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Un 5-5 de Lakers de Kobe y Shaq: el equipo del 2000-01 fue el mejor de la dinastía

Este verano se cumplen 20 años del primer título que ganaron Shaquille O’Neal y Kobe Bryant con Los Angeles Lakers, ayudando al púrpura y oro a conquistar su primer campeonato desde 1988 y regresar al tope de la NBA.

Luego de ese primer título, vinieron dos más en fila, consolidando el lugar de Shaq y Kobe como dupla histórica y a esos Lakers como una de las dinastías más sobresalientes de todos los tiempos. Solo cinco veces un equipo logró ganar al menos tres campeonatos seguidos en la NBA, y ninguno lo ha hecho desde Los Ángeles a principios de siglo.

Con eso en mente, nuestros expertos de la NBA recuerdan la carrera mágica de Shaq, Kobe, Phil Jackson y el equipo de la NBA de la década de 2000.

1- West/Baylor, Magic/Kareem o Kobe/Shaq, ¿cuál es el mejor dúo en la historia de Lakers?

Sebastián Martínez Christensen, ESPN Deportes: Magic y Kareem. Aquellos Lakers de la década del 80 eran fascinantes de ver. Los Showtime Lakers eran artistas en transición. Era una orquesta perfecta dirigida por Magic Johnson, a mi juicio el mejor base armador de todos los tiempos. Abdul-Jabbar ganó seis MVPs y sigue siendo el líder anotador de todos los tiempos. Como si hiciera falta más evidencia, ganaron cinco títulos juntos.

Víctor O. López, ESPN Digital: Todos dignos de ser el dúo número uno. West y Baylor entrarían más en la conversación si hubieran ganado un campeonato juntos —especialmente en la época de los Celtics de Russell. Shaq y Kobe tienen su lugar especial por el tricampeonato, pero la respuesta tiene que ser Magic y Kareem. Los Showtime Lakers están entre los mejores equipos en la historia, justificado por sus cinco títulos en quizás la era más fuerte de la NBA y el tipo de baloncesto revolucionario que salvó a la NBA. El mejor dúo dinámico en la historia, solo detrás de Michael Jordan y Scottie Pippen en los Bulls.

Marcelo Bousquet, ESPN Digital: Sin dudas la dupla entre Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar. Jugaron 10 temporadas juntos y en dicho lapso disputaron ocho finales de las cuales ganaron cinco. Es un logro que ninguna de las otras duplas, ilustres por cierto, no han podido igualar. Mientras jugaron juntos, no hubo pleitos ni disputas personales aunque los egos existían, pero siempre supieron dejarlos de lado para que no interfirieran en el objetivo de ganar. Y si hablamos de lo que hicieron en la cancha alcanza con decir que Magic es el mejor base de la historia, mientras Kareem es considerado como uno de los mejores centros de todos los tiempos. Ganador de seis anillos, seis veces MVP y máximo anotador histórico de la Liga, hablan por si solo de su calidad. Kobe y Shaq formaron una dinastía, es cierto, pero la de Magic y Kareem duró el doble de tiempo y cosechó más anillos.

Rolando del Bosque, ESPN Digital: Sin duda, los tres marcaron una época dorada y contribuyeron a la grandeza de los oro y púrpura; sin embargo, creo cada generación de aficionados se decantará por una de las tres dependiendo cuál fue la que vio jugar. La ‘ventaja’ de Bryant y O’Neal sobre las otras dos parejas fue que jugaron en una NBA que ya se podía catalogar como internacional y era seguida mundialmente, a diferencia de las parejas que integraron West/Baylor o Magic/Kareem vistas en su mayoría por seguidores estadounidenses y eso puede favorecer para que sus logros tuvieran una mayor sonoridad. Por otra parte, Kobe y Shaq conjugaron la potencia física, el dominio de la tabla, el manejo de la duela y los tiempos, el hambre de ganar, pero no de ganar por ganar, sino de aplastar a sus rivales. Fue una fiereza que tal vez en esta época sólo se le ve a Giannis Antetokounmpo y que el 34 y 8/24 aprovecharon al máximo.

