historia del Abierto de Uruguay. "Jota", más allá de aprovechar el torneo como banco de prueba para lo que sería su nuevo equipo en el Argentina Polo Tour, se vistió de polista para divertirse y mucho, ya que llegó a la final; pero también fue el anfitrión abriendo las puertas del Punta del Este Polo & Country Club, con todo lo que significaba poner a disposición de la organización canchas, sistema de riego, caballerizas y club house.
Así, fuera de las canchas desfiló buena parte de la familia Pieres y también de los Heguy, al igual que la gran cantidad de público que después de la playa se acercó a cerrar cada jornada con la acción que entregaron los ocho equipos que animaron el torneo.
Hasta el tiempo se alió con la organización, y el día de las finales, lo que comenzó como una gran jornada para disfrutar del mar, se volvió cada vez más ventosa y empujó a la gente hasta la cancha principal del club en José Ignacio.
En la definición de la Copa de Plata, que actuó como partido por el tercer puesto, El Carmen -con Carlos Rodríguez Sañudo, Carlos Lafluf, Lucas James y Martín Garrahan- se impuso a El Oriental, donde actuaron Carlos Mariano Alvarez, Gonzalo Reynoso, Santiago Stirling y Facundo Castagnola, por 8 a 6, después de entrar empatados al último chukker.
Al igual que la final, todos los partidos del certamen fueron a cinco chukkers. Yellow Rose con Federico Lindner, Mauricio Sánchez, Pablo Llorente (h) y Martín Tassara, recibió un gol de ventaja. Con esa diferencia y un gol tempranero supo mantener a distancia a Punta del Este (Jota Adrogue, Ignacio Varela, Marcos Araya e Ignacio Heguy).
La estrategia de uno y otro rápidamente quedó en claro, Mauri Sánchez intentó anular a Nachi Heguy, mientras que a la hora de manejar la bocha la responsabilidad cayó principalmente en Pablo Llorente. Por el lado de Punta del Este, si bien cada jugada comenzó en Nachi, el menor de los hermanos Heguy rápidamente buscó abrir el juego con sus compañeros.
Recién en el cuarto chukker, "Cacu" Araya logró transformar en goles todo lo bueno que intentaba con su juego y así por primera vez Punta del Este pasó a estar arriba en el marcador. Sin embargo el entusiasta Federico Lindner logró empatar justo en el arco donde el viento hacía el trabajo más complicado.
Desde ahí, Tassara y Llorente tomaron la posta nuevamente y ya el triunfo no se le escaparía a Yellow Rose, que cerró la tarde con una victoria por 10 a 8.
Más allá de lo deportivo, el triunfo fue de una organización que logró unir los deseos de polistas uruguayos y argentinos, con un proyecto privado como el Punta del Este Polo & Country Club, y encontrar una fecha ideal en el calendario del polo mundial, para revitalizar al Abierto de Uruguay y permitirle crecer.