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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

TELÉFONO DESCOMPUESTO
El "casi invencible" Novak Djokovic tuvo de hecho un traspié en Londres, a manos de Roger Federer en la fase de grupos. Y así lo analizaba el N°1: "Crédito para Roger por sacarme de eje, haciéndome jugar siempre una pelota diferente. Usó sus golpes con mucha inteligencia. Yo por mi parte cometí muchos errores no forzados". Respuesta normal, nada fuera de lo estándar. Hasta que una acotación final lo complicó todo: "Siento que le entregué la victoria, sobre todo en el segundo set".

A oídos de Federer solo llegó la última frase de la respuesta, y la recepción, lógicamente, no fue la mejor: "¿Que él me entregó la victoria? Sé que puede rendir más, pero con la manera en que jugó en el año, igual hay que saber sacarlo de la cancha. Tampoco es que fue un desastre. Me gustaría tener un poco de crédito en eso, honestamente".

Cuando la "polémica" volvió al sector de Djokovic, el serbio salió al cruce... pero de los periodistas: "Yo nunca dije eso. Podemos ver el desgrabado de la conferencia, estoy 100% seguro que no dije algo así o nada similar que pudiera malinterpretarse".

Y en verdad nadie tiene razón. Porque Djokovic dijo lo que niega, pero a Federer le llegó un fragmento totalmente fuera de contexto. El serbio, sin ir más lejos, estaba respondiendo una pregunta sobre su "bajo nivel" en cancha y, con una lectura algo más benévola, podría incluso traducirse aquel "handed him the win" como un "le facilité las cosas".

Pero Djokovic seguía obstinado: "No hay necesidad de crear un mal ambiente entre Roger y yo. Lo único que dije fue que él había sido mejor que yo y que había merecido el triunfo. Que estaba desilusionado con mi nivel, sí, pero no que eso le hubiera entregado el partido... es ridículo".

"No vi nada de lo que escribieron al respecto. Trato de no consumir lo que sale en los medios mientras disputo un torneo. No veo razón para entrar en ese tipo de especulaciones. Solo sirven para desconcentrarme. Prefiero mirar los partidos", cerró el serbio.

DOS VUELTAS SIGNIFICATIVAS
En 2011, el serbio David Savic había sido suspendido de por vida, acusado de amaño de partidos. En 2012, la Corte Arbitral del Deporte ratificó la resolución y dejó sin efecto la apelación del jugador. Esta semana, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) evaluó un nuevo amparo presentado y aprobó su vuelta.

La noticia, así presentada después de cuatro años fuera de las canchas, sugeriría una primera plana y no un mero recuadro. Pero el recorrido no es lineal. Savic, en efecto, podrá volver a la competencia. Pero no como jugador...

"La suspensión permanente se mantiene, pero se le permitirá desarrollarse como coach desde marzo de 2016", se lee en el comunicado. Entre los argumentos, se destaca la "cooperación sustancial" del serbio desde su exclusión del deporte, participando además en programas del TIU para advertir a otros jugadores que no se involucraran en los mercados de apuestas.

Otra que sigue fabricando una nueva vuelta en este cierre de temporada es la ex-N°20 del mundo Alisa Kleybanova. La rusa estuvo 14 meses sin jugar entre 2012 y 2013, superó un cáncer y en cuestión de meses pasó a jugar la final de Fed Cup y resurgir en el Top 100.

En 2014, otro revés: complicada lesión en un hombro y anticipado punto final a su temporada en primera ronda de Wimbledon. Otros 17 meses pasaron hasta volver a verla en cancha. Antalya, sobre la costa de Turquía, el lugar elegido para el segundo regreso. Y otra vez a empezar de cero en torneos de 10 mil dólares. Días atrás, la primera sonrisa: título y reaparición en el ranking de la WTA. 2016, capítulo en blanco para su historia.

SUBIBAJA EMOCIONAL
¿Qué mejor sensación que ganar un Grand Slam? La gran mayoría de los chicos sueñan con eso en sus primeros pasos en el deporte. Cosa para pocos. Tocar el cielo con las manos en Melbourne, París, Londres o Nueva York es un lugar reservado para elegidos. Y ni hablar de hacerlo en más de una ocasión y en ciudades distintas. Bien, no todo lo que reluce es oro.

"Posteriormente te sentís un poco solo, con un poco de depresión mental. Es tanto stress y emoción a la vez, con tanta gente alrededor, que después quedás completamente vacío. Esa es la belleza del tenis, pero también el desafío de que no siempre es fácil". Las palabras, de Stan Wawrinka, ganador de Roland Garros 2015 y el Abierto de Australia 2014.

