SANTO DOMINGO (EFE) -- El tenista chileno Marcelo Ríos se llevó dos platas con sabor a nada de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, de donde se fue sin revelar el interrogante que plantean los cada vez más sonoros rumores sobre su retirada.
El "Chino" cayó ante otro tenista que tiene planeado colgar la raqueta, el brasileño Fernando Meligeni, en la final de un torneo que debió haber ganado, por la jerarquía de ex número uno del mundo que sigue exhibiendo, aunque ahora en cuotas, y por el nivel general de un certamen de tercera categoría.
El chileno, actualmente número 42 en el mundo, fue seleccionado para representar a su país en estos Juegos a petición personal, por su deseo de borrar la mala imagen que dejó en Sydney 2000, donde se negó a ser el abanderado porque su madre no disponía de un palco en el estadio olímpico.
En Santo Domingo, según dijo, le afectó el calor, el cansancio y sus dolores en la espalda, además de molestarle la diferencia de velocidad entre las pistas del complejo donde se jugó el torneo y las comodidades de la Villa Panamericana.
En su primer partido de individuales estuvo a punto de dejar la pista, de acuerdo con quienes estaban cerca suyo, porque no había toallas, hecho que consideró una "falta de respeto" en la rueda de prensa que ofreció tras superar fácilmente al desconocido trinitense Shane Stone.
La tercera ronda tampoco fue un obstáculo para el "Zurdo de Vitacura": el voluntarioso salvadoreño Jaime Cuellar apenas pudo quitarle tres "games".
Ríos no jugaba bien, como lo reconoció, pero ganaba por peso propio, situación que se repitió en los cuartos de final ante el mexicano Miguel Gallardo.
Tras triunfar en ese partido, acceder a las semifinales y asegurarse una medalla, dijo que a Santo Domingo había llegado a buscar "exclusivamente" el oro panamericano.
Más tarde vino la victoria ante el estadounidense Alexander Kim, su rival de mejor ránking hasta entonces (156), a quien le costó vencer por un doble 7-6 y jugando como él sabe hacerlo en los momentos importantes.
Ante Meligeni tuvo todo para ganar, incluidos cinco puntos de partido, pero no supo hacerlo, según lo admitió después, como también destacó que la prensa inventa cosas cuando se habla de su retiro.
"Cuando tome una decisión, la voy a anunciar", se limitó a señalar el "Chino" ante la enésima pregunta acerca del posible final de su carrera como tenista.
Tampoco encontró consuelo en el dobles junto a su compatriota Adrián García. Jugó la final muy cansado, después de tres horas al sol ante Meligeni, visiblemente desganado y sólo para cumplir con sus colores. Fue plata para Chile y el oro se marchó a los mexicanos Alejandro Hernández y Santiago González.
La cara opuesta de la moneda fue acuñada con el rostro feliz de Fernando Meligeni, un viejo guerrero del circuito y el otro jugador "distinto" que presentó el torneo.
"Mentalmente jugué el mejor partido de mi vida", dijo a EFE el brasileño, de 31 años, al referirse a la final contra Ríos, a quien nunca le había ganado en sus anteriores seis enfrentamientos personales.
Entre las mujeres, Venezuela se aseguró por cuatro años más el reinado panamericano con el triunfo de Milagros Sequera, la joven de Valencia que avanzó sin hacer ruido pero con firmeza en un cuadro que tenía a las estadounidenses Sarah Taylor (82 en el ránking mundial) y Ansley Cargill (93) como favoritas.
Sequera, 120 en el concierto mundial, se subió a lo más alto del podio tras vencer a Taylor en el mejor partido que entregó el torneo femenino.
Tan silenciosa fue su andadura por la competición como inexpresivas sus declaraciones sobre el escándalo que se produjo en la delegación venezolana cuando se supo, un día antes de comenzar el torneo, que su compatriota y campeona panamericana en Winnipeg'99 María Alejandra Vento no había sido inscrita en Santo Domingo.
"No quiero hablar de eso", sostuvo Sequera cuando EFE le preguntó qué opinaba sobre un asunto en el que, incluso, intervino el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Para Suramérica, también, quedó el oro en la competición femenina de dobles con el triunfo de las brasileñas Bruna Colosio y Joana Cortez sobre las puertorriqueñas Kristina Brandi y Vilmarie Castellvi por 6-4 y 7-5.