SHANGHAI -- A pocas horas del debut de Estados Unidos en la Copa del Mundo de baloncesto que arrancó el sábado en China, el jugador Kemba Walker se mostró el domingo ilusionado y emocionado de poder cumplir su sueño de jugar en el equipo nacional.
"Esto es algo que quiero hacer por mucho tiempo. He jugado al baloncesto con Estados Unidos desde que tenía 18 años y ahora ser parte del equipo senior es un sueño hecho realidad, así que estoy muy feliz de estar aquí", apuntó a los medios en una conferencia de prensa en Shanghai.
La noche de este domingo, Walker llevará por primera vez la camiseta de la selección absoluta nacional en una competición internacional, después de haber vivido en los últimos meses preparatorios "una de mis mejores experiencias en mi carrera de baloncesto", dijo.
"Ojalá podamos seguir siendo mejores como equipo y ojalá podamos seguir ganando algunos juegos, así que espero ver qué nos deparará el futuro", añadió el flamante nuevo base de Boston Celtics, quien, tras las numerosas ausencias en su selección, se presenta como el principal referente del equipo.
La selección de Estados Unidos debuta este domingo contra una novata República Checa, que debuta como tal en el torneo, aunque Checoslovaquia participó en cuatro ediciones de 1970 a 1982.
En opinión del entrenador de Estados Unidos, Gregg Popovich, aunque Estados Unidos parte como favorito, el equipo de la República Checa "es un equipo muy bien entrenado, juegan muy agresivamente, tienen un buen ritmo por encima de ellos, por lo que esperamos un gran desafío esta noche para comenzar el torneo".
Estados Unidos es el favorito del Grupo E (formado también por Turquía y Japón) y también del torneo y tiene además la presión de revalidar el título de campeona que ostenta desde el 2010, cuando logró el oro en Turquía, que repitió en 2014 en España.
El Shanghai Oriental Sports Center será la sede de un partido que tendrá lugar a las 20.30 hora local (12.30 GMT). El otro encuentro del Grupo E enfrentará a las selecciones de Turquía y Japón.