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Andrew Lopez | ESPN 4y

¿Cómo un par de novatos de los Pelicans aprovechan su oportunidad?

Estaba destinado a ser el momento más brillante del regreso de Carmelo Anthony a la NBA. Apenas 15 minutos después de iniciado su debut con los Portland Trail Blazers, el jugador galardonado en 10 oportunidades como All-Star se elevó para una volcada épica. Solo había un problema y su nombre era Jaxson Hayes.

“Pensé que iba a intentar una bandeja”, expresó Hayes después del partido.

Hayes, elegido en el puesto ocho del draft y en la que apenas era la segunda ocasión como titular de su carrera, negó el intento de volcada de Anthony, siendo uno de sus tres bloqueos en el partido que concluyó en una victoria 115-104 de los New Orleans Pelicans.

Un mes antes, justo cuando comenzaba la temporada, Hayes se encontraba en una situación totalmente diferente: estaba pegado a la banca. Sin embargo, las lesiones han obligado a Hayes y al también elegido en primera ronda del draft Nickeil Alexander-Walker a asumir roles mucho más importantes de lo que se esperaba previamente.

Con la ausencia de Zion Williamson, primer seleccionado del draft, debido a una lesión sufrida apenas nueve minutos después de iniciada su actividad en la liga de verano, han sido los otros dos elegidos en primera ronda por New Orleans quienes brillaron bajo las luces de Las Vegas.

Alexander-Walker, seleccionado en el puesto 17 y proveniente de la Universidad de Virginia Tech, se convirtió en miembro del primer equipo All-Summer League, luego de haber sumado promedios de 24.3 puntos, 6.0 asistencias y 4.3 rebotes por partido. Por su parte, Hayes ha aportado volcadas de feria al mejor estilo de Zion, ostentando promedio de 16.3 puntos y 7.3 rebotes. A pesar de ello, cuando comenzó la temporada regular, ambos estuvieron fuera de la rotación.

Alexander-Walker apenas tenía promedio de 13 minutos por noche en los primeros tres partidos de la campaña, con un terrible porcentaje de enceste del 17% desde la cancha. Hayes no tuvo participación en dichos compromisos y parecía destinado a pasar la temporada 2019-20 viendo los toros desde la barrera. David Griffin, vicepresidente ejecutivo de operaciones de baloncesto de los Pelicans, expresó en público durante el verano que inicialmente el equipo percibía que este sería en mayor medida un año de receso para Hayes, elegido en el puesto número 8 del draft, egresado de la Universidad de Texas.

No obstante, en la jornada del 28 de octubre al enfrentarse a los Golden State Warriors, gracias a una combinación de lesiones y una anotación que se escapó a favor de los nuevos habitantes de San Francisco, Hayes y Alexander-Walker tuvieron sus respectivas oportunidades de brillar.

Esa misma noche, los Pelicans tenían desventaja de 17 puntos en el medio tiempo y de 24 tantos al iniciarse el cuarto periodo. Con el partido claramente fuera del alcance de New Orleans, el entrenador Alvin Gentry les dio a sus novatos una extensión de su tiempo sobre la cancha.

“No creo que exista algo que pueda (superar) la experiencia que se gana al disputar un partido”, expresó Gentry la semana pasada. “Aprender de los errores cometidos o simplemente entender lo que se puede hacer para ayudar al equipo de forma positiva. Ojalá esto se trate de algo que nos pueda ayudar a medida que avance la temporada”.

En su primer cotejo de temporada regular, Hayes sumó 19 puntos con 9-11 de enceste. Uno de sus tiros fallidos fue un intento desesperado de triple desde el otro lado de la cancha. Asimismo, registró su primer bloqueo, contra Stephen Curry, el dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso. Mientras tanto, Alexander-Walker parecía tener un momento revelación, con 15 tantos y 9 asistencias con 6-11 de enceste.

“El tiempo basura es la oportunidad que tiene otro hombre para encontrar su ritmo y confianza en la cancha”, expresó Antonio Daniels, quien funge como comentarista de las transmisiones televisivas de los Pelicans. “Los entrenadores solían decirnos que, si uno se encuentra en el final de un partido así, puede aprovecharse para conseguir su buen ritmo”.

Desde aquella noche, con la acumulación de lesiones dentro del roster de los Pelicans y con la escasez de cuerpos sanos, los roles de sus novatos siguen en franca expansión.

Cuando los Pelicans solo contaban con ocho jugadores saludables en el partido del Miami Heat del 16 de noviembre y con nueve hombres contra los Warriors a la noche siguiente, Alexander-Walker ostentaba promedio de 23.0 puntos, 4.5 rebotes y 3.5 asistencias convirtiendo 11 en 22 oportunidades desde la línea de 3 puntos. Ha jugado por lo menos 20 minutos en cuatro ocasiones esta temporada. En esos cuatro compromisos, tiene promedio de 16.0 puntos por encuentro con 45.8% de enceste desde la larga distancia.

Alexander-Walker insiste que está intentando los mismos tiros que hizo a principios de campaña; solo que están convirtiéndose en puntos con mayor frecuencia por estos días, tal como le sucedió en la pretemporada, cuando tuvo 14-30 de enceste en los triples. Asimismo, su actitud imperturbable en los partidos le ha hecho merecedor del respeto de sus compañeros.

“Él podría ser mi jugador favorito dentro del equipo”, expresó el base All-Star Jrue Holiday a principios del torneo. “Kiel, la forma como ingresa a la cancha, sin miedo. Es bastante genial”.

Por su parte, Hayes se ha visto forzado a asumir la titularidad debido a las lesiones sufridas por los pívots Derrick Favors y Jahlil Okafor. Favors debió salir del partido contra Miami tras sufrir espasmos en su espalda. Luego de reemplazarlo en el quinteto inicial, Hayes promedió 2.3 bloqueos por partido en sus primeras cuatro ocasiones como titular. Gentry afirma que Hayes, de 6 pies 11 pulgadas de estatura y 220 libras de peso aún tiene mucho que mejorar a la defensiva; no obstante, parte de su mejoría se producirá a medida que aumente su contextura física.

“Pienso que él lo comprende bien. Parte de ello radica en contar con la fortaleza para mantenerse en tu posición y el core para defenderla bien”, dijo Gentry. “Con 19 años, su cuerpo aún sigue en desarrollo. Mientras mayor tiempo pase en la cancha, pienso que le será de mayor ayuda”.

Hayes indica ya no sentirse como un reno frente a las luces de un camión a la hora de asumir la defensiva y también asegura que su tiempo de juego en situaciones de baja presión a principios de la temporada le ha ayudado a hacer ajustes rápidamente.

“Simplemente, el poder conseguir ese ritmo y acostumbrarme a jugar mucho más ayuda, sin duda”, indicó. “Cuando alguien puede tomar su ritmo, eso puede ayudar, definitivamente”.

Ambos jugadores verán si su tiempo de juego es reducido cuando los Pelicans recobren la salud de la totalidad de su roster, aunque Hayes podría robarse una buena parte de los minutos de Jahlil Okafor. Sin embargo, todos saben que podrían ser convocados a la cancha en cualquier momento.

“Como novato, aprendí que ser profesional significa estar listo en todo momento”, expresó Alexander-Walker. “Cualquiera de nosotros puede ingresar a la cancha en un minuto dado. Podría escuchar mi nombre y debo ser capaz de tener buen desempeño”.

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