Rafael Nadal dominó a Dominic Thiem por 6-4 6-3 6-2, conquistó por ¡undécima! vez Roland Garros y no ocultó sus emociones durante la ceremonia de premiación.
Emocionado hasta las lágrimas, el español se mostró casi incrédulo con su propia gesta y le dio un valor singular por los largos meses de molestias físicas que lo persiguieron hasta la presente gira de polvo.
"Esto no es siquiera un sueño. Es directamente imposible pensar algo así. No lo puedo creer. Estoy realmente contento", graficó Nadal en la Philippe Chatrier.
"Es muy difícil de explicar lo que representa este lugar para mí. Es el mejor torneo del mundo. Siento una emoción muy grande. Es increíble".
El campeón tuvo además cálidas palabras para su equipo, a quien le agradeció el apoyo durante "momentos muy difíciles en el final del año pasado y el comienzo de este".
"Por eso es tan especial esta victoria", insistió Rafa, que entre retiros y no presentaciones estuvo medio año calendario sin poder completar un torneo en cancha.
Finalmente, el N°1 del mundo llenó de elogios a Thiem, a quien condieró "un gran amigo, un excelente jugador y un animador que necesita el circuito". Y proyectó: "Muy pronto va a ser su momento de ganar acá".