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Ganadores y perdedores en la más alocada semana de la agencia libre

Pues bien, eso fue lo que ocurrió. Acabamos de experimentar la semana más alocada en la historia de la NBA. Ya hemos cubierto las grandes noticias: Kawhi Leonard y Paul George, el gran golpe dado por los Brooklyn Nets, la decepción de los New York Knicks y los Lakers bateando de 2-1 en su búsqueda de estrellas.

Analicemos con mayor detenimiento y revisemos el terreno renovado de la NBA.

Ganador: Kawhi Leonard y el nuevo (¿y temporal?) panorama de la NBA

Por tres años consecutivos, el aumento del tope salarial de 2016 fue la principal noticia dentro de la categoría de perdedores. Permitió la existencia de un súper equipo sin precedentes con cuatro estrellas en su haber y se acercó a convertirse en el evento que hizo los mayores esfuerzos posibles para eliminar el equilibrio competitivo. Benefició a una clase de jugadores (llámenlos los Biyozgovs o los Mozgombos) por encima de todo, aunque bien las duraciones reducidas de contratos mitigaron esa situación, porque los jugadores regresaron al mercado de agentes libres más rápido que nunca.

Esta ruta ha llegado prácticamente a su final. Kevin Durant ahora está en Brooklyn. En un movimiento poderoso, Kawhi Leonard rescató a Paul George de las garras de un equipo a nivel bajo dentro de los contendores a los playoffs que ha superado el tope salarial; rechazó los intentos hechos por los Lakers de construir el que pudo haber sido el trio más grande de la historia del baloncesto y ha hecho que la NBA tenga una paridad no vista en años. La estrella más discreta de la liga "consiguió su voz", tal como lo expresó un ejecutivo. En ciertos momentos, hizo esfuerzos para hacerse con George, Durant y hasta con Kyrie Irving.

Ahora contamos con tres duetos conformados por jugadores entre el Top 15 (dependiendo de cómo clasifiquen a Irving en sus rankings): Irving y Durant; Anthony Davis y LeBron James; Leonard y George. Dependiendo de los gustos de cada uno, los Warriors (Stephen Curry/Klay Thompson o Draymond Green) y los Sixers (Joel Embiid/Ben Simmons, con el último dentro de mi Top 15) se encuentran a punto de decir que ostentan un dueto de este tipo. Si no es así, cuentan con una supernova y dos (Thompson, Green) o tres jugadores (Simmons, Al Horford, Tobias Harris) ubicados en el nivel siguiente.

Utah cuenta con tres jugadores del segundo nivel: Rudy Gobert, Mike Conley y Donovan Mitchell, aunque Mitchell tiene que mejorar sus pases y consistencia para consolidar su estatus dentro dicha categoría. Tres otros jugadores dentro del Top 15 se benefician de cierta mezcla de estrellas complementarias a segundo nivel, continuidad dentro del roster y piezas que le rodean y se ajustan bien a él: Nikola Jokic, Damian Lillard y James Harden. El defensor del premio al Más Valioso podría contar con el elenco de reparto más débil en lo que respecta a poder de estrellas; no obstante, el roster completo de los Milwaukee Bucks está armado para complementar bien los talentos de Giannis Antetokounmpo. Igualmente: Hablamos del dichoso Jugador Más Valioso y probable heredero del estatus de "Mejor Jugador de la NBA".
Esta temporada será maravillosa.

Ahora, nos toca ser los fastidiosos aguafiestas: ¿Esta paridad, si podemos llamarla paridad, permanecerá en el tiempo? Quizás haya algo en este asunto de duetos estrellas versus tríos estrella. Podría haberlo. Dentro de muchas circunstancias, hay que desprenderse de todo para poder contar con tres jugadores a salario máximo dentro de un mismo equipo: hablamos de puestos de selección, jugadores, espacio dentro del tope salarial. Es algo difícil de gestionar y más difícil de sostener. Quizás existe algo consciente a la hora de pasar a un modelo de dos estrellas.

Podría ser producto del azar. ¿Qué ocurrirá si una tercera estrella desea ir a los LA Clippers? Vale la pena estar pendiente del ámbito geográfico, también. Los New York Knicks nuevamente salieron ponchados, aunque cinco súper estrellas cambiaron de ruta hasta llegar a Los Ángeles y Nueva York.

