El campeón del Abierto Francés de 1998 describió su victoria como "un sueño hecho realidad".

Moyá llegó a ser el número uno de la ATP en 1999, pero sufrió una lesión en su espalda y descendió en el escalafón.

A pesar de sus triunfos en los torneos de Acapulco, Bastad y Umag este año, su última final en un campeonato de importancia fue en Monte Carlo en abril, cuando fue derrotado por su compatriota Juan Carlos Ferrero.

Moyá completó así una semana de gran tenis, al no ceder un solo set en seis partidos.

En la final, Moyá derrotó a Hewitt con poderosos remates que ni siquiera el australiano, un infatigable rival, supo alcanzar.

El partido se vio interrumpido por dos horas en el primer set, cuando empataban 4-4, a causa de la lluvia.

Cuando retomaron el encuentro, Moyá mantuvo el servicio durante dos juegos y quebreó el saque Hewitt para coronar el primer set.

En el segundo, Hewitt acorraló a Moyá con un 5-2, pero el español vino de atrás, forzando un tie break.

El suspenso se mantuvo hasta el 5-5, cuando Hewitt cometió una doble falta y no pudo devolver un servicio de Moyá.