Sampras, abatido por la derrota

Con la chance de que quizás no pueda volver a ganar su torneo favorito, Sampras se despidió del All England Tennis Club tras caer en segunda ronda de este Grand Slam, su peor resultado en 12 años

LONDRES -- Abatido, con la mirada perdida y pensando que quizás nunca más podrá ganar su torneo favorito, Pete Sampras se despidió del All England Tennis Club tras perder en la segunda ronda de este Grand Slam, su peor resultado en doce años.

El suizo George Bastl, 145 del mundo, un jugador que había sido repescado de la fase previa sustituyendo a última hora al español Félix Mantilla, acabó con el hombre que ha ganado siete veces este torneo y que acapara 13 títulos del Grand Slams por 6-3, 6-2, 4-6, 3-6 y 6-4. Y por segundo año consecutivo un tenistas de la misma nacionalidad le apartaba de la competición (en el 2001 fue Roger Federer en octavos).

El infortunio se cebó con el considerado mejor jugador en la historia. ¿Infortunio o boicot? Su derrota fue la culminación de una serie de agravios hacia quien ha sido el rey de Wimbledon.

Primero solicitó jugar el martes para intentar recuperarse de una lesión en la espalda y el club se lo negó concediéndole el favor del tercer turno, pero el lunes. Y el miércoles le castigó aún más al jugar su segundo partido en la pista dos, una ruidosa y fuera de su habitáculo natural, la central o la uno, donde su categoría le corresponde.

En esa pista, conocida como el "Cementerio de los Campeones" han caído las principales figuras del tenis: John McEnroe, Ilie Nastase, Jimmy Connors, Andre Agassi, Lleyton Hewitt, incluso Boris Becker, antes de apuntarse el primero de sus tres Wimbledon, se lesionó allí frente a Bill Scanlon. Sampras se unió este miércoles a esta lista fatídica.

Su servicio no le funcionó (solo consiguió ocho directos por los 27 del primer día) y sin este arma, como él mismo reconoció después, es casi un jugador normal. Tampoco obraron milagros las notas que su mujer, la actriz Bridgette Wilson, le había escrito para que en los intercambios lograse mantener la concentración. Algo que nunca había hecho.

No obstante, tras salir de la pista infernal acompañado por seis guardaespaldas se negó a dar la noticia que todos esperan de un momento a otro, y afirmó con rotundidad: "Mi plan es volver aquí, mi tiempo no se acaba con esta derrota, todavía siento que puedo ganar un grande, que lo llevo dentro de mi, y si hay que acabar mi carrera quiero hacerlo con una nota alta".

Sampras dijo que no le hizo demasiada gracia que le colocasen en una pista como la dos, pequeña y ruidosa, "no estaba contento por ello, me hubiera gustado mucho más jugar contra él en cualquier otro sitio donde poder estar más confortable, como la central o la uno, donde estoy acostumbrado".

El americano calificó su derrota como "más que un shock", "un partido así solo se produce una vez cada diez años, por eso será un duro viaje de vuelta a casa, sabiendo que ya no estoy aquí, por eso me siento ahora descorazonado, hundido, había trabajado mucho para llegar aquí, y tenía muchas esperanzas".

Pero aunque la amargura se leía en sus labios, no tiró la toalla. "Creo todavía que soy peligroso, siempre tendré mi servicio, aunque reconozco que mi juego no es tan intimidatorio como hace cinco años, y que los jugadores son mejores", dijo.

Ahora, sus esperanzas de mantenerse todavía en la elite y de seguir buscando un título, algo que no sucede desde que ganó aquí en el 2000 contra Patrick Rafter en la final, se centran en el US Open. "Espero que pueda encontrarlo pronto", comentó.

- EFE

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