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Stan Wawrinka citó a una conferencia de prensa. Primero se pensó en el anuncio de un nuevo coach, después en que daría su hoja de ruta para 2018, y hasta incluso se temió lo peor: el retiro. Los rumores encendieron la alarma pero el suizo lo aclaró con lujo de detalles: "Aunque mi rodilla no está al 100%, estoy trabajando duro para llegar al Abierto de Australia. Ésa es la idea. Entreno el físico seis días a la semana aunque a nivel tenístico aún estoy un poco lejos". El de Lausana, que dibuja su calendario en las primeras semanas de 2018 después de que no se supiera hasta el momento dónde jugaría, dijo: "Mi programa, si todo va bien, sería: Melbourne, Rotterdam, Marsella, Indian Wells, Miami y Montecarlo", confiesa. Wawrinka da detalles de cómo surgió su lesión en la rodilla, por la que ha tenido que pasar por el quirófano: "El problema comenzó durante el Abierto de EEUU de 2016, desde entonces, lo vengo arrastrando. El punto de no retorno ocurrió durante la hierba, donde llegué a hacerme un agujero en el cartílago. Sin la ayuda de Paganini no habría podido volver a jugar, lo habría dejado, sin duda. He pensado en retirarme, pero sigo adelante", explicó. "Lo único que lamento es no haber parado antes de esa gira (de césped), que hizo empeorar mi situación. Por el momento, mi prioridad es recuperarme bien de la operación ya que la rodilla aún está un poco rígida", aseguró. Sobre lo ocurrido con Magnus Norman, quien fuera su entrenador durante su mejor época, Wawrinka confesó que fue una sorpresa su ida: "En el momento más duro de tu carrera deberías poder contar con el apoyo de las personas más cercanas a ti. Su marcha fue una gran decepción, una mala sorpresa. Me quedé en shock", reconoció. Sobre un posible nuevo entrenador avisó: "No tengo prisa por encontrar uno. Tengo varios perfiles que me interesan y Paul Annacone es uno de los nombres de mi lista y podría ser la solución ya que trabajamos juntos en la gira de césped. Por el momento, estaré trabajando con Yannick Fattebert", sentenció.
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