Con el triunfo de Petra Kvitova en cuartos de final del Abierto de Australia, el segundo reinado de Simona Halep llegó a su fin.
La rumana defendía final en Melbourne y su derrota en octavos ante Serena Williams la dejaba a la espera de una milagrosa combinación de resultados para mantener la cima.
Entre lo que debía ocurrir para que Halep permaneciera en lo más alto, lo primero era la eliminación de Kvitova en cuartos de final. Pero la checa barrió a Ashleigh Barty y picó en punta por el ahora disponible cetro de la WTA...
Junto a la doble campeona de Wimbledon, hay otras tres jugadoras que pueden irse de Australia mirando a todas desde arriba: Naomi Osaka (la última ganadora de Grand Slam, en el US Open), Elina Svitolina (flamante campeona de las Finales WTA) y Karolina Pliskova, única de la lista en ya haber sido N°1, aunque por tan solo ocho semanas.
¿Qué necesita cada una? Por lo pronto, si alguna de ellas gana el título, será N°1 sin necesidad de hacer cuentas. Si eso no ocurre, el desglose sería el siguiente:
Kvitova: final o que Svitolina le gane a Osaka (se enfrentan en cuartos) y luego pierda en semifinales.
Osaka: final o vencer a Svitolina y que Kvitova pierda en semifinales.
Svitolina: final
Pliskova ya no podría. Solo le sirve ser campeona.
En caso de que haya una campeona distinta a Pliskova, estaremos hablando de la 26ª número uno del mundo en la Era Abierta en la WTA. Y después de las 186 semanas (récord) de reinado ininterrumpido de Serena Williams entre 2013 y 2016, sería la séptima distinta en el lapso de dos años.