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El Miami Heat saca el orgullo y los Boston Celtics, su ineficiencia, con 23 pérdidas de balón

El Miami Heat salió herido después de la paliza que recibió en su propia arena un partido antes, llegó a Boston y venció 109-103 a los Celtics para recuperar la ventaja de localía.

Ni siquiera necesitaron de un partido completo de Jimmy Butler, quien ha liderado al Heat durante toda la postemporada. Esta vez fue Bam Adebayo, quien se puso el overol para sacar a su equipo adelante de ambos lados del balón.

La ventaja de Miami llegó hasta 26 puntos en la primera mitad del Juego 3, el sábado por la noche, y puso la serie final de la Conferencia Este se puso 2-1 a su favor para asegurar al menos un juego más en su cancha.

MIAMI HEAT

1.- Otro se pone la capa de héroe. Anotó 31 puntos, después de que llegó al partido con 8 puntos promedio en los primeros dos. Sumó 10 rebotes y tocó 82 veces el balón en el Juego 3 que representan siete ocasiones más que en los dos primeros de la serie.

Dio seis asistencias, es decir, el doble de lo que había sumado en los juegos en Miami.

Importante su presencia si se considera que Butler no jugó la segunda mitad por las molestias de inflamación de rodilla que ha sufrido en estos playoffs.

Y más importante aún el desempeño de Adebayo, cuando se desconoce si Butler estará para el Juego 4.

2.- Se roban la noche. El Heat forzó 24 pérdidas de balón de los Celtics que se tradujeron en 33 puntos; la mayor cantidad en toda la serie para ambos equipos. En cambio, Miami sólo perdió nueve balones, que resultaron en igual número de puntos.

Eso representa una ventaja considerable para Heat, si se considera, como dijo el entrenador Spoelstra, que no sólo son los puntos que anota el que recupera el balón, sino los que deja de anotar el que lo perdió, además de cambio de moméntum y ritmo de partido.

Unas 19 de las 24 pérdidas de balón llegaron con robos; la mayor cantidad en la historia del Heat.

3.- Al que madruga... Miami tiene que empezar rápido y efectivo el partido para silenciar pronto a la afición de Boston. Buena parte de las razones por las que sacaron ventaja de hasta 26 puntos en la primera mitad fue que dispararon con 64 por ciento de efectividad en el primer periodo.

Empezar rápido saliendo del vestidor ha ayudado en sus dos victorias, en las que sólo ha ganado dos cuartos de los 12 que se han disputado en la serie: El primero del sábado y el tercero del Juego 1.

BOSTON CELTICS

1.- Olvidan Jayson Tatum y Jaylen Brown el balón. Al Horford y Marcus Smart anotaron 20 y 16 puntos, de manera respectiva. Tatum sumó otras 10 unidades, pero ninguna en la segunda mitad, además de que cometió seis entregas de balón, que se sumaron a las siete de Jaylen Brown. Así es difícil pensar que podrían ganarle, aunque estuvieran en su propia casa al equipo que tuvo la mejor marca de temporada regular.

Los Celtics jugaron sin el centro Robert Williams por molestias en la rodilla izquierda. Fue reemplazado por Theis, quien anotó sólo 1 punto.

2.- Los Celtics necesitan ayuda de su banca: Los suplentes de Boston apenas anotaron 16 puntos; en realidad sólo 13 porque los últimos tres fueron ya con el Heat observando sin moverse que expirara el reloj de juego.

El entrenador Ime Udoka sólo utilizó a tres jugadores del banquillo en tiempo trascendente de juego, incluido Williams, que marcó 10 puntos en 39 minutos sobre la duela; una eternidad. El resto de los suplentes se combinaron para 27 minutos en la cancha.

El banco de Miami, en cambio, anotó 23 puntos en 57 minutos combinados que jugaron.

3.- Los Celtics van a tener que cuidar más el balón y sobre todo jugar más agresivos y físicos en todos los ángulos del basquetbol, pero en particular abajo del tablero, si pretenden igualar la serie y evitar irse en un hoyo del que será muy difícil salir en caso de que la serie vuelva a Miami 1-3.

Los Celtics perdieron por 10 la batalla en rebotes (44-34) y peor aún en puntos en segundo intento también casi por el doble (15-8).

Boston tampoco es que necesite otros 40 puntos de Brown, claro que sería fabuloso. Pero urge más que evite las siete pérdidas de balón.