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Varejão, de regreso como guerrero a Cleveland

CLEVELAND -- Es inevitable que Anderson Varejão haya aterrizado en Cleveland con un agudo sentimiento de nostalgia. El pívot responde con paciencia a las mil y una preguntas sobre qué siente, qué piensa, qué recuerda y otros muchos 'qués' de su época en la ciudad de Ohio. En medio del interés mediático, un periodista brasileño comienza su cuestión con un "usted pasó 15 años en los Cavaliers...", pero el jugador le corrige: "Fueron 12".

"Era increíble ver cómo los fans se ponían una peluca de mi pelo", confesó un Varejão que no olvidará ese detalle de cariño de la afición. "Sé lo especial que Cleveland fue para mí. La ciudad, los fans... todo lo que hicieron por mí cuando llegué y ni siquiera hablaba inglés. Estoy de lo más agradecido".

Tanto que hay un cierto sentimentalismo bizarro en su regreso al Quicken Loans Arena por primera vez desde que se marchó a mitad de esta temporada. Por sorpresa, haciendo las maletas de manera abrupta por obra y gracia del 'business', de la rapidez con la que se ejecutan los deseos en la NBA. Los amigos, sus compañeros, su familia, el calor de una afición entregada a los encantos del internacional con Brasil, los que confiaron en él para que recalara en la NBA. La morriña tiene varios niveles para el primer jugador de la historia en formar parte de un plantel campeón de la Conferencia Este y de otro del Oeste en el mismo año. Tres Finales le avalan, cero títulos, aunque eso cambiará este año, ya que el ala-pívot estará en posición de recibir un anillo sin importar el equipo que quede campeón.

"Mi concentración está en ganar con los Warriors, no he pensado en esto", agregó quien participó en 31 encuentros con Cleveland antes de su marcha. Quién quiere perder la oportunidad de ganar un campeonato con el equipo que representa en la actualidad y recibir el anillo del plantel que te venció pero al que llegaste a ayudar. Nadie, por eso la tesitura es cuanto menos anecdótica.

Su estreno en unas Finales fue durante la campaña 2006-07, cuando LeBron James seguía dominando la liga en su cuarto año como profesional. En esa ocasión, el brasilero contribuyó desde la banca con 7.5 PPJ y 5.2 RPJ en cuatro partidos en los que fueron vapuleados por San Antonio Spurs. La franquicia tuvo que esperar hasta que regresara el 'Rey' para clasificar de nuevo a las Finales de la NBA el año pasado. Una lesión en el tendón de Aquiles le impidió jugar un solo minuto. El destino quiso que cuando la gerencia decidió que debía marcharse, el jugador recalara en otro equipo aspirante, favorito e incluso el artífice de que los Cavs se quedaran con la miel en los labios en 2015. Antes recaló y fue despedido por Portland Trail Blazers. Pasaron cuatro días en los que su futuro no sólo estaba en el aire, sino que amenazaba con diluirse.

"Yo no esperaba el traspaso, pero entiendo que es parte del negocio. Primero fui despedido por Portland y no sabía que iba a pasar realmente. Entonces empezaron las llamadas y me pareció muy bien cuando hablé con algunos de los jugadores de aquí, con Barbosa, Steve Curry y que me querían, es una cosa que me dejó muy contento. Todos sabemos el potencial de este equipo y cuando hay interés por ti eso significa que algo bueno hiciste en tu carrera", argumentó.

La dinámica era distinta. Mientras la figura de LeBron en los Cavaliers era ampliamente predominante dentro de una plantilla de lo más atractiva con Kyrie Irving y Kevin Love como las otras piezas primarias, Varejão recaló en un sistema más solidario, con un proyecto más equilibrado y una atmósfera de fraternidad que no existía en el conjunto de Ohio.

"Ya sabía un poco por Barbosa, Shaun Livingston, Luke Walton, que tenían un equipo muy unido, un equipo que se gustan, y veíamos en la cancha cómo juegan en equipo y cómo se divierten. Me imaginaba que en el vestuario sería igual, es por eso por lo que ganaron el año pasado, por el conjunto", apuntó el centro, víctima del cambio de aires de unos Cavaliers que optaron por reducir el tamaño de su plantilla para aportar algo más de velocidad a su juego. La salida de David Blatt poco después de que el equipo cayera por una diferencia de 34 puntos en su propio feudo y ante los Warriors y la contratación del que fue su asistente, Tyronn Lue, marcaron el cambio de rumbo orquestado por la gerencia.

"El equipo es diferente. Juegan más bajo, con otros jugadores, yo fui cambiado después de que ellos despidieron a (David Blatt). Creo que todo cambió, también algunas jugadas", explicó al hilo de la pistas que ha podido dar al cuerpo técnico, que contó con una fuente de lo más fiable de cara a conocer algunos de los secretos del equipo. "De algunos jugadores que conozco como personas y cómo están en la cancha, si me preguntan puedo ayudar con algo. Varejão, sacrificado junto a Jared Cunningham por la llegada de Channing Fyre, soltó una media sonrisa, cómplice, que dejó entrever que su aporte en el análisis de sus ahora rivales a Steve Kerr fue mayor del que dijeron sus palabras.

Varejão no ha tardado en ganarse el corazón de la fanaticada de los Warriors. Su papel secundario ha salido a relucir en varios momentos. Durante el Juego 1 de las Finales le valieron 3 minutos sobre la duela para arañar tres personales en ataque que devolvieron posesiones clave a la segunda unidad de los californianos. Finalmente la banca acabó teniendo un impacto absoluto en el marcador final al superar a la segunda unidad de los Cavaliers por una diferencia de 35 puntos (45-10). También agarró un rebote y brindó una asistencia.

"Todo cuenta. Hay que estar preparado para salir y ayudar al equipo. Más aún en unas Finales de la NBA", agregó después de no salir en el Juego 2.

Está por ver si Kerr le hará jugar en este tercer encuentro clave que servirá para mantener con vida a los Cavaliers o ampliar la ventaja de los Warriors, que llegan con 2-0 en la serie. Será un momento extraño para el brasileño, quien se enfrenta a esta mezcla de sensaciones por primera vez en su vida deportiva.