Hiram Martínez, ESPN Digital: Magic/Kareem. Puedo sonar como un nostálgico fanático de la NBA de los 80, del skyhook y del ‘baby hook’, pero esa columna vertebral de los ‘Showtime’ Lakers no tiene rival. Estamos hablando posiblemente del mejor armador en la historia del juego y uno de los tres mejores pívots de todos los tiempos, para muchos, el mejor. Magic apenas era un novato cuando ganaron ese primer título y llegó a la liga mucho más maduro que Kobe, a quien la adaptación le tomo más tiempo. Su influencia fue inmediata y le dio otra dimensión a esos Lakers de los 80. Kareem tenía 32 años cuando Magic llegó a la liga, pero mantuvo una extraordinaria condición física durante toda su carrera y supo pasarle el balón a Magic para ser la segunda voz de ese dúo.

2- Del tricampeonato de Kobe/Shaq (1999-00, 2000-01 o 2001-00), ¿cuál fue el mejor equipo?

Martínez Christensen: Los Lakers del 2000-01. Aquel equipo perdió un sólo partido en toda la postemporada, y probablemente fue causa de que no jugaban hace 10 días y subestimaron un poco a los 76ers. Shaquille O´Neal fue el estandarte de ese equipo, y merecidamente ganó el MVP de aquellas Finales, mientras que Kobe Bryant era el escudero ideal. Entre los dos, promediaron prácticamente 60 puntos, 17 rebotes y 10 asistencias por partido en los playoffs. Un acertijo imposible de descifrar.

López: La edición de 2000-01. La temporada regular fue un paseo para esta escuadra que apretó tuercas en los playoffs. La verdad es que estos Lakers debieron barrer toda la competencia, y si no fuera por un acto heroico de Allen Iverson, lo hubieran logrado. Shaq y Kobe compenetrados como nunca y el reparto en su mejor momento con Derek Fisher como titular.

Bousquet: Aunque los números de la temporada regular no lo demostró, el equipo del 2000-01 fue el que mejor baloncesto jugó por ser el más completo y dominante de todos. Hasta marzo todo era incertidumbre por las peleas entre Shaq y Kobe, lesiones y distracciones fuera de la cancha. Pero desde que comenzó abril fueron invencibles ganado 23 de los 25 juegos disputados. En ese lapso promedió 105.9 puntos por juego permitiendo que le anotaran solamente 90.9. En los playoffs, barrieron las tres series del Oeste contra Portland, Sacramento y San Antonio, esta última sin tener ventaja de localía. La final fue 4-1 ante Philadelphia, quien ganó el primer juego de la Final en tiempo suplementario y nunca más pudo llegar a anotar 100 puntos en los cuatro partidos restantes.

Del Bosque: Por lo que significó y por la manera de conseguirlo, el mejor fue el de la 99-2000. Los números lo dicen: récord de temporada regular, 67-15 y en playoffs, 15-8. Ese equipo comandado por Phil Jackson cumplió de sobra con las expectativas que se generaron cuando se armó. Y no es que las quintetas de los dos años siguientes haya sido menor; sin embargo, la mayoría de los jugadores ya se conocían, las incorporaciones se adaptaron pronto y con líderes como Kobe y Shaquille los resultados estaban garantizados.

Martínez: La versión de 2000-01 tenía a un Kobe (28.5 PPJ, 5.8 RPJ, 5.0 APJ) más maduro, en el año de su consagración como estrella, y Shaq (28.7 PPJ, 13.6 RPJ) todavía era el centro más dominante de la liga. A eso, se le añade un reparto estelar que no solo era más maduro, sino que ya tenía espíritu de campeón tras celebrar en la temporada anterior. Su dominio fue claro en los playoffs, llegando a la Final tras barrer las rondas de su conferencia 11-0 y superando 4-1 a los Philadelphia 76ers de Allen Iverson.

3- ¿Quién fue el héroe anónimo de esos equipos de esos Lakers?

Martínez Christensen: Derek Fisher. Kobe Bryant logró ganar títulos sin Shaq, pero nunca sin Fisher, a quien llamó su compañero favorito de todos los tiempos. Si bien es más recordado por lo que hizo post partida de O´Neal, la realidad es que siempre fue un contribuidor vital para los Lakers. Desde su intensidad defensiva hasta la capacidad para siempre aparecer en momentos importantes. Fisher es uno de los Lakers más subestimados de la historia.

López: ¿Phil Jackson cuenta? Derek Fisher y Robert Horry probablemente son la respuesta consenso aquí, pero me voy con Rick Fox, quien estuvo en los tres campeonatos y fue una presencia calmante en y dentro de la cancha con su liderazgo y entrega.

