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Porzingis y Rose hunden aún más a Los Angeles Lakers

Derrick Rose tuvo una buena actuación y ayudó a los Knicks a vencer a Lakers. AP

El duelo entre Los Angeles Lakers (10-16) y Nueva York Knicks (14-10) sirvió para que los neoyorquinos hundieran un poco más a unos laguneros marcados por la urgencia. Con la derrota, los pupilos de Luke Walton suman ya seis traspiés consecutivos, de los que tres fueron en su feudo.

“Debemos tratar de entender cómo tenemos que jugar defensivamente. Eso es lo que más nos está matando”, confesó un Jordan Clarkson frustrado.

Se trata de los dos equipos mejor valorados económicamente en 2016 según la revista Forbes. Los Knicks tienen un valor de 3 billones de dólares y los Lakers de 2.7 billones de dólares. Su posicionamiento en este aspecto no se está viendo reflejado en sus logros durante las últimas temporadas. Sin embargo, el inicio de la campaña de los neoyorquinos está siendo esperanzador, mientras que los Lakers están empeorando con respecto al inicio temporada.

Históricamente, el enfrentamiento entre Lakers y Knicks siempre fue uno de los más atractivos de la NBA. En la actualidad se perciben algunos aromas de lo que llegó a ser esta rivalidad entre el Este y el Oeste. Continúa siendo un partido especial, pero las carencias de ambos equipos han deteriorado este duelo. El domingo se vio mucha intensidad en los dos planteles. Los neoyorquinos estuvieron alentados por un Carmelo Anthony que sabe a la perfección de qué tratan estos partidos, y los laguneros por la mera urgencia de cortar una racha de cinco juegos al hilo sin ganar.

La cita fue igualada aunque Kristaps Porzingis (26 puntos, 12 rebotes y siete bloqueos), Derrick Rose (25 puntos) y Anthony (12 puntos ocho rebotes y siete asistencias) marcaron la diferencia. El ala-pívot no estuvo efectivo, aunque hizo un gran trabajo a la hora de asistir a sus compañeros. Porzingis continúa siendo fundamental en el esquema de Jeff Hornacek en ambos lados de la cancha. Su intensidad defensiva se combinó a la perfección con sus maneras ofensivas en las que demostró que es un certero lanzador exterior. Rose regresó con un gran encuentro tras dos partidos sin jugar.

“Estuve muy confiado durante todo el partido y los lanzamientos acabaron entrando. Hoy Me lo tomé con más tranquilidad y lo hice bien. Traté de proteger el aro como siempre y me fue bien en los bloqueos”, afirmó Porzingis.

La novedad en la alineación de los Lakers fue la presencia de D’ Angelo Russell (tres puntos y cinco asistencias) y Nick Young (15 puntos y cuatro rebotes), quienes con su regreso le dieron un nuevo brío al juego de los suyos. El armador regresó después de haber sido baja durante 11 encuentros por culpa de una lesión en la rodilla aunque tal y como confirmó Luke Walton antes de la cita, sus minutos fueron limitados a 17. Durante su ausencia, el equipo no pudo pasar del balance de 3-8, mientras que Young se recuperó del gemelo tras seis encuentros alejado de las duela en los que los Lakers sólo sumaron una victoria. El escolta sí fue utilizado a discreción del coach. Nada de eso, ni siquiera el enésimo partido en que Lou Williams es el máximo anotador (24 puntos) o el haber logrado ponerse por delante en el marcador en el tercer cuarto, fueron suficientes para que los Lakers lograran su objetivo.

Se enfrentaban dos de las defensas más débiles de la liga con los Lakers como el décimo séptimo equipo que más puntos concede (110.7) y los Knicks como el décimo tercero (106.9). Esas carencias se dejaron ver durante la cita lo que también hizo las delicias de los aficionados, quienes disfrutaron de una cita de lo más activa en el apartado ofensivo.

“Fallamos en defensa. Jugamos lo bien suficiente ofensivamente como para ganar, pero les dimos demasiadas canastas fáciles. Hubo falta de ritmo y falta de comunicación en los cambios. Cometemos demasiados errores. Sabemos frenarles, pero no son momentos lo suficientemente largos durante el partido. En casa debes hacer que los rivales te sientan, que sea una noche larga. Debemos empezar mejor, ser más físicos”, argumentó Walton.

El banquillo de los Lakers volvió a superar a otra banca rival más (51-34). Venían de anotar 35 puntos ante Phoenix Suns y se mantuvieron como la mejor segunda unidad de la competición. La culpa la tuvo el de siempre, Williams, quien sigue siendo el alma de la banca. A pesar de que los Lakers estuvieron conectados al marcador hasta el final, los Knicks hicieron gala de un equilibrio en su plantilla que combina la experiencia con la juventud de una manera mucho más efectiva que los Lakers. La falta de experiencia de los laguneros se nota cada vez más.