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Jordan casi siempre recibía ovaciones de grandes proporciones de la audiencia en Nueva York, incluyendo en su partido final como miembro de los Chicago Bulls en el Garden en 1998. De momento, Jordan parecía sorprendido con los abucheos, pero luego se sonrió y dijo: "tienen razón, yo soy el enemigo".

El domingo, Jordan será el enemigo una vez más en Nueva York cuando los Knicks se midan a los Washington Wizards por última ocasión esta temporada en el Garden. No importa lo que pase, lo más probable es que Jordan va a recibir su acostumbrada ovación en el Garden porque los fanáticos en Nueva York siempre han apreciado la grandeza de Jordan. Y de su parte, Jordan nunca ha titubeado en destacar la grandeza de los partidos en el Garden. El hogar de los Knicks siempre ha sido su casa fuera de casa.

"Es la Mecca del basquetbol," ha dicho en varias ocasiones. "Uno siempre quiere jugar su mejor partido cuando se encuentra en el Garden".

Y Jordan sabe eso mejor que muchos. Nadie jugó mejor contra los Knicks de los '90 que el Número 23. Juegos de temporada regular o en los playoffs, Jordan escribió su propio capítulo en la gran chanca de la Gran Manzana. Muchos destacan los 55 puntos que anotó contra los Knicks sólo 10 días después de haber regresado del retiro en 1995. Pero todos saben que su grandeza en Nueva York comenzó mucho antes.

En el partido inaugural de la temporada 1986-87, los Bulls fueron a Nueva York con un nuevo dirigente, Doug Collins, y Jordan le garantizó a Collins que ganaría en su debut. Cumpliendo con su palabra, Jordan anotó 50 puntos en una victoria para Chicago, por 108-103. Ese partido fue el comienzo de una de sus mejores campañas, en la cual Jordan se conviritío en el primer jugador desde Wilt Chamberlain in anotar 3,000 en una temporada.

Y en los playoffs, cuando los Bulls necesitaban una victoria en Nueva York, Jordan siempre solía sacar la cara.

Dos días después de quebrar los pronósticos y eliminar a Cleveland en la temporada de 1989, los Bulls fueron a Nueva York contra los favoritos Knicks, quienes bajo Rick Pitino habían ganado la División del Atlántico por primera vez desde 1971. En el partido inaugural de la serie, Jordan terminó con su primer triple doble de la postemporada con 34 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias para darle a los Bulls una victoria por 120-109 en tiempo extra. Los Bulls, que terminaron quintos en la División Central, eliminaron a los Knicks en seis partidos.

Jordan completó el segundo triple doble de su carrera en los playoffs contra los Knicks en 1998 en quizás el mejor partido de postemporada que jugaron. Bajo Pat Riley, los Knicks ganaron 60 juegos y terminaron con el mejor record en la Conferencia Este cuando se midieron a los Bulls en la Serie de Campeonato. Tras irse al frente 2-0, los Knicks regresaron a casa 2-2 para el quinto partido, pero todavía tenían la ventaja de cancha.

En lo que ahora se recuerda como el "Juego Charles Smith", el delantero de los Knicks falló debajo del aro tres veces, incluyendo un tapón de Jordan, en los segundos finales para darle la victoria a los Bulls.

Chicago ganó el partido, 97-94, y eliminó a los Knicks en el próximo juego en lo que todavía es uno de los momentos oscuros en la carrera de Riley, actual dirigente del Miami Heat.

"Teníamos un gran equipo, quizás el mejor de mi tiempo allí, pero nunca logramos descifrar a Michael. Cuando miro a esos tiempos, nuestra inhabilidad de derrotar a los Bulls fue lo que marcó esa era", dijo Riley.

De hecho, en cinco series de playoffs contra Ewing, Jordan nunca perdió. Fue por esa razón, entre otras, que en un capítulo poco conocido, los Knicks hicieron un intento en vano por firmar a Jordan cuando se convirtió en agente libre en 1996.