Bousquet: Robert Horry jugó un papel fundamental viniendo desde la banca en los tres campeonatos consecutivos. Siempre se hizo cargo de la defensa de los ala-pívots contrarios entre los cuales sobraba talento: estamos hablando de Rasheed Wallace, Tim Duncan, Karl Malone y Chris Webber por citar a los más importantes. Pero por si eso fuera poco, su tiro de tres puntos siempre aparecía en los momento complicados: así lo hizo en el juego 7 de las finales de conferencia ante Portland en el 2000 y en el juego 4 de la misma instancia ante Sacramento Kings para darle el triunfo sobre la chicharra y empatar la serie a dos. Algunos lo apodaban “Big Shot Bob”. Otros simplemente, “Mr. June”.

Del Bosque: Derek Fisher. Sin tantos reflectores, Fisher fue parte clave en el tricampeonato de los Lakers. Durante las tres campañas del tricampeonato, el escolta cifró dobles dígitos en cada una de ellas. En la 2000-01 promedió 11.5 puntos, 3 rebotes y 4.4 asistencias, en la 2001-02, 11.2 puntos, 2.1 rebotes y 2.6 asistencias, y en la 2002-03, 10.5 puntos, 2.9 rebotes y 3.6 asistencias. Una jugada suya sobre el reloj en el Juego 5 de las Semifinales ante San Antonio Spurs fue clave para la victoria de los angelinos. Con 4 décimas restantes en el reloj Fisher hizo el tiro ganador que dejó el marcador 74-73 en favor de los Lakers.

Martínez: Phil Jackson. Lograr armonizar en la duela los egos de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant para encaminarlos a lograr tres campeonatos fue una tarea titánica. Esa gestión como Coach/Zen Master con dos superestrellas que no se llevaban tiene más méritos que sus seis campeonatos con Jordan y los Bulls.

4- ¿Cuál es el mayor legado de esa dinastía de los Lakers?

Martínez Christensen: Más allá de los tres títulos conseguidos, y de jugar un básquetbol, por momentos, dominante, siempre surge la misma pregunta cuando pienso en aquellos Lakers de Shaq y Kobe. ¿Qué hubiese pasado si seguían juntos? La historia nos dice que la relación se quebró, y tomaron caminos separados. Aunque ambos ganaron títulos en su era post Lakers, juntos eran explosivos. Por eso el principal "legado" que nos dejan es uno de duda, y de sabor a que pudiesen haberse puesto algún anillo más si los egos no tomaban primera plana.

López: Son el último equipo en lograr un tricampeonato, así que el legado se escribe solo. Más allá de eso, la importancia de este equipo recae en traer de vuelta al púrpura y oro a la cima de la NBA tras más de una década sin saborear un título, sirviendo como la versión definitiva de la franquicia para una generación que no vio a los Showtime Lakers de Magic y Kareem.

Bousquet: A pesar de que no todo fue un paseo por el parque, los Lakers supieron diferenciar en que momentos la paja del trigo. En problemas, celos, disputas por ver quien era el gallo que cantaba más fuerte, sin embargo cuando llegaba el momento de la verdad, todos se unían dentro de la cancha para lograr el objetivo. La misma base de jugadores ganó tres campeonatos en cuatro temporadas y siempre eran vistos como favoritos para ganar otro título. Cuando todos entendían que había que privilegiar el juego de conjunto por sobre el lucimiento personal, los Lakers eran imparables. Quizás ese haya sido su legado, aunque lamentablemente, este comportamiento duró apenas cuatro temporadas y terminaron sucumbiendo a peleas de celos que terminaron dividiendo al equipo y poniendo fin a una de las dinastías más dominantes de la NBA.

Del Bosque: El mayor legado es Kobe Bryant y lo que le dio a la franquicia como jugador, pero más importante aún, como ser humano: Valores, fidelidad absoluta, entrega total durante dos décadas y amor a los colores por encima del dinero, algo cada vez menos común. Aunque el legado de esa dinastía comenzó con la llegada de Bryant en 1996, van a pasar años y años y nunca va a terminar, pues lo que hizo dentro y fuera de la duela quedará en la memoria de todos los aficionados al basquetbol, no sólo de los Lakers y como prueba están las muestras de cariño del mundo entero tras el accidente que le costó la vida.

Martínez: En primer lugar, le devolvió el lustre al amarillo y purpura, luego de varios años de dominio de los equipos de la Clase de 1984, Bulls de Jordan y Rockets de Olajuwon. Luego, solidificó a Shaquille O’Neal como uno de los pívots más dominantes de la historia, impulsó a Kobe hacia el superestrellato y le dio tres sortijas más a Phil Jackson.