Dos de esos equipos afortunados (los Clippers y Brooklyn Nets) no tenían historial previo como destinos atractivos para agentes libres. Lo lograron al acumular movimientos inteligentes después de otros movimientos inteligentes. George y Leonard jamás habían ocultado su interés de regresar a su terruño y son dos de las últimas estrellas de la NBA de la actualidad provenientes de una generación dorada del baloncesto del área de Los Ángeles. La gerencia importa. Pero los mercados también son importantes. Veremos cómo transcurre todo antes de que alguien sea capaz de declarar una victoria con amplias repercusiones dentro del sistema.

Ganadora: la Conferencia del Oeste

La totalidad de los ocho equipos que clasificaron a los playoffs en la Conferencia del Oeste tienen la posibilidad de regresar a la postemporada, a menos y hasta que el Oklahoma City Thunder canjee a Russell Westbrook. (Se siente terrible catalogar a Westbrook como "perdedor" después de haber hecho otra implosión en primera ronda de los playoffs. También es algo inevitable. El Thunder ha ganado un total de cero series de playoffs desde la partida de Durant. Siguen contando con los mismos problemas a la ofensiva después de por lo menos cinco años de retórica vacía, dirigida a Westbrook, sobre supuestos ajustes. Otra estrella acaba de abandonarles. Nada bueno).

Los Lakers están desalojando a uno de esos ocho equipos. Los otros equipos dentro de la lotería tienen potencial para convertirse en el club que puede decir "si todo nos sale bien, podríamos meternos en la carrera por el número 8": New Orleans, Sacramento y Minnesota. (Los Minnesota Timberwolves eran un equipo sólido antes de la lesión de Robert Covington, aunque pasaron el verano en modo de espera). Los optimistas podrían incluir a los Dallas Mavericks en la lista, pero su roster con la excepción de Luka Doncic y Kristaps Porzingis no nos dice nada. Tendremos que ver cómo se compaginan esas dos figuras y el estado físico de Porzingis después de un año de ausencia. Me niego a apostar por la idea de clasificar a los mejores 16 equipos en una tentativa terna de playoffs independientemente de su conferencia.

Perdedora: la Conferencia del Este

Una vez más.

Hasta los Bucks están peor debido a haber perdido a Malcolm Brogdon, su segundo mejor jugador durante ciertos periodos de las finales de la Conferencia del Este (Una de las mayores interrogantes en la carrera por el título en 2020 es si Eric Bledsoe estará enfermo de playoffitis permanente. Con Brodgon presente, los Bucks estuvieron a punto de clasificar a las Finales de la NBA a pesar de las dificultades confrontadas por Bledsoe. Sin él, tienen un margen de error limitado para los errores de Bledsoe).

Recuperar un puesto de selección en primera ronda en el pacto "firmar y negociar" que involucró a Brogdon con Indiana importa; le faltaban dos a los Bucks y necesitan de fichas para poder negociar cambios. Pueden esperar verlos buscar formas de canjear ese puesto de selección por talento, en el supuesto de que una negociación de este tipo no los lleve al territorio del impuesto al lujo.

También pudieron haberse quedado con Brogdon a pesar de ciertas preocupaciones sobre sus lesiones a largo plazo y pagar el impuesto al lujo. Eso es lo que hacen los contendores. Yo asumiría que Milwaukee tomó en cuenta la opinión de Giannis Antetokounmpo al respecto. Firmar a su hermano mayor Thanasis con un contrato a dos años fue ciertamente un gesto bonito.

Ganadores tentativos: Equipos de mercados pequeños despreciados por alas estrellas del draft 2010

El Utah Jazz está repleto de talento después de canjear para hacerse con Conley y gastar fuertemente para contratar a Bojan Bogdanovic, un giro a última hora después que Nikola Mirotic les dio la espalda para ir a España. Jeff Green y Ed Davis aportan la profundidad necesaria.

Utah echará de menos a Derrick Favors. Una lesión sufrida por Green o Davis causaría mayor peligro de lo que debería. A pesar de ello, el Jazz será un equipo bastante difícil de defender con cuatro encestadores rodeando a Gobert y dos manejadores del balón capaces de encestar desde cualquier sitio, como lo son Conley y Mitchell.

