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Nadie merece más el éxito que Juan Martín del Potro

Juan Martín Del Potro Getty Images

Podría enfrentarse a Roger Federer, el hombre más "caliente" del tenis, en el Abierto de Miami. Quizá sea injusto, pero Juan Martín del Potro tal vez sea el hombre más agradecido del tenis. Acaba de pasar la marca de los 13 meses de un regreso marcado por años de lágrimas derramadas, así que no lo escucharás quejarse por la posibilidad de tener que enfrentarse a Federer en la tercera ronda.

Hasta podríamos decir que el regreso de Del Potro a las canchas este último año de alguna manera ha eclipsado la vuelta de Federer, a pesar de lo mucho que impresionó el suizo con sus títulos en Indian Wells y el Abierto de Australia. Pero la decisión de Federer de tomarse un descanso de cinco meses para recuperarse completamente de una cirugía de rodilla --la primera operación de su carrera-- no puede compararse con el suplicio que pasó Del Potro entre 2013 y 2015, período en el que le operaron tres veces la muñeca izquierda y una vez la derecha. Hubo momentos en los que el estelar tenista argentino ni siquiera sabía si iba a volver a jugar.

Cuando finalmente regresó al tenis en febrero del año pasado, el drive de Del Potro seguía tan potente como siempre, pero su formidable revés a dos manos no era ni la sombra de lo que supo ser. Cuando la gente lo vio, se preguntó cómo haría Del Potro para sobrevivir.

La respuesta fue que su voluntad, su preparación física y su mentalidad estaban mejor que nunca, aunque su revés todavía no se haya recuperado del todo. Y entre junio y noviembre del año pasado, nadie en el mundo del tenis pudo competir con la historia de superación, sorpresa o emoción a flor de piel del tenista de 28 años.

"Empecé a creer en mí mismo otra vez cuando le gané a [Stan] Wawrinka en Wimbledon", dijo Del Potro recientemente. "Hice un gran torneo y algo comenzó a despertar en mí. Empecé a creer en mi juego. Empecé a creer en mi muñeca".

Hasta Wawrinka se mostró contento por Del Potro tras su derrota. Warwinka explicó que los jugadores no quieren que Del Potro sea recordado como un talento que ganó el US Open a los 20 años, cuya carrera luego quedó arruinada por las lesiones.

El japonés Kei Nishikori coincide con su colega.

"Muchos de nosotros tenemos mucho respeto por él, porque hemos visto por lo que ha pasado", dijo Nishikori.

Después de Wimbledon el año pasado, Del Potro logró un inesperado triunfo sobre el nro. 1 Novak Djokovic en los Juegos Olímpicos de Río camino a la medalla de plata.

Luego clasificó a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos antes de que Wawrinka lograra vencerlo en cuatro sets. Era tarde en la noche, pero los fans se negaban a irse y no dejaban de cantarle a Del Potro sólo porque había vuelto. Emocionado, el argentino terminó llorando.

Unas semanas más tarde en Londres, Del Potro vengó la derrota que le había impedido colgarse la medalla de oro en Río contra Andy Murray, y se convirtió en el primer hombre en vencer al británico de local en un partido de singles de la Copa Davis. El partido de semifinales duró más de cinco horas.

Pero lo mejor estaba por venir, agrega Del Potro.

Argentina nunca había logrado quedarse con la ensaladera de plata a pesar de haber jugado cuatro finales, y Del Potro había formado parte de dos de esos equipos. Ya en Zagreb, cuando el equipo argentino necesitaba que le ganara al croata Marin Cilic en la final para que el ganador se definiera en el último partido, Del Potro remontó de forma dramática para superar a Cilic 6-7 (4), 2-6, 7-5, 6-4, 6-3. Hasta entonces, nunca había logrado remontar un déficit de dos sets para ganar un partido.

"Fue muy parejo, pero la Copa Davis es muy importante en mi país, y cuando vi a mi equipo argentino y a los fans, y vi al público cambiar para mí, tratando de empujarme, me dije, 'Bien, vamos a intentarlo una vez más' -- y eso fue lo que hice", explica del Potro. "Estaba triste porque estábamos muy cerca de perder otra final".

Cuando le decimos que ciertamente no parecía triste --asentía y sonreía con superioridad incluso cuando Cilic estaba arriba en el tanteador, como si hubiera estado seguro de que iba a ganar-- Del Potro vuelve a reírse de sí mismo y contesta: "Sí, sí, bueno, traté de que pareciera eso. Fue una táctica para mostrarle a mi oponente.

"Pero yo pensaba otra cosa", confiesa con una sonrisa.

Ahora mírenlo. Del Potro es el número 34 del mundo tras haber regresado al circuito en el puesto 1035. Venció a Federer, Nadal, Djokovic, Murray y Wawrinka --hombres que han ganado 48 Grand Slams-- en el último año. Pero no es codicioso. Se salteó el Abierto de Australia para descansar y recuperarse de su gran cierre en 2016.

"Creo que fue la decisión correcta", dice Del Potro ahora. "Acababa de cerrar un año fantástico para mí, estaba agotado mental y físicamente, y en este momento en realidad no me importa el ranking. Sé que si sigo bien físicamente y juego bien, pronto voy a seguir subiendo en el ranking. Pero tengo que mantenerme sano y jugar tanto como pueda".