"Después de París celebré con amigos y familia. No lo hice en un loco club nocturno, sino en el hotel. Luego estuve en casa tratando de pasar un poco más de tiempo con mi hija. Uno piensa mucho sobre cómo reiniciar el motor para volver a la gira", explicó el suizo en charla con The Telegraph. "Dos semanas más tarde estaba en Queen's. No tenía otra opción. Al final lo hice bien, pero nunca es simple", agregó.

Siguiendo por el lado de los sentimientos personales, Stan fue bien gráfico para relatar sus sensaciones previo a la final de la Copa Davis de 2014. "No tenía más remedio que ganar", señaló en relación a los problemas a último momento que se dieron en el equipo suizo por la lesión en la espalda que sufrió Federer, quien incluso había decidido no jugar el partido decisivo de las Finales ATP. "Eso me puso aún más presión", agregó Wawrinka.

El resultado, el conocido. Festejo suizo en Lille. "Sentarme ahí, bebiendo champagne, fue la mejor sensación. Nunca había soñado con ganar un Grand Slam, pero teniendo a Roger en Suiza y siendo Top 20 imaginas que tienes la oportunidad de hacer algo en la Copa Davis. Ese era mi gran sueño. Lograrlo fue increíble", remarcó.

EL TENIS, A UN LADO
"Lamentablemente yo he debido vivir dos guerras. Entiendo lo que es atravesar algo así. Es lo peor que le puede pasar a una persona y no se lo deseo a nadie. En la guerra nadie gana. Es todo destrucción, todo devastación. Dejar que el destino decida. Comprender que no tienes nada y recomenzar absolutamente de cero".

El intenso textual corresponde a Novak Djokovic y, por estos días, el drama migratorio en Europa lo sacó del archivo. Es que Serbia hoy es instancia de paso para los refugiados que le escapan a la guerra. Y el número uno vivió de cerca esas historias...

Djokovic, en efecto, visitó algunas semanas atrás en Belgrado un centro de ayuda a refugiados. Y lo resumió como "una experiencia conmovedora y devastadora al mismo tiempo": "Estar jugando con un niño y que 30 segundos después venga la madre, lo agarre y diga que se tienen que ir, que deben seguir su camino... para recorrer quién sabe cuántos kilómetros hasta sepa uno qué lugar. Es terrible", enfatizó en Londres.

"Por eso hay que ver el fondo de las cosas, indagar la causa -retomó como búsqueda de concientización-. Y la causa es la guerra. Uno no puede culpar a esta gente. No tienen casa, no tienen nada. ¿Adónde van a ir? Es lógico que busquen una mejor vida. Y creo que es una obligación para todos los países reconocerles este derecho, de al menos proveerles refugio".

"Como serbio, estoy muy orgulloso de lo que mi país ha hecho por esta gente que tanto ha sufrido, dándoles un techo y comida. Lo más básico que una vida necesita. Al final del día, todos somos personas. A veces deberíamos anteponer esa visión sobre tantas leyes y fronteras que nos separan..."

VACACIONES SIN CARETAS
La imagen solo era curiosa, por decirlo de alguna manera. Belinda Bencic y Kristina Mladenovic, juntas de vacaciones por Maldivas y Dubai. Imágenes en sus redes sociales sobre buceo, masajes, sol, pileta. Nada fuera de lo común. Llamativo, nada más, porque no suelen verse dos jugadoras -y de distinta nacionalidad- pasar sus días libres juntas.

Pero la historia tuvo un plus de la mano del diario suizo Tages Anzeiger. "Se dice que en el circuito femenino no son posibles las amistades", le consultó el periodista a Bencic en una interesante nota que mezcló balance del año, actualidad y futuro. "¿Quién dijo eso? Probablemente fue Sharapova. ¿O Bouchard?", soltó sin mayores tapujos la joven de 18 años, y quien disputó los primeros planos en juniors con la canadiense.

Después, con un tono más analítico, la suiza destacó: "Si estamos todo el año juntas, nos cruzamos en cada torneo, se puede decir 'Hola' aunque sea una vez. No digo ser amigos, pero una pequeña charla deber ser posible con cualquiera. Algunas fingen que no nos vemos. Los hombres nos llevan ventaja en ese aspecto".

Las chicas, cabe aclarar, no estuvieron solas en sus vacaciones. Fueron acompañadas por un tercer integrante del circuito: Alexander Zverev. Y la suiza no tuvo ningún interés en ocultarlo. De hecho, todo salió a la luz por los diferentes posteos desde las redes sociales.

El vínculo entre Bencic y el alemán viene desde hace varios años, cuando ambos se entrenaban desde pequeños en la Academia de Nick Bolletieri. "Me dijo que iba a estar por Maldivas y le sugerí que viniera con nosotras. Algunos se sorprendieron de su presencia, pero lo conozco desde hace mucho y Kiki [Mladenovic] también es amigo de él", apostilló.

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