Roger Federer decidió que no jugará esdta temproada en polvo de ladrillo, tal como hizo en 2017.
"Decidí no jugar la gira de arcilla. Estoy tratando de resolver algunas cosas. Tengo tiempo. Soy optimista y cada partido es una nueva oportunidad", enmarcó Federer.
El último partido de Federer sobre clay fue en Roma 2016, con derrota ante Dominic Thiem. Este año se especulaba con que reapareciera en la gira, acaso solo para Roland Garros. Pero la negativa fue total.
"Es momento de tomar un descanso, alejarme de todo, volver a los entrenamientos y trabajar", graficó Roger.
Aun con los varios meses que le esperan sin competir, Federer podría recuperar igualmente el N°1 del mundo, privilegio que perderá al término de Miami.
¿La razón? La enorme cantidad de puntos que debe defender Rafael Nadal, amo y señor de la gira que Federer decidió volver a saltearse. Si el español no defiende sus títulos en Roland Garros, Monte Carlo y/o Madrid, Roger bien podría retornar a las canchas de nuevo como el líder del ranking.