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¿Puede Julio Rodríguez convertirse en el próximo miembro del Club 30-30 de MLB?

El jardinero dominicano ha sido uno de los principales motores ofensivos del equipo de Seattle y las proyecciones le otorgan la posibilidad de acceder a un exclusivo club que solo cuenta con siete de sus compatriotas.

El club de los 30-30 es un selecto grupo de bateadores de Grandes Ligas que han alcanzado a conectar 30 cuadrangulares y a robar 30 bases en una misma temporada. Un total de 43 jugadores en toda la historia de MLB han podido alcanzar el referido club, lo que habla de la exclusividad de este. Dentro de ese grupo, solo seis peloteros de origen dominicano están incluidos.

Sammy Sosa fue el primero en entrar durante la campaña de 1993 y repitió la hazaña en 1995. Raúl Mondesí se unió en 1997 y volvió a hacerlo en 1999. Le siguieron Alex Rodríguez (1998), Vladimir Guerrero (2001 y 2002), Alfonso Soriano (2002, 2003, 2005 y 2006), Hanley Ramírez (2008) y el más reciente miembro del grupo, José Ramírez (2018).

En medio de una MLB cambiante donde el robo de bases ha ido dejando de ser prioridad para muchos equipos y donde se está imponiendo el juego de poder (cuadrangulares), no es difícil ver por qué se ha hecho tan difícil que otros jugadores ingresen al Club 30-30. Sin embargo, hay otro dominicano que en su año de novato tiene una gran oportunidad de alcanzar el galardón.

Julio Rodríguez, jardinero de Seattle Mariners, es líder de Grandes Ligas en bases robadas en este momento. En 45 partidos, el novato tiene 13 estafas en 16 intentos, lo cual lo proyecta para alcanzar 47 bases robadas en 58 oportunidades. Aquí es donde entran los números de poder en juego. Hasta el momento, Rodríguez solo tiene seis cuadrangulares, lo que le proyectaría a conectar 22 en 162 partidos, sin embargo, de esos seis, cinco han llegado durante los últimos 12 partidos, por lo que se puede apuntar a que Rodríguez, antes de terminar el segundo mes de campaña, ha acelerado el paso de manera considerable.

Algo que también ayuda a la proyección de cuadrangulares de Rodríguez es que desde que los Mariners se quejaron con MLB por la situación que vivía el joven pelotero con los ponches fuera de la zona de strike, la frecuencia de estos eventos parece haberse reducido, por lo que ha tenido mayor oportunidad de trabajar los turnos con más calma.

Visto esto, si Rodríguez puede mantener el buen momento de poder, es candidato para convertirse en el octavo dominicano en entrar al Club 30-30 y quién sabe si con ello, competir por el premio de Novato del Año de la Liga Americana.