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Tercera bala salvada en la ruleta de los Clippers

Clippers ganó a Suns para seguir con vida en la eliminatoria y así forzar a un sexto juego, donde tendrán que repetir la dosis para llegar a un séptimo y definitivo partido

Cada verano Paul George ha regresado al mismo lugar para trabajar en su juego, Palmdale California, en donde estudió su preparatoria y en donde también hace unos meses comenzó a escribir la historia de supervivencia en la que se han convertido los Clippers en estos playoffs.

Ayer ganaron su tercer partido de eliminación y lo hicieron contra todo pronóstico con las bajas de Kawhi y Zubac, pero con la confianza de una amistad forjada en aquellas canchas entre PG13 y su gran compañero revelación, Reggie Jackson.

George y Jackson se combinaron para 64 puntos anoche, el 55 por ciento del total de su equipo, pero más importante que eso, lideraron la ofensiva en el momento clave en el que los Suns se acercaron a dos posesiones, hasta que la conducción del primero y dos triples temerarios del segundo mandaron el partido a la congeladora a falta de dos minutos.

Lo increíble es que su química es relativamente nueva y apenas se consolidó cuando George decidió que fuese su santuario personal el lugar en el que convencería a Jackson de unirse a los Clippers el año pasado.

Primero lo invitó a entrenar y luego a salir en familia para constatar si su calidad en la cancha se mantenía fuera de ella, lo que derivó en una amistad que hizo sentir a Jackson auténticamente en casa por primera vez desde que llegó a la liga en 2011, según admite él mismo.

Y todo eso se ha reflejado en los playoffs. Con Kawhi fuera, los números de Jackson no han dejado de crecer, al punto que ayer su desempeño ya no sorprendió a nadie, luciendo en sus decisiones y combinándose con toda naturalidad con su amigo.

Ambos, su entendimiento, fue el problema que impidió que los Suns regresaran a Las Finales de la NBA, con unos Clippers obligados a reducir el tamaño de su alineación, pero que aún así tomando lo que querían en la pintura, gracias a los espacios que PG13 y su socio generaron para Morris y Cousins.

Por su puesto que el esfuerzo defensivo estuvo ahí y Pat Beverley se merece el reconocimiento de frustrar a los Suns hasta la última posesión, pero lo nuevo para los Clippers es la efectividad de este duo en los momentos más complicados de la temporada.

El trabajo del verano ha dado resultados y, aunque los Suns aún tienen dos oportunidades más para eliminarlos, la esperanza angelina de retener el trofeo Larry O’Brien en la Ciudad seguirá viva mientras George saque provecho de su cómplice de remplazo, ese que tenía reservado para usarse en caso de emergencia.