Desde su enfermedad hasta una relación amorosa dañina, la francesa Marion Bartoli relató con gran sinceridad las razones de su alejamiento y reciente regreso a las canchas en una entrevista exclusiva con L´ Equipe.
Con momentos tan duros por trastornos alimenticios que la llevaron al borde de la muerte, Bartoli siente que es momento de celebrar la vida: "Necesito demostrarme a mí misma que estoy viva. Me siento bien al despertarme cada mañana, tener salud y energía para hacer las cosas que quiero durante todo el día".
Tras su retiro en 2013, y un mes después de ser campeona en Wimbledon, subió 7 kilos y luego bajó 40. Mucho. Demasiado.
Con respecto a ese pasado que tanto mal le hizo recordó: "Me dejé destruir. Había perdido la alegría de vivir, estaba sobreviviendo y tenía miedo de que un día mi corazón se pare", quien a los 33 años, y a cinco de su último juego oficial, prepara su vuelta oficial a los courts para marzo.
De hecho en la edición 2016 del Grand Slam inglés, los organizadores no la dejaron participar de un juego de exhibición por miedo a que le pase algo en la cancha. "Estaba con una persona que me decía que estaba gorda. Me lo decía todos los días. Íbamos por la calle, veíamos a una chica delgada y me decía: '¿viste lo hermosa que es?'", confesó la exnúmero 7 del ranking mundial.
Después de pasar Navidad y Año Nuevo con la familia regresó al Centro Nacional de Entrenamiento para continuar su preparación, inicialmente programada para la exhibición del 7 de marzo en el Madison Square Garden de Nueva York por el "Día Mundial del Tenis" con las hermanas Williams, para luego oficialmente jugar en Miami desde el 21 de marzo.
"Recibí mensajes de Serena Williams y Monica Seles. Fueron mensajes muy positivos. Cuando Serena me dice que realmente soy una prueba de coraje, me hace extremadamente feliz. Lo mismo para Monica, que era mi ídolo absoluto cuando era pequeña", sentenció Bartoli.