Mientras la NBA busca el All-Star Game adecuada, muchas estrellas se entusiasmaron con la idea de un partido entre jugadores estadounidenses ante internacionales.
SAN FRANCISCO -- Victor Wembanyama ya se ha enfrentado a Estados Unidos en eventos internacionales, más notablemente en los Juegos Olímpicos de París del año pasado, cuando lideró la marcha de Francia hacia el partido por la medalla de oro contra los estadounidenses.
Le gustaría estar en esa posición más a menudo, tal vez incluso anualmente. Y a Giannis Antetokounmpo, de Milwaukee Bucks, también le encanta esa idea.
En la búsqueda continua del formato adecuado para el Juego de las Estrellas de la NBA, se habló mucho este fin de semana en San Francisco sobre una idea que ha cobrado impulso en los últimos años: Estados Unidos de un lado, el mundo del otro.
Cuente a Wembanyama, el pívot All-Star de San Antonio de 2.23 metros de altura, como partidario de esa idea.
"Me encantaría. Mi opinión es que tiene más sentido", dijo Wembanyama. "Hay más orgullo en eso. Más en juego".
Antetokounmpo fue aún más sucinto cuando se le preguntó si estaría de acuerdo con tal movimiento.
"Me encantaría. Oh, me encantaría", admitió Antetokounmpo, un nativo de Grecia que es de ascendencia nigeriana. "Creo que sería el formato más interesante y más emocionante. Me encantaría. Seguro que me enorgullecería de ello. Siempre compito, pero creo que eso me dará un poco más de energía para competir".
El último formato para el Juego de las Estrellas (un minitorneo de tres partidos de cuatro equipos en el que todos los partidos serán del tipo en el que el primero en llegar a 40 puntos gane) debutó el domingo por la noche, y los OG de Shaq ganaron el título.
La NBA decidió probar el enfoque del torneo, que imita lo que ya estaba en marcha con el evento Rising Stars para jugadores de primer y segundo año, después de años de pedir abiertamente partidos más competitivos.
Y el resultado final de 211-186 en 2024 fue la gota que colmó el vaso.
"Creo que cuando hay eventos como este, el fin de semana All-Star, no nos preocupamos por la competencia", aseguró el 15 veces All-Star Kevin Durant de los Phoenix Suns. "Se trata más bien de celebrar a la familia del baloncesto y a la comunidad en esta época. Muestra cuán unidos estamos como grupo, como comunidad del baloncesto, y cómo podemos unir al resto del mundo con lo que hacemos también. Es un momento genial".
Hay algunas evidencias de que un enfrentamiento a mitad de temporada entre los mejores jugadores estadounidenses y los mejores jugadores internacionales podría funcionar, y está sucediendo ahora mismo en otro deporte.
El torneo de hockey 4 Nations Face-Off, que se inauguró la semana pasada en Montreal y concluye el jueves en Boston con Estados Unidos asegurado en un lugar en el partido por el campeonato, obviamente no es insignificante para los jugadores involucrados. Ha habido peleas -tres peleas en los primeros nueve segundos del partido Estados Unidos vs. Canadá en Montreal el sábado solamente- y mucha violencia física, para el deleite de los fanáticos.
"Caos", apuntó el entrenador de Canadá Jon Cooper.
La NBA, al menos algunos de sus miembros, están observando el hockey y tomando nota de cómo parece funcionar como una idea potencial para el espectáculo de mitad de temporada del baloncesto en el futuro.
"A veces las cosas se vuelven viejas y necesitan una renovación", afirmó el alero de los Golden State Warriors, Draymond Green. "Sé que han hecho cosas diferentes para intentar que funcione. Creo que será interesante ver cómo resulta esto de las Cuatro Naciones en el hockey. Si resulta genial, tal vez tengamos que echar un vistazo".
Si hubiera sido un formato de Estados Unidos contra el mundo esta temporada para un All-Star, este podría haber sido el equipo internacional:
Wembanyama, Antetokounmpo, Nikola Jokic, de Denver Nuggets, Shai Gilgeous-Alexander, de Oklahoma City Thunder, Pascal Siakam, de Indiana Pacers, y Alperen Sengun, de Houston Rockets, ya fueron All-Stars.
El All-Star de New York Knicks, Karl-Anthony Towns, juega a nivel internacional para la República Dominicana, la patria de su madre, por lo que tendría sentido agregarlo a esa mezcla. Luka Doncic, ahora de Los Angeles Lakers, casi siempre también es un All-Star seguro, por lo que serían ocho jugadores.
Y aquí es donde se pone difícil.
Si un enfrentamiento de estrellas de Estados Unidos contra el mundo tuviera las tradicionales listas de 12 hombres, se necesitarían cuatro jugadores más del grupo mundial, y eso significaría que cuatro jugadores estadounidenses menos obtendrían la nominación al All-Star.
"Estados Unidos tiene más jugadores talentosos que el resto del mundo", expresó Jokic, el tres veces MVP de Serbia que llevó a Denver al título de la NBA en 2023. "Europa y el resto del mundo tienen jugadores talentosos, creo, pero la mayoría de los jugadores provienen de Estados Unidos".
La NBA dice que aproximadamente el 70% de los jugadores de la liga son estadounidenses. Es una cuestión matemática sencilla: sería más fácil para los jugadores internacionales formar parte del plantel All-Star si se utilizara el formato tradicional.
"No quiero decir que no pudiéramos encontrar una forma de evitarlo, pero en la medida en que queremos tener un proceso justo para elegir a los All-Stars, si se elige a la mitad de los jugadores de un grupo del 30% y a la otra mitad de un grupo del 70%, puede que no sea justo para los jugadores", indicó el comisionado de la NBA, Adam Silver, el mes pasado. "Así que esa es una de las cosas que estamos analizando".
Silver pidió la opinión de los jugadores actuales, como la estrella de Golden State, Stephen Curry, antes de que la liga adoptara el formato de torneo este año.
Si le pregunta a Wembanyama o Antetokounmpo qué piensan sobre 2026 y más allá, está bastante claro cuál será la respuesta.
"Contar con Shai, Jokic, Luka, Wemby, Towns, Sengun... conozco a esos jugadores, obviamente me faltan algunos que no recuerdo bien... jugar contra los mejores jugadores de Estados Unidos sería divertido", finalizó Antetokounmpo. "Creo que sería el mejor formato".