En el pasado, Quin Snyder se apoyaba en movimientos complejos para disimular las carencias de talento para hacer jugadas vertiginosas. Ahora, el Jazz puede simplificar esas jugadas y montar un pick-and-roll más tradicional alrededor de Gobert. Nos recuerdan a Magic de la era de Dwight Howard en la cúspide de sus condiciones, con Gobert tomando suficientes rebotes ofensivos por cuenta propia para imitar los efectos de un equipo normal que cuenta con dos o hasta tres hombres chocando con los tableros.

Gobert asumirá una gran carga a la defensiva, aunque ¿realmente será mucho mayor con Bogdanovic como ala-pívot en jugadas pequeñas en comparación a lo vivido al lado de Jae Crowder? Gobert ha sido Jugador Defensivo del Año en dos temporadas consecutivas. Manejar esa carga es su trabajo.

Utah puede clasificara las Finales, pero estoy un poco menos optimista con respecto al Jazz en comparación al consenso imperante. No se siente exactamente como un equipo débil. ¿Quizás son carentes en fuerza? Comparémoslos con los Philadelphia 76ers de la pasada temporada, que abrumaban a sus rivales (y desconcertaron a los campeones Toronto Raptors) con pura estatura y habilidad atlética. Hasta Conley no inspira temor en esos aspectos. Es un jugador veloz, aunque apenas tiene 6 pies, 1 pulgada de estatura; te supera gracias a su oficio. Gobert no es tan poderoso o coordinado corriendo hacia el aro como el Howard a plenitud de condiciones.

¿Cuál titular proyectado defiende a los gigantes alfa encestadores por las alas como LeBron, George y Leonard? ¿Qué pasará con James Harden? Esa labor le correspondió en mayor parte a Ricky Rubio en los playoffs de la pasada temporada.

Dante Exum y Royce O'Neale entran en las conjeturas que esas interrogantes despiertan. Aportan algo de la fortaleza perdida. Sin embargo, ¿será Utah capaz de encestar lo suficiente contra defensivas de élite con uno de ellos o ambos en la cancha? Bodganovic tiene 30 años: ese contrato por cuatro años y $73 millones quizás no termine rindiendo dividendos positivos en el tiempo. Mientras tanto, el antiguo equipo de Bodganovic se remodeló con jugadores dentro del rango etario de Victor Oladipo: T.J. Warren, Jeremy Lamb y Brogdon. Si el nivel de Brogdon se mantiene, es una pieza que encajaría de manera ideal con Oladipo; de hecho, yo argumenté antes de iniciarse el mercado de agentes libres que los Pacers debieran contratarlo en vez de Rubio. Brogdon puede crear espacios en la cancha, permitirá a Oladipo trabajar como base y absorber la mayor cantidad de trabajo manejando el balón tal como lo requiera Oladipo.

Brogdon costó una tonelada, incluyendo un puesto de selección protegido en lotería rumbo a Milwaukee. Lamb, a un precio de $10 millones al año, es una ganga. Warren tiene que demostrarle a Nate McMillan que le importan otras cosas más allá de la anotación. Unirse a una cultura ganadora debería impulsarle allí.

A los Pacers aún les falta una pieza en su rotación y el vacío está en el puesto de alero. Podrían llenarlo eventualmente si canjean a Myles Turner o a Domantas Sabonis por un jugador ala. Por los momentos, los Pacers están totalmente comprometidos a poner a jugar juntos a sus dos gigantes. Los resultados mejoraron durante la temporada anterior, en una cantidad limitada de minutos. Es una subtrama sumamente agradable en la NBA que tanto Turner como Sabonis quieren que esto funcione y que no se perciben mutuamente como amenazas.

En ocasiones muy raras existen dos jugadores por las alas de alto nivel disponibles en el mercado. Son la clase de jugador Más Valioso en el mundo de la NBA. Los escenarios de canje más realistas por uno de ellos pasan porque Indiana venda a Sabonis o Turner a precios bajos. Un equipo que sería destino natural para un canje y que hay que tener presente: Boston, con tres jugadores de ese estilo como lo son Jaylen Brown, Jayson Tatum y Gordon Hayward (y Marcus Smart puede jugar en una posición o dos) y una escasez de gigantes con experiencia comprobada.

Perdedores: los angustiados Hornets

Simplemente, no puedo entender cómo los Charlotte Hornets no intentaron seriamente negociar a Kemba Walker si sabían que no se podían siquiera acercar a ofrecerle un contrato a sueldo máximo y mucho menos uno a salario súper máximo. Luego dejan partir a Jeremy Lamb (un buen jugador por las alas que acaba de cumplir 27 años) a cambio de nada y terminaron esta trilogía al pagarle a Terry Rozier casi el doble de lo que los Pacers le pagaron a Lamb.

