Una lección que aprendió temprano en su vida ha regresado para ayudar a Victor Oladipo en medio de rumores de que la estrella de los Pacers quiere salir de Indiana.
"Mientras crecía, siempre me enseñaron a no involucrarme en tonterías", dijo Oladipo. "Nunca lo hice. Nunca salí y dije que no quería jugar para los Pacers o no estar en esta organización, y sí, estoy concentrado en el ahora. Aquí y ahora".
Oladipo está entrando en el último año de su extensión de novato de cuatro años y $84 millones que firmó en 2016. La oficina principal de Indiana podría permitirle jugar la temporada o buscar un socio de cambio, pero el presidente de operaciones de baloncesto de los Pacers, Kevin Pritchard, ha dicho que el escolta dos veces All-Star quiere estar en Indiana.
Oladipo viene de una campaña plagada de lesiones en la que promedió 14.5 puntos en 19 juegos, que fue su promedio de anotaciones más bajo desde su temporada de novato en 2013-14. Regresó a la acción en 2019-20 mientras continuaba recuperándose de perder la mayor parte de la temporada por una ruptura del tendón del cuádriceps en su rodilla derecha.
Después de ser eliminado en los playoffs en la primera ronda contra Miami, Indiana utilizó la temporada baja para hacer cambios grandes, incluyendo el reemplazo del ex entrenador Nate McMillan por el nuevo jefe Nate Bjorkgren, un ex asistente de los Toronto Raptors. También volvieron a firmar a Justin Holiday.
La mayor reacción que Pritchard recibió fue de sus jugadores que quieren ver cómo pueden desempeñarse con un Oladipo saludable y el All-Star, Domantas Sabonis, quien dejó la burbuja de la NBA en Orlando, Florida, para recibir tratamiento médico para la fascitis plantar pie izquierdo.
Sabonis dijo que su pie se siente bien ahora.
Oladipo también se siente fuerte, lo que lo tiene entusiasmado por comenzar otra temporada. Sin embargo, sentarse y permanecer en silencio mientras escuchaba su nombre en conversaciones no siempre fue fácil, pero decidió controlar lo que podía, que era mejorar como jugador de baloncesto.
"Es muy difícil, especialmente cuando se dicen cosas negativas sobre ti", dijo Oladiopo. "Llevo ocho años en la liga, este es mi octavo año y esta es la primera vez que alguien me acusa de algo así. Es muy interesante para mí, pero al final del día, no puedo dejar que ninguna de las cosas que no puedo controlar me hagan perder el enfoque de lo que realmente importa y eso es este equipo, mis compañeros, esta organización y asegurarme de estar saludable".
Escuchar la charla, mientras se desapega emocionalmente de la situación, lo motiva para desquitarse con sus oponentes. Decir que tiene un chip en el hombro es quedarse corto.
"Dejó de ser un chip hace mucho tiempo. Se siente más como el mundo en mi espalda y debo asegurarme de sostenerlo", dijo Oladipo. "Entonces, si quieres llamarme Atlas de ahora en adelante, está bien, pero ya no es un chip. Ahora es más grande que un chip, así que estoy ansioso por competir al más alto nivel".