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Es un tema atrapante, "el" tema para muchos fanáticos del tenis. Dos grandes, de los máximos referentes de la historia, de hecho los más ganadores de Grand Slam, pelean por la cima del ranking mundial de la ATP. Este lunes, Roger Federer, hombre récord, ahora con ¡303! semanas como N°1 del mundo., desplazó a Rafael Nadal y se estima que la batalla será durísima en esta temporada. Federer, dueño de 20 títulos de Grand Slam, tras consagrarse en el Abierto de Australia, venía siendo escolta de Nadal, 16 veces campeón en los Majors, hasta que se aseguró quitarle el trono al meterse en semifinales en Rotterdam. El suizo aceptó una invitación de ese ATP 500 holandés, que finalmente terminó ganando, por lo que pasó de estar con 155 puntos menos que el español a superarlo ahora por 345. Así, Federer se convirtió en el Nº1 de mayor edad desde la creación de la clasificación de la ATP, en agosto de 1973, con sus 36 años y medio. Y volvió a la cima mundial tras cinco años y tres meses. Esas dos marcas también son top en la historia del tenis, lo que agigantan aún más su figura. Ahora bien, con el suizo campeón en Rotterdam, donde dijo que no iría a jugar en Dubai la próxima semana (no aceptaría una invitación), ya se aseguró permanecer como número uno durante un mes exacto. Es decir, del 19 de febrero al 18 de marzo, día que finaliza el Masters 1000 de Indian Wells. Hace un año, Federer perdió inesperadamente ante el ruso Evgeny Donskoy, tras disponer de puntos para partido, en octavos de final, por lo que si falta en Dubai apenas cederá 45 unidades. Eso implica que Nadal, quien debe revalidar la semana siguiente 300 puntos por la final que jugó en Acapulco, aún si gana el Abierto de México no podrá retornar al primer puesto del ranking. Ese certamen es ATP 500 y, en el mejor de los casos para el de Manacor, si gana el título sumará 200 más y si Federer es baja en Dubai perderá esos citados 45, para quedar así el español a 120 del helvético.  Así las cosas, Federer disputará Indian Wells siendo el rey. Allí puede darse otro cambio de mando, porque él defiende el título obtenido en 2017, lo que equivale a 1.000 puntos, mientras que Nadal, eliminado justo por el suizo en octavos, apenas revalida 90. Y esta vez no podrán enfrentarse antes de la final, ya que serán los dos máximos cabezas de serie. Y la pelea seguirá en Miami, sitio donde el suizo derrotó al español en la final, por lo que tratará el primero de retener otras 1.000 unidades, a la vez que su archirrival necesitará defender 500. Sin dudas, será clave que ambos estén muy bien físicamente para no ausentarse en algunas citas y dejar puntos en el camino sin dar batalla. Federer se muestra feliz de sentirse óptimo, camino a cumplir 37 años en agosto, mientras que Nadal abandonó en cuartos de final de Australia ante Marin Cilic y espera regresar a la competencia oficial sin problemas en Acapulco. Ya después de Miami, habrá que ver qué decide hacer Federer con la gira de arcilla. El año pasado la salteó por vez primera en su rica carrera profesional, para cuidar su cuerpo tras la vuelta en enero post receso de media temporada por problemas físicos. Esa situación inédita lo llevó a tomar cuidados bien pensados y recién volvió al circuito en la minigira de césped. En tanto, Nadal saldrá a intentar mantener un gran colchón de unidades en clay. A saber. Veamos que en 2017, hasta Wimbledon incluido, Federer cayó en el debut en Stuttgart, tras disponer de match points sobre Tommy Haas, se consagró en Halle y luego en el Major londinense. En total, allí acumuló 2.520 puntos. Por su parte, Nadal se adjudicó los títulos de Monte Carlo, Barcelona, Madrid y Roland Garros, perdió en cuartos de Roma, con Dominic Thiem, y en octavos de La Catedral, frente a Gilles Muller. Así, el zurdo tratará de recuperar 4.860 unidades. Por eso, se estima que Federer intentaría volver a jugar en canchas lentas, quizás uno o dos Masters 1000, y luego acudir a Roland Garros, con la mira puesta en sumar más y buscar mantenerse como Nº1. De esta manera, está claro que será una lucha durísima entre dos titanes, con olor a que puede continuar cabeza a cabeza hasta fin de año inclusive.
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