En efecto, la presencia de España entre los seis primeros equipos suma una plaza olímpica para el continente europeo, que ya contaba con la participación garantizada del país organizador de los Juegos, Grecia, la que le corresponde de oficio y las que el cuadro español, Alemania y Yugoslavia han conquistado en Indianápolis.

En vista de que el campeón del mundo se clasifica directamente para Atenas 2004, el Europeo del próximo septiembre en Suecia adjudicará tres o cuatro plazas para los Juegos griegos en función de lo que hagan Alemania y Yugoslavia en este Mundial, ya que si alguna de éstas dos selecciones logra el oro sellará su pasaporte olímpico automáticamente.

Oceanía también se ha asegurado dos representantes en Atenas 2004 gracias a la sorprendente trayectoria de Nueva Zelanda, mientras que el próximo Torneo de las Américas puede otorgar dos plazas -si Argentina es campeona mundial- o tres -si los argentinos no ganan el oro-. Africa y Asia, sin equipos en la fase final de Indianápolis. sólo tendrán derecho al sitio que les corresponde de oficio en los Juegos.

Por tanto, aunque la decepción de perder ante Alemania en cuartos ha tirado la moral de la selección española por los suelos, la cita exigía la máxima concentración porque de su suerte dependía una importante baza para aspirar al pasaporte olímpico en el Europeo suizo del próximo año.

España hizo de tripas corazón para sacar adelante el choque frente a Brasil, donde los efectos de la derrota en cuartos también saltaban a la vista. Además, entre los dos equipos sumaban tres lesionados: Alfonso Reyes, que ni siquiera se vistió de corto por una lumbalgia, Vanderlei Mazzuchini -con el hombro izquierdo dañado- y Marcelino Machado -problemas en la pierna izquierda-.

La selección hispana salió más concentrada y cobró ventaja desde el principio apoyada en Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Carlos Jiménez (29-21 m.10). Brasil amagó con complicar la situación en el segundo cuarto a través de una zona, primero 1-3-1 y luego 2-3 que atascó ofensivamente a los chicos de Imbroda, pero sólo momentáneamente (48-44 m.19).

La situación volvió a normalizarse inmediatamente. Un parcial de 34-17 en el tercer cuarto dejó todo sentenciado, aunque en ese tramo saltaron algunos roces absurdos. Juan Carlos Navarro recibió una técnica por encararse con Alex García, que había soltado el codo innecesariamente, y Rafael Araujo fue objeto de otra técnica por zancadillear a Jorge Garbajosa.

Un día después de enterrar los cuartos por culpa de los tiros libres, España firmó un 90,2 por ciento de efectividad desde la línea (32 de 41), así como un 61,7 por cierto en lanzamientos de campo.

89 - Brasil (21+26+17+25): García (17), Ferraciu (2), Klafke (19), Sandro Varejao (8), Anderson Varejao (4) -cinco inicial-, Filho (-), Giovannoni (12), Splitter (13), Barbosa (3) y Araujo (11).

105 - España (29+25+34+17): Rodríguez (7), Navarro (22), Jiménez (8), Gasol (21), Garbajosa (16) -cinco inicial-, Marco (2), Felipe Reyes (5), Angulo (5), Paraíso (10), Junyent (5) y Calderón (4).

Arbitros: Brazauskas (LTU) y Estévez (ARG). Señalaron técnica a Navarro (m.25) por encararse con Alex García y a Araujo por poner la zancadilla Garbajosa (m.28).