Las señales son claras, Oklahoma City Thunder está listo para ser protagonista, su reinado apenas comienza
OKLAHOMA CITY -- El paso del testamento es una realidad.
Es imposible obviar los números contundentes que nos golpean en la cara, pero, a la vez, los cínicos siempre están a la orden del día.
El Oklahoma City Thunder tuvo una temporada para el recuerdo, finalizando al tope de la Conferencia del Oeste por segunda temporada consecutiva, y totalizando 68 victorias de temporada regular; una de las mejores siete campañas de la historia.
Y si bien ahora es fácil decir que ganó el mejor equipo, había dudas acerca del Thunder antes del inicio de los playoffs, particularmente por su inexperiencia.
Tengan en cuenta que el presente y, sobre todo el futuro, le sonríe tanto a esta franquicia, porque el Thunder es el segundo equipo más joven de la historia en ganar un campeonato con un promedio de edad de 25.6 años, sólo detrás de los Portland Trail Blazers de 1977.
Es el primer título para esta franquicia en 17 años, y el primero en la ciudad de Oklahoma, pero, ciertamente, no parece ser el último.
Al ser un mercado pequeño, y un destino quizás no tan atrayente para los agentes libres, el gerente general Sam Presti, tuvo que construir esta maquinaria primordialmente a través del draft.
Queda claro que el cambio con Clippers por Shai Gilgeous-Alexander fue el movimiento insignia, pero Presti lo rodeó a la perfección para los años venideros.
Lu Dort llegó como agente libre no elegido en el draft, sólo para luego transformarse en uno los abanderados defensivos de la NBA.
El siguiente momento bisagra llegó en 2022, cuando el Thunder, que ya venía acumulando incontables selecciones de draft, escogió a Chet Holmgren y a Jalen Williams con la segunda y la duodécima selección respectivamente.
Allí encontraron a los dos principales escuderos para acompañar a su MVP. Williams se ha convertido en una joven estrella, y si bien Holmgren ha batallado con algunas lesiones, su impacto cuando está en la cancha es innegable.
Las adiciones de Alex Caruso e Isaiah Hartenstein en esta temporada baja fueron los elementos faltantes para terminar de culminar una visión.
El Thunder quería empezar a construir una identidad y una cultura defensiva, y el resultado ha sido una de las mejores defensivas en la historia de la NBA; promediaron 10.7 robos cada 100 posesiones en estos playoffs.
Bajo el mandato del comisionado Adam Silver, la paridad ha estado a la orden del día en la NBA, a tal punto que hemos tenido siete campeones diferentes en los últimos siete años.
Sin embargo, esa tendencia podría estar a punto de cambiar.
Después de todo, el Thunder tiene a un núcleo joven que no se va a ningún lado, y siempre ganar el primer título, es la parte más difícil.
Oklahoma City fue apenas el cuarto equipo de la historia en ganar 84 partidos en un año, y anotó 1,243 puntos más que sus rivales, el diferencial más amplio en la historia de la NBA.
Gilgeous-Alexander se convirtió en el primer jugador en 25 años en ganar el MVP de temporada regular y Finales, además de ser el anotador de la liga, en la misma temporada.
Y como si fuese poco, Oklahoma City pudiese tener hasta 13 selecciones de primera ronda en los próximos siete sorteos, y su primera selección de esta pasada temporada, Nikola Topic, ni siquiera jugó esta campaña después de romperse los ligamentos cruzados de la rodilla.
“Todavía tenemos mucho por crecer”, enfatizó Gilgeous-Alexander. “Éste es apenas el comienzo”.
Palabras tan reales como intimidantes para el resto de la liga, porque si bien el deporte no es una ecuación directa, hay muchos indicios que apuntan a que no será la última vez que veamos a este Thunder en instancias decisivas.
Su reinado parece recién estar comenzando.