Los oficiales de la NBA, trabajando junto a la Policía de Boston y los elementos de seguridad del "FleetCenter", coinciden en que la substancia que hizo que los jugadores de los Celtics y algunos aficionados se quejaran de problemas para respirar, pudo ser "spray" de pimienta.

El hecho se dio durante el partido en que los Celtics derrotaron 83-72 a los Clippers.

Richard Krezwick, quien está a cargo del "FleetCenter", dijo que "un día después del incidente, la gente quiere que se castigue al responsable".

Durante el tercer periodo del partido los jugadores de los Celtics de manera sorprendente se levantaron de su banco, cubriendo sus caras con toallas, quejándose de un olor picante y algunos aficionados de molestias al respirar.

Durante los nueve minutos de retraso, el entrenador de los Celtics pedía al árbitro Hue Hollins que pospusiera o cancelara lo que restaba del partido.

"Tenemos directivas que debemos seguir cuando se presentan situaciones como esta", dijo Hollins después del partido, y agregó que "no podemos decir arbitrariamente que el juego ha concluido".

Cuestionado acerca de las políticas de seguridad de la NBA y como éstas han cambiado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, un vocero de la liga dijo que debía consultarse al vicepresidente Stu Jackson, quien hasta el momento no ha estado dispuesto para hacer comentarios.