Cierto: Rozier juega una posición producto de la necesidad con la partida de Walker a Boston. Simplemente no existen demasiadas evidencias de que la juegue sumamente bien (tiene menos de 40 por ciento de enceste general en la totalidad de sus cuatro temporadas en la NBA) y ciertamente no lo suficientemente bien para merecerse aproximadamente $20 millones por campaña.

Además, ¿qué quiere decir este tuit?

¿Acaso está Charlotte diciendo que la versión universitaria de Rozier (el mismo que fuera elegido en el puesto 16 del draft 2015, a dos del territorio de lotería) habría sido escogido en puestos de lotería en este draft? O peor aún: ¿Están los Hornets argumentando que el Rozier de la actualidad, a sus 25 años, habría sido elegido en un puesto de lotería en 2019?

Sí, claro: El veterano con el cual acaban de comprometer la bicoca de $58 millones debería probablemente ubicarse entre los 14 principales elegidos del draft que acaba de celebrarse.

Sin embargo, ¿por qué habría de sorprendernos? Este equipo desestimó cuatro puestos de selección en primera ronda para elegir a Frank Kaminsky en el draft. Los apologistas de Charlotte pueden fingir que esto no ocurrió, pero sin duda fue el caso y los gerentes actuales y previos lo han admitido de cierta forma. Los Hornets rechazaron dos puestos de selección de Chicago para reclutar a Noah Vonleh, según han indicado fuentes a ESPN. En un torbellino ocurrido el pasado verano, convirtieron a Dwight Howard en Bismack Biyombo y puestos de selección en segunda ronda en vez de rescindir a Howard, tal como lo hicieron los Nets después de adquirir a Howard días después.

Los Hornets tuvieron la mala suerte de ver a varios de sus jugadores hacerse agentes libres en el verano de 2016, mejor conocido como el verano de la orgía del tope salarial. Elegir bien en el draft requiere tener buena suerte. Pero los Hornets dejaron pasar a todos los elegidos en el Top 10 con la excepción de Walker. Elegir en el draft puede ser una ciencia inexacta, aunque cualquier franquicia requeriría de una tasa de acierto superior a esta.

Al menos, ahora podremos ver lo que los chiquillos pueden hacer. ¡Suelten en la cancha a Malik Monk!

Ganadores: Unos Bulls súbitamente prudentes

¿Acaso los Chicago Bulls experimentaron en secreto alguna especie de transferencia de poder? Tres veranos atrás, los Bulls se dieron la prematura palmada en la espalda al estilo Barry Horowitz por quedarse tranquilos durante el ascenso acelerado del tope salarial, antes de arrojar dinero a Dwyane Wade y Rajon Rondo. Durante el verano pasado, invirtieron $20 millones en Jabari Parker, le catalogaron como jugador por las alas y esperaron que todos asintieran y giraran su atención a otro equipo mal formado.

Los Bulls hicieron de Otto Porter Jr. su primera contratación de facto del mercado de agentes libres de este verano al cambiar a Parker y Bobby Portis (ambos con contratos a punto de expirar) por Porter en plena fecha límite de cambios. Absorber el mega canje de Porter, que podría extenderse hasta 2021, hizo resaltar una aceptación de la realidad muy atípica: Ningún buen jugador nos dejará sin espacio dentro del tope salarial. Ya basta de ser engañados con espejitos. Nuestros jóvenes jugadores están a punto de desarrollarse a un nivel en el cual tendremos demasiada calidad como para perder a propósito. Juguemos hoy de forma decente y después veremos que tal.

Thaddeus Young podría ser la personificación humana de esa mentalidad: No se trata de una estrella, pero tiene suficiente calidad (es inteligente, creativo y tenaz) para ganar partidos. Puede jugar como ala-pívot al lado de Lauri Markkanen o Wendell Carter Jr. Tomas Satoransky representa una mejoría a la ofensiva con respecto a Kris Dunn. La mentalidad de Satoransky de "pasar primero" encaja menor con alineaciones de las cuales forman parte Zach LaVine, Markkanen y Porter. Tiene 42 por ciento de enceste desde las largas distancias en las últimas dos temporadas, aunque a bajo volumen.

