Grigor Dimitrov está triste y no es para menos. Kyle Edmund dio una de las grandes sorpresas del Abierto de Australia al derrotar al número 3 del mundo en cuatro sets y meterse en semifinales.
El búlgaro era candidato en el match de cuartos de final y post caída se mostró apesadumbrado en rueda de prensa: "No jugué como yo quería, no estuve donde quería estar. Es difícil esconder una decepción, estoy decepcionado. Es como me siento. Duele. Y así debe ser".
Dimitrov, semifinalista el año pasado, tuvo un partido muy inconsistente. Marcó 15 errores no forzados con la derecha y 11 con el revés. Algo inusual en él y por eso el dolor de ya no ser.