El camino del Magic y Heat

Al estar en el soleado estado de la Florida, y por debutar en la NBA casi al mismo tiempo, ambos equipos son puntos de comparación

EL ESTELAR:
Tracy McGrady ha sido la nota positiva del Magic.
Orlando Magic y Miami Heat son las dos franquicias de la NBA que tienen como base el soleado estado de la Florida. Su proximidad física y su debut casi al mismo tiempo en la Liga (Miami debutó en la temporada 1989-90, Orlando lo hizo un año más tarde), ha hecho que surja entre ellas una rivalidad casi automática.

En el transcurso de las pasadas temporadas, un equipo ha sido punto de comparación para el relativo éxito o fracaso del otro. Para Orlando, una buena temporada es aquella en la que no sólo obtienen un balance positivo en victorias y derrotas, clasificando a la post temprada, sino que también deben dominar su serie particular frente a Miami y terminar la temporada en una mejor ubicación que éstos. Lo mismo ocurre a la inversa con el Heat.

Ambos equipos han sido relativamente exitosos en su trayectoria por la NBA. Miami ha estado en la post temporada en 8 de sus 14 temporadas, incluyendo 6 participaciones consecutivas desde 1996 al 2001 inclusive. Su mejor actuación fue en 1997, cuando lograron llegar a la Final de la Conferencia del Este, perdiendo en cinco partidos ante los eventuales campeones, Chicago Bulls.

Orlando, por su parte, ha participado en los playoffs en 7 de sus 13 temporadas, incluyendo los pasados dos años. Su mejor actuación fue en 1994, cuando participaron en la Final, perdiendo en cuatro partidos frente alequipo de Houston. En la pasada campaña lograron 3 de sus 4 metas no oficiales. Finalizaron con marca de 44 - 38, clasificaron a la post temporada una vez más y terminaron con ocho partidos de diferencia sobre sus rivales de Miami, quienes apenas pudieron jugar para balance de 36 - 46 y se quedaron fuera de los playoffs (primera vez en 20 años que un equipo dirigido por el técnico Pat Riley no pasaba a la post temporada). Todo hubiese sido perfecto para Orlando de no ser porque el Heat, con un equipo bastante disminuído, que no comparaba con ediciones anteriores, logró dominar una vez más la serie particular entre ambos, tres victorias por una. Otros dos aspectos negativos para el Magic fueron que, por segundo año consecutivo, se eliminaron en la primera ronda y que, por el mismo periodo de tiempo, Grant Hill, su estelar alero-base en el que tantas esperanzas habían cifrado, sufría una nueva lesión en su maltrecho tobillo y se perdía todos, menos 14 partidos de la campaña.

Lo curioso del caso es que dos años atrás, ambos equipos miraban a sus respectivas temporadas que estaban a punto de comenzar, con mucho optimismo y muy esperanzados en que las adquisiciones que había logrado los podía catapultar a convertirse en dos de los mejores equipos de toda la NBA.

Miami, que poseía un gran núcleo de jugadores en Alonzo Mourning, Tim Hardaway y Dan Majerle añadían a su plantilla, por diferentes medios, a jugadores como Brian Grant, Anthony Mason y Eddie Jones, siendo seleccionados inmediatamente por la cátedra como el equipo favorito para ganar su conferencia. Pero la mala suerte no les permitió contar con un equipo saludable. Mourning, su mejor jugador, fue diagnosticado con un serio padecimiento de riñón y sólo pudo jugar en 13 partidos de su equipo y en la serie de primera ronda frente a Charlotte. Aún así, el Heat logro 50 victorias y se clasificó segundo en su división. Pero en la primera ronda, los Hornets aprovecharon la pobre química y falta de identidad de un equipo que trataba de acoplarse a su estrella, barriéndolos en tres partidos.

En la temporada pasada, Alonzo pudo jugar en 75 partidos, pero un equipo compuesto por compañeros con menos talento y el hecho de que Mourning nunca lograra estar a un 100% de sus capacidades, se unieron para provocar la desastroza campaña que sufrió el Heat.

Orlando, también tenía hace dos años razones válidas para su optimismo. Un equipo que el año anteriorse había quedado a apenas una victoria de calificar para la post temporada (actuación que le valió a su técnico Doc Rivers ser seleccionado como el entrenador del año), añadía a un superestrella en Grant Hill y a otro que estaba en vías de convertirse en lo propio, Tracy McGrady. También les llegaba, mediante el sorteo de jugadores colegiales, otra futura estrella en Mike Miller. La mala suerte para el Magic fue que Hill nunca pudo reponerse totalmente de una antigua lesión de tobillo que había sufrido cuando jugaba para Detroit, requiriendo de tres cirugías distintas en dos años y logrando jugar en apenas 18 juegos en ese periodo de tiempo.

Lo bueno para Orlando fue que McGrady pudo aprovechar la ausencia de Hill para establecerse como la superestrella que todos anticipaban, guiando al equipo a sus dos participaciones consecutivas en los playoffs y convirtiéndose en el jugador franquicia del equipo.

Durante esta pasada semana hemos recibido noticias de Miami y Orlando que nos hacen pensar que estos dos rivales históricos pudieran seguir tomando rumbos muy distintos en esta temporada. Mientras en la Florida Central todo es optimismo y alegría por la maravillosa recuperación de Hill (de quien dicen sus compañers que está muy ágil, rápido saltando muy bien), en el Sur se habla tristemente, entre suspiros de resignación, de que la enfermedad de Mourning ha empeorado y deberá perderse la temporada completa.

Mientras Orlando sigue fichando jugadores para tratar de acompañar adecuadamente a los estelares McGrady, Hill y Miller, pensando que pueden ser uno de los mejores equipos del Este; en Miami, Riley habla de reconstrucción y de la posibilidad de que Vladimir Stepania, Sean Marks y Brian Grant puedan cubrir de alguna forma el gran hueco que la salida de Mourning ha dejado en el centro.

En otras palabras, estos dos equipos no pueden encontrarse en posiciones más disímiles que las que ocupan en este momento. Orlando, si se mantienen sus jugadores saludables, podrá contar con que logrará una buena marca de victorias, terminará mejor que Miami, clasificará a la post temporada y, una vez allí tendrán el éxito que se les ha escapado en los pasados dos años. Solamente una cosa no podemos garantizar, que el Magic pueda dominar en su serie particular al Heat. Cuando se enfrentan dos equipos con tanta tradición de rivalidad, cualquier cosa puede ocurrir, aunque uno de ellos esté pasando por un mejor momento.

CARLOS MORALES es comentarista de los partidos de la NBA que transmite ESPN América Latina. También es el analista de las transmisiones en español del Orlando Magic. Como técnico, ha sido dirigente por más de 20 años en todos los niveles del básquetbol, destacacándose como técnico en las ligas de Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela y coach de la Selección Nacional de Puerto Rico.

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