Después la baja en Brisbane, Andy Murray hizo pública su frustración por la lesión crónica que lo mantiene alejado desde Wimbledon y alertó que esta vez no descarta pasar por el quirófano.
"Estoy atravesando un período muy difícil con la lesión en la cadera y llevo ya un largo tiempo visitando distintos especialistas", enmarcó el relato en redes sociales.
"Desde el US Open he seguido al pie de la letra todo lo que me han pedido para rehabilitar la zona y trabajé al máximo para volver a competir".
"En Brisbane pude jugar algunos sets de práctica contra jugadores importantes y sentí que estaba lejos del nivel que quiero. Por eso es momento de revisar mis opciones".
"Obviamente una posibilidad es seguir la rehabilitación como hasta ahora y darle a mi cadera más tiempo de recuperarse".
"Otra es operarme. Pero las chances de éxito por esa vía son tan altas como me gustaría. Por eso todo este tiempo ha quedado como segunda opción y con la esperanza de no tener que recurrir a ella. No obstante, en este punto es algo que tal vez tenga que reconsiderar".
"Extraño muchísimo jugar al tenis y daría todo por volver a una cancha. En estos meses tomé conciencia lo mucho que amo este deporte".
"Voy a permanecer en Australia los próximos días y en base a cómo evolucione mi cadera veré si me quedo aquí o vuelvo a casa a rever los pasos a seguir".