España mantuvo la concentración y la intensidad defensiva de la que todo el campeonato habla, sobre todo después de utilizarla como guillotina de los yugoslavos, con el mérito añadido de hacerlo frente al rival, a priori, más débil del grupo, aunque luego ha demostrado ser mejor que Canadá, al que derrotó en la primera jornada y, además, ha logrado el pase a la segunda fase.

Este tipo de encuentros son un arma de doble filo. En primer lugar, la selección jugó con el pase de ronda garantizado. En segundo término, aún flotaba en el aire la resaca por el sensacional triunfo sobre los actuales campeones del mundo. A pesar de todo, los hombres de Javier Imbroda apostaron por la misma línea de seriedad, sin cometer el error de menospreciar a los dueños del cetro africano.

Además, el seleccionador español confirió un tono utilitarista al partido para, por ejemplo, rodar a Pau Gasol y permitir que el alero de los Memphis Grizzlies progrese en su preparación física bajo condiciones de fuego real, ya que aún necesita ponerse a la misma altura que los demás jugadores después de superar la rotura muscular sufrida al principio de la preparación mundialista.

España salió con el pie en el acelerador para ahuyentar cualquier posibilidad de sorpresa. A los siete minutos la defensa española sólo había concedido una canasta de Angola y la diferencia tocaba los quince puntos (2-17).

Gasol estiraba las piernas al contragolpe y buscaba pelotas cerca del aro mientras sus números crecían paulatinamente. Jaoquim Gomes despertó al cuadro africano tras el 12-25 del primer cuarto. Fueron los mejores minutos de Angola, animada por un acercamiento testimonial en el marcador.

La felicidad del cuadro dirigido por Mario Palma decayó poco después. Imbroda, mientras tanto, alimentaba de minutos a los hombres que menos han jugado y probaba dispositivos defensivos al tiempo que la brecha en el tanteador recuperaba la contundencia para España.

A partir del descanso, con 29-48, el choque quedó en manos del banquillo español. Felipe Reyes (19 ptos; 11 reb.), Oriol Junyent, Jose Manuel Calderón, Lucio Angulo y Carles Marco, magnífico hasta ahora y con la condición de sexto hombre ganada a pulso, manejaron la situación hasta el final mezclados con alguno miembro habitual del quinteto base, certificaron el liderato del Grupo A y mantuvieron a España invicta en espera de la segunda ronda, que empezará el 2 de septiembre.