5- ¿Qué cosa deben saber los fanáticos que nunca vieron esos equipos de los Lakers?

Martínez Christensen: Deberían saber que Shaquille O´Neal era el centro más dominante de aquella época, y esos equipos iban a su ritmo. Si bien luego Kobe Bryant tuvo una carrera fenomenal y será por siempre recordado como uno de los mejores escoltas de la historia, la realidad es que Shaq era el líder de aquellos equipos. Por eso ganó justificadamente los tres MVPs de las Finales.

López: Que Shaquille O’Neal, en su mejor momento, no tenía rival en la pintura. Estoy convencido que esa versión de Shaq que ganó los tres MVP de las Finales hubiera sido un verdadero dolor de cabeza para los centros históricos como Russell, Wilt Chamberlain, Abdul-Jabbar y Hakeem Olajuwon. Su velocidad de pie, salto explosivo, corpulencia y presencia física no tienen comparación en la historia.

Bousquet: Que entre el 2000 y 2002 pudo disfrutarse de dos jugadorazos en su pico de rendimiento. Shaquille O’Neal nunca se vio tan dominante como en esos tres años en los que fueron campeones, ni Kobe Bryant fue tan explosivo como en ese tiempo. Fue, además, un tiempo en el que ambos se esmeraban en jugar defensa, especialmente Kobe quien estaba empecinado en convertirse en el mejor jugador del equipo. Shaq siempre sostiene que ambos formaron el dúo más dominante (no el mejor) de la historia en la NBA… Y puede que tenga razón.

Del Bosque: Primero, que no todo es Chicago Bulls, Michael Jordan o Golden State Warriors y Stephen Curry. El ‘problema’ de los aficionados jóvenes, de cualquier deporte, es que piensan que las estrellas o figuras de la época en la que ellos nacieron son las mejores o las únicas y evidentemente eso es una mentira. No les interesa conocer la historia o tiempos pasados y se encasillan en lo que consumen al momento sin darse cuenta que para que esas figuras fueran grandes hubo otras que pusieron los cimientos sobre los que los Kobe, Shaq, o quien sea, están parados. La historia de la NBA es rica en muchos aspectos. Es verdad que ha habido dinastías como de la que hablamos, Lakers, o Bulls o Warriors, pero creer que un equipo o jugador manda o domina al resto es un error.

Martínez: En la Final de la Conferencia Oeste de 2000, los Lakers elaboraron una delantera de 3-1, pero perdieron dos partidos consecutivos y estaban abajo por 15 puntos faltando poco más de 10 minutos frente a Portland en el Juego 7. En lugar de protagonizar uno de los descalabros más grandes en la historia de los playoffs, se recuperaron para lograr una de las mejores reacciones de un partido decisivo, el avance de 29-9 que coronó el puente aéreo de Kobe a Shaq.

BONO: ¿Cuál es tu recuerdo favorito de esos Lakers de Kobe/Shaq?

Martínez Christensen: El alley-oop en el Juego 7 ante los Portland Trail Blazers. Siempre el primer título es el más difícil de conseguir. Y esa habilitación de Kobe a Shaq para sentenciar ese duelo, fue un aperitivo de lo que vendría. No sólo ganarían luego su primer anillo, sino que allí comenzaría la historia de uno de los dúos más prolíferos de la historia.

López: El disparo de ‘Big Shot Rob’ contra los Kings me hace sonreír siempre, pero tiene que ser el alley-oop de Kobe a Shaq en el Juego 7 de la final del Oeste contra los Trail Blazers. La jugada coronó una furiosa reacción para ganar el juego, avanzar a las Finales para su primer campeonato, y darle pie a la dinastía.

Bousquet: El baile de Mark Madsen durante la celebración del tercer Campeonato en fila mientras Shaq rapeaba. Nunca vi a nadie bailar tan mal.

Del Bosque: Hay una jugada de Kobe un partido contra los Blazers en la que los Lakers perdían 87-84 y Bryant recibe el balón de la banda con ocho segundos, tras un par de amagues sobre la pegajosa marca de Ruben Patterson saca un triple que empata el juego y en la siguiente jugada el mismo Kobe anota el triple del triunfo.

Martínez: El retrato de esa dinastía de los Lakers fue el alley-oop de Kobe a Shaquille O’Neal en el Juego 7 de la Final de Conferencia Oeste ante los Portland. No tan solo porque le puso un signo de exclamación al cuarto parcial de 35-13 con el que los Lakers aseguraron su pase a la Final, sino por la reacción de Shaq tras la dramática canasta.