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El arbitraje será la clave que defina la serie de Rockets vs. Warriors

OAKLAND, California – El peor escenario posible para la NBA, sus aficionados y el propio deporte del baloncesto es que la serie entre Golden State Warriors y Houston Rockets termine definiéndose por una guerra de dimes y diretes con respecto al arbitraje.

Esta ha sido una revancha que se ha esperado durante un año y quizás sea la serie que determine cuál será el campeón de esta temporada, tal como lo fue en el torneo pasado.

La historia y el legado están por definirse. Es esa clase de serie. También tenemos las implicaciones a corto plazo, específicamente en lo que respecta a agencia libre.

Sin embargo, el ángulo del arbitraje podría ser inevitable.

Los Rockets cuentan con una estrategia que pone a prueba los límites de las reglas y los Rockets son tan mañosos como cualquier equipo en la historia. Ambos son fantásticos en lo que hacen. Y ambos son incansables a la hora de poner a los árbitros a trabajar: se produjeron cuatro faltas técnicas y una expulsión justo al comenzar el Juego 1.

Nadie quería que el Juego 1 (un partido inaugural feo, aunque altamente competitivo y entretenido que terminó en victoria 104-100 para los Warriors) fuera definido por sanciones o la ausencia de ellas. No obstante, ese fue el caso. Quizás no haya final a esta situación a la vista,

Es fácil olvidar que hay tres equipos en la cancha en todas ocasiones. El caso ideal es que uno de ellos permanezca anónimo y olvidable. Lo que está en juego y la naturaleza de estos equipos lo hace muy difícil.

Cuando los árbitros se preparan para los partidos, revisan videos y tendencias, mismo caso de los equipos. Es bien conocido que los Rockets gustan de atraer faltas en situaciones de triples. Esto forma parte de su ataque. James Harden fue objeto de 95 faltas en triples esta temporada. Es uno de los mejores en estas situaciones en la historia de este deporte.

Estaba claro que parte del plan de juego de Golden State consistía en asfixiar a los encestadores de triples de Golden State. Y el plan de juego de los Rockets consistía en encestadores de triples torciendo sus cuerpos y chocando brazos contra sus defensores. Ambos equipos son buenos en esto.

Y aquí nos encontramos. Faltaban 10 segundos y los Rockets estaban en desventaja de 3 puntos. Harden, uno de los más grandes de todos los tiempos en conseguir faltas, intenta una cesta de 3 puntos para intentar empatar las acciones. Draymond Green, uno de los más grandes defensores de esta era, salta para retarlo.

Green da un paso adelante hacia el área de Green. Las piernas de Harden hacen tijeras hacia Green y Harden cae al piso. Dos oficiales, Courtney Kirkland y Josh Tiven, miran sin imponer alguna sanción.

“Hay que arbitrar el juego como se supone que deben hacerlo y eso es todo”, dijo Harden. “Y viviré con los resultados. Sin embargo, especialmente todos sabemos lo que ocurrió hace unos años con Kawhi. Eso puede cambiar el curso de toda la serie”.

Harden se refiere a la incursión de Zaza Pachulia frente a Kawhi Leonard en el Juego 1 de las Finales de la Conferencia del Oeste de 2017. Esta es una referencia a lo que hay en juego. Esa jugada cambió ese partido, esa serie y quizás, cambió el nombre del campeón de esa temporada.

No obstante, escuchen a Green.

“Cuando caes a 3 pies por delante de donde se suponía debías disparar el balón, realmente ese no es mi problema”, dice Green. “He recibido faltas de James en triples de James previamente”.

Pero he aquí el caso. Después de este momento crucial que fue el punto culminante de una tarde en la cual vimos este juego del gato y ratón repetirse constantemente, Chris Paul tomó el rebote ofensivo con un sprint por detrás para así llegar a la pintura. Parecía que la devolvería a Harden para así aprovechar otra oportunidad de empatar. Sin embargo, Harden estaba en el piso, fuera de la jugada. Puesto allí por, digamos, algo circunstancial. Llámenlo falta, llámenlo caída.

En un mundo perfecto, él tendría otra oportunidad y Green contaría con otra oportunidad de detenerle. Pero esta es una serie Rockets-Warriors en el año 2019. Por ello, Paul se atascó y corrió superando a Klay Thompson, desatando así otra intensa jugada que no fue interrumpida que condujo a otra falta técnica y a la expulsión de Paul.Paul pudo haber chocado con Tiven en el calor del momento, lo cual es otro tema que la oficina de la liga debe someter a revisión.

Después del partido, en el vestuario de visitantes, el entrenador de los Rockets Mike D’Antoni demostró exactamente el sentido de la regla en cuanto al espacio que se supone debe tener un encestador cuando salta para disparar. Él conoce bien el capítulo y verso, incluyendo los derechos del defensor. Es un tópico constante de debate, considerando que forma parte importante de lo que su equipo suele hacer.

D’Antoni pensó que los Rockets debieron haber sido favorecidos con al menos 20 tiros libres más.

Mientras tanto, en el vestuario de los Warriors, susurraban con respecto a cómo los Rockets se salen con la suya al ponerle dos manos encima a Kevin Durant cuando intenta penetrar hacia la cesta, lo cual representa una violación de las reglas. Durant es tan dominante con su altura y destrezas con el enceste que una vez obtiene el balón y logra alzarlo hacia el aro, no hay realmente forma de detenerlo. Por ello, los equipos intentan todo lo que pueden para evitar que ese balón quede sobre su cabeza.

Los Warriors pensaban que Durant debió haberse parado mucho más frente a la línea de tiros libres.

Y estos apenas son los argumentos del Juego 1. Durante el Juego 2, quizás no sean las faltas en intentos de triples. Podría ser la capacidad de Harden de crear contacto cuando éste se acerca a la cesta. Es un maestro absoluto en esto. O quizás tenga que ver con el uso de Durant de movimientos en falso; está tan acostumbrado a que sus rivales intenten quitar el balón de sus manos con fuertes manotazos antes de elevarla que ya se ha convertido en todo un experto.

Harden terminó el partido con 14 tiros libres. Durant convirtió 15.

Esto es capaz de dejar perplejo a cualquiera. No es la forma en la cual debe definirse esto.

Sin embargo, aquí está Paul, ladrándole a los oficiales y siendo expulsado de la cancha. Tenemos a D’Antoni deshecho en gritos. Green afirma que lo perjudicaron injustamente. Durant está molesto.

Todos son excelentes en lo que hacen. Son sumamente inteligentes. Todos se preparan para la próxima jugada, el próximo partido.

En una rivalidad que es tan competitiva con un margen de error tan pequeño y una o dos dosis de rencillas, quizás esto es lo que debamos aceptar. La búsqueda de una ventaja entre ambos equipos, por pequeña que sea, forma parte de su ADN.

“Esa es la naturaleza del juego que mostramos”, dijo Green. “El arbitraje es una ciencia inexacta. Así que las cosas son como son”.

Así creemos.