Los parcial de la derrota Argentina fueron: 25-21, 14-25, 22-25, 25-18 y 15-11.

El domingo, la Argentina también había perdido, pero 3 a 1, contra los portugueses.

El equipo dirigido por Carlos Getzelevich complicó muchísimo sus chances de pasar a la fase final de esta Liga Mundial que se disputará en Brasil.

Las dudas, el nerviosismo y la inconsistencia de su juego volvieron a ser los verdaderos enemigos del seleccionado argentino masculino de vóleibol.

Se podría decir que en Lisboa la Argentina fue la Argentina que todos quieren ver en un sólo set, el segundo de este partido desquite.

Durante los 20 minutos que duró ese parcial el equipo dirigido por Carlos Getzelevich mostró gran parte de su potencial y arrolló a Portugal.

A partir de la recepción, de un bloqueo que funcionó bien y la potencia que surgió de Marcos Milinkovic y Jorge Elgueta, la Argentina ilusionó con una victoria contundente, lo suficientemente contundente para hacer olvidar la derrota del sábado y se quedó con el set 25-14.

El juego argentino y la ilusión se prolongaron un cachito más con el triunfo en el set siguiente (25-22), pero a partir de entonces se vino la noche.

Cuando los propios portugueses (jugadores y público) se preparaban para recibir el cachetazo definitivo en el cuarto parcial, la Argentina se fue, inexplicablemente, del partido y abrió las puertas para la reacción del seleccionado local.

Con mucha garra, algunas virtudes de Roberto y Gaspar, más el apoyo del público, Portugal se aduenó de las acciones, mientras que el equipo argentino era superado por los nervios (los jugadores, especialmente Milinkovic, Conte y Elgueta, discutieron muchos con los discretos jueces, muchos de sus fallos) y comenzaba a olvidarse del partido.

El quinto y definitivo set fue de Portugal y estuvo bien. Los "lusos" a falta de altura y calidad pusieron empuje y llevaron a la Argentina al juego que más le convenía y ahí le ganaron los dos partidos de la serie al seleccionado que llegó como favorito.

Además de replantearse varios temas, para los cotejos ante Polonia de la próxima semana, la Argentina deberá encontrale una solución a la casi segura ausencia de Javier Weber, quien a raíz de un problema en su gemelo izquierdo camina con mucha dificultad, y a los nervios que se apoderan con mucha facilidad de los jugadores.

La clasificación para la serie final sigue abierta, pero para asegurarse hay que cambiar.