MacCulloch fue sometido el lunes a una serie de análisis en el Hospital General de Massachusetts en Boston. El portavoz del equipo, Chris Wallace, dijo que los 76ers no emitirían de inmediato información sobre los resultados.

Algunos especialistas médicos consideraron improbable el lunes que MacCulloch siga jugando básquetbol, debido al trastorno genético conocido como síndrome de Charcot-Marie-Tooth.

En la mayoría de los casos, según los médicos, los pacientes pierden paulatinamente la capacidad de usar sus pies y piernas, mientras los nervios dejan de funcionar adecuadamente y los músculos se deterioran.

"Es un mal progresivo, y en la actualidad no hay tratamientos", dijo Carlos García, profesor de neurología clínica en Tulane. "Algunas veces la cirugía puede ayudar, pero no creo que uno pueda jugar básquetbol cuando tiene este tipo de problema en sus pies y manos".

El domingo, en una conferencia de prensa, MacCulloch trató de mostrarse optimista, pero las lágrimas asomaron por sus ojos cuando habló de dejar el básquetbol como algo "secundario" en su vida.