Safin, noveno favorito, derrotó a Haas, séptimo por 6-7 (5-7), 7-6 (7-4), 3-6, 6-0 y 6-2 en cuatro horas y 28 minutos, en un encuentro en el que la lluvia apareció al comienzo del tercer set, y ya con el techo cubierto cambió totalmente el signo.

Haas dominaba por dos sets a uno, antes de que el pesado techo corredizo de la central se cerrase. Había consolidado su juego, desesperado con sus restos a Safin, que destrozó una raqueta en el tercer juego del segundo set por lo que recibió un aviso del juez de silla, y saboreaba la victoria.

Safin jugaba sin pasión, completamente distraído, más pendiente de su banquillo, donde de nuevo seis mujeres rubias adornaban esa parte. Pese a todo se hizo con el segundo set en el desempate, después de desperdiciar dos puntos para ello en el décimo juego.

Haas contraatacó y ganó el tercer set cuando las indecisiones llegaron de nuevo a Safin, que se golpeaba la pierna con su raqueta constantemente. Pero el momento clave del partido llegó con la lluvia.

A partir de la reanudación el encuentro fue totalmente diferente, no solo porque se jugó bajo techo, sino porque Safin salió más centrado y decidido a la victoria, como el día contra Sampras, ante quien ganó su primer título grande en el US Open del 2000. El ruso fue un ciclón y solo cedió cinco puntos desde este comienzo al final del cuarto set que frustraron definitivamente a su rival.

Haas, que intentaba convertirse en el primer alemán que llegaba a una final de un Grand Slam desde Michael Stich en Roland Garros en 1996, se desesperó porque no podía hacer nada ante este nuevo jugador que tenía enfrente y que incluso le enviaba misiles a más de 210 kilómetros por hora con su saque. El alemán, en un gesto de impotencia, lanzó su raqueta al público intentando apartar su mala racha pero no lo consiguió.

Sólo tuvo una opción, cuando en el quinto set a Safin le pitaron su segunda falta de pie del partido y cometió doble falta (1-1 para el ruso y punto de ruptura), pero su respuesta fue un "ace" a 217 kilómetros por hora. El drama de Haas se concretó en la definición del encuentro, cuando ahogado por la presión, y deseando acabar cuanto antes entregó el partido con su sexta doble falta.

Solo Safin y Yevgueni Kafelnikov, dos veces campeón en Melbourne han ganado un título del Grand Slam. Marat, criado tenísticamente en Valencia aunque ahora ha decidido trasladar su residencia a Ginebra, se enfrentará en la final del domingo al sueco Thomas Johansson, que el jueves logró su primer billete para luchar por un grande al derrotar al checo Jiri Novak por 7-6 (7-5), 0-6, 6-4, 6-3 y 6-4.