Ryan Arcidiacono y Luke Kornet representan contrataciones de buen valor. Me... ¿me gusta lo que hizo Chicago? Me siento como Homero Simpson (y sus hijos) cuando se dieron cuenta de que habían vaticinado la desintegración del cometa que se dirigía a Springfield.

La opción potestativa del jugador de Porter por $28.5 millones ahora se convierte en una de las arrugas contractuales más interesantes en la NBA. Si la decide ejecer, Chicago no tendrá espacio dentro del tope salarial para el próximo verano. Si la declina entendiendo que le espera un contrato muy lucrativo a largo plazo (la clase de movimiento que acaba de hacer Harrison Barnes en Sacramento), Chicago podría quedar sin espacio dentro del tope salarial en 2021 y más allá a medida que Markkanen, Carter y LaVine negocien nuevos pactos.

Los Bulls no serán un equipo de gran calidad esta temporada. A lo sumo, serán mediocres. Y eso está bien. En cierto punto, hay que dejar de convertir el juego de las transacciones en un fetiche y armar un equipo de baloncesto de verdad. Si terminan decepcionando, los cambios en el proceso de lotería dan mejores oportunidades de alcanzar posiciones más privilegiadas en el draft.

Este es un año importante para LaVine y Markkanen. Si LaVine termina convirtiéndose en un jugador de mejor nivel en general (y no un consumidor de calorías vacías), el potencial y posición de Chicago dentro del mercado de canjes cambiará. Markkanen debería ser un buen jugador. Cuenta con buen enceste, cierto manejo del balón y buena visión y parece mostrar capacidad de lograr buenas rachas. Sin embargo, esta será su tercera temporada en la NBA. Es hora que su producción se iguale a las apariencias mostradas por él.

Ganadores: Unos Pelicans con profundidad

Todo comenzó con un inmenso golpe de suerte, pero es cierto que David Griffin reinventó a los New Orleans Pelicans en cuestión de semanas. New Orleans podría utilizar 12 jugadores de la NBA sólidos. (No subestimen a Kenrich Williams, Frank Jackson y Christian Wood).

Quizás les falta un poco de enceste, aunque Josh Hart representa una buena apuesta para que éste mejore su precisión detrás de la línea de 3 puntos después de haberse sometido a una cirugía para ponerle punto final a unos persistentes problemas en su rodilla. Alvin Gentry podría mantener estable a la rotación para que una dupla de jugadores entre Hart, Jrue Holiday y E'Twaun Moore estén en la cancha durante el mayor tiempo posible junto a los no encestadores de los Pelicans. Gentry también pondrá a los Pelicans a correr como locos y las posibles carencias de enceste no molestan mucho si se vive con un quiebre rápido permanente.

Sin embargo, los espacios se reducirán. Los equipos jóvenes generalmente confrontan problemas, aunque dos de los jóvenes clave de los Pelicans (Lonzo Ball y Brandon Ingram) se encuentran en una etapa en la cual deberían dar pasos sustanciales hacia adelante.

Las expectativas de clasificar a los playoffs se sienten un poco prematuras. Sin embargo, ese no es realmente el punto. Hace dos meses, los Pelicans no tenían una dirección y tampoco tenían futuro. Ahora se encuentran repletos de talento joven interesante y son dueños prácticamente de la totalidad de las existencias futuras de los Lakers en el draft, portafolio que se hizo más valioso cuando Leonard eligió ir con los Clippers. Si de alguna forma los Lakers evitan una caída de al menos un año durante el próximo lustro, no cambiará el hecho que los Pelicans tuvieron unas increíbles estaciones de primavera y verano en 2019.

Ganador tentativo: Candidatos a hacerse con buenas extensiones

Durante el próximo verano, los equipos no contarán con tanto espacio dentro del tope salarial como en la actualidad; sin embargo, se producirá algo mucho mayor a un contrapeso gracias a la masiva caída en la cantidad de agentes libres veteranos a nivel máximo. Los principales jugadores que aún quedan elegibles a una extensión (a saber, Jaylen Brown, Caris LaVert, Sabonis, Buddy Hield, quizás Ingram) podrían girar una advertencia a sus equipos con razón: Si no me dan lo que quiero ahora y tengo un gran año en la cancha, tengan cuidado el próximo verano.

El próximo verano. Jamás podría acercarse a la semana que acaba de reorientar la totalidad del panorama de la NBA. ¿Cierto? ¿Cierto?