En el arranque de la serie, Miguel Gallardo derrotó a Kevin Jonckheer por 6-4, 6-4 y 6-4 en un partido que debió resolver con menos dificultad. Enseguida, Luis Flores respondió con creces a la confianza depositada en él y superó cómodamente a Elmar Gerth al son de 6-2, 6-0 y 6-2.

La figura de la tarde fue el juvenil veracruzano, quien a sus 18 años de edad debutó con éxito en la Copa Davis ante las mil 500 personas, aproximadamente, que se dieron cita en el Gimnasio Olímpico de la Ciudad Deportiva de Aguascalientes.

Luis Manuel Flores, 19 en el ranking mundial de tenis juvenil, pisó con convicción el encarpetado del Gimnasio, sobre el que durante una hora y 20 minutos provocó el delirio del público, inmediatamente encariñado con este jugador de facciones de niño.

Y es que, sin presión alguna pese a tratarse de su debut, hizo lo que Miguel Gallardo no pudo, es decir, aprovechar las deficiencias técnicas de los antillanos, que por momentos daban la impresión de ser todo, menos representantes de un equipo nacional de tenis.

La incertidumbre sobre el desempeño de Flores, en quien Oliver Fernández apostó para esta serie en la que, sin embargo, podía arriesgar, desapareció en unos instantes, ya que siempre controló a su rival y llevó el rumbo del duelo por donde quiso.

El veracruzano salió a la cancha dispuesto a "comerse" a raquetazos a Gerth, con todo y su marca de 22-11 en Copa Davis, que ahora se antoja inexplicable.

Con siete rompimientos de servicio lo logró, además de jugar a un ritmo al que jamás entró el caribeño, de 32 años de edad.

Aunque del total de tribunas sólo se ocupó la mitad, los que presenciaron el partido estallaban en júbilo cada vez que Flores daba un paseo a Gerth, para después despedirlo entre ovaciones y el siempre clásico "México-México-México" de este tipo de series.

Al juvenil mexicano hay que agradecerle la entrega y coraje que demostró este viernes, pero también es necesario entender que la serie estaba a modo para que tuviera una triunfal presentación, pues habría que verlo ante rivales de real nivel competitivo.

Diferente fue el encuentro de Gallardo con Jonckheer, otro más de los antillanos para los que el tenis es prácticamente un pasatiempo, pero que con un servicio y devoluciones potentes, sus únicas armas, complicó la existencia al chihuahuense (279 del orbe).

Las severas carencias tenísticas del caribeño, de 31 años de edad, su lentitud para moverse en la cancha y su torpeza a la hora de atacar la red, no fueron explotadas por Gallardo, 10 años menor, quien llevó la contienda hasta una hora y 50 minutos, tiempo exagerado por tratarse de un oponente que en realidad no lo era.

Lo importante fue que el número uno del deporte blanco mexicano sumó cuatro quiebres de servicio que resultaron clave y que obtuvo el primer punto de la serie, que, según lo visto hoy, quedará finiquitada este sábado en el duelo de dobles.

Para Gallardo fue su tercera victoria consecutiva en Copa Davis y Oliver Fernández casi aseguró su segundo triunfo como capitán del equipo mexicano, a cambio de cinco derrotas y un descenso a Grupo Dos regional o tercera división.

Al menos, México está a un paso de detener su caída en cuanto a tenis se refiere, porque ganarle a Antillas Holandesas significa permanecer en el Grupo Dos, al que penosamente lo hizo descender Bahamas en septiembre del año pasado.

En esta eliminatoria grupal, el siguiente rival de los mexicanos sería Paraguay o Haití, en la cual los guaraníes tienen delantera de 2-0 en la serie que se lleva a cabo simultáneamente en Asunción.