El dominicano ha tenido una última semana altamente productiva con el bate, lo cual es una señal positiva de que pudiese estar a punto de dejar atrás el mal arranque de campaña.
Los números ofensivos de Juan Soto, finalmente, han empezado a subir. Luego de un mes de abril para el olvido en el que tuvo algunos de los peores números ofensivos de su carrera, “La Fiera” ha empezado a dar señales de que se está reencontrando, sin embargo, aún es demasiado pronto para decir que estamos viendo al Juan Soto de las temporadas anteriores.
Cuando se da una mirada detallada a las últimas semanas de Juan Soto, es notorio que ha tenido un aumento escalonado en la producción ofensiva. De hecho, durante sus últimos siete partidos, se encuentra bateando para promedio de .360 con porcentaje de embasarse (OBP) de .529 y slugging (SLG) de .640, buenos para un OPS de 1.169. Ha disparado un solo cuadrangular, pero cuatro de sus nueve hits en el tramo han sido dobletes.
El problema de Soto en el primer mes de temporada se basó, mayormente, en la cantidad de rodados que estaba produciendo. Hasta la última semana del mes de abril, cerca del 59 por ciento de los contactos del dominicano se habían convertido en rodados, con los cuales solamente pudo ligar seis hits en 33 turnos, sin que ninguno de ellos se convirtiera en un batazo de bases múltiples.
Adicionalmente, quizás por la presión de producir ante la complicada situación ofensiva, Soto ha estado haciendo una cantidad poco usual de swings en los que ha abanicado. De 615 lanzamientos que ha visto en la temporada, el jardinero de San Diego Padres ha abanicado al 26.4 por ciento de estos, la mayor cifra en su carrera, hasta el momento.
Sin embargo, es importante recalcar que el gran control de la zona de strike aún se mantiene, lo que lo tiene líder de MLB en transferencias recibidas con 31.
Juan Soto + X = 2 (home run sombreros).#MexicoCitySeries pic.twitter.com/PEJytNGjFP
— MLB (@MLB) April 30, 2023
En estos momentos, Soto batea para .227 con OPS de .824 y OPS+ de 133. Si puede continuar de manera consistente realizando los ajustes que ha venido en los últimos 15 días, pero de forma especial, en la última semana, es muy probable que veamos de vuelta al jugador de campañas anteriores, pero con una muestra tan pequeña, sería apresurado señalar que se encuentra de vuelta.
El éxito que Soto ha visto en las últimas semanas es el hecho de que contrario a como ocurrió al principio, los Padres lo han estado utilizando con mayor frecuencia como tercer bate y la diferencia entre lo que puede hacer ahí y lo que hizo como segundo bate, resulta abismal.
Bateando segundo (12 juegos) Soto tiene promedio de .091 con OPS de .427, quince ponches y nueve bases por bolas. Como tercero (20 juegos), batea para .318 con OPS de 1.080, 22 transferencias y 18 ponches. Sus números de poder también cambian de manera radical, como segundo bate tiene un solo jonrón y un doble, lo cual da una buena idea de por qué su SLG es de .182, mientras que cuando batea en el tercer puesto de la alineación, ha conectado seis dobles y cuatro vuelacercas, elevando su SLG a .591.
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