MLB Selecciones
Jorge Morejón | ESPN Digital 7y

Los Yankees quieren ganar ya

Los Yankees de Nueva York reforzaron su bullpen con un viejo conocido, el derecho David Robertson, quien pasó las primeras siete campañas de su carrera con el uniforme a rayas e incluso llegó a ocupar con éxito el puesto de cerrador al año siguiente del retiro del legendario Mariano Rivera.

Junto con Robertson (4-2, 2.70 de efectividad y 13 rescates), llega desde los Medias Blancas de Chicago el también apagafuegos Tommy Kahnle, un derecho que en su cuarta temporada ha mostrado una mejoría respecto al pasado y en 36 innings suma 60 ponches, con 2.50 de efectividad en 37 partidos.

Hasta ahí todo muy bien, pues en el canje Nueva York se deshizo de Tyler Clippard, un inefectivo relevista que en cada salida amenazaba con matar del corazón a medio Yankee Stadium.

Pero en la transacción que involucró a siete jugadores en total llegó también procedente de Chicago el antesalista Todd Frazier, un hombre que según sus propias palabras, siempre soñó con jugar para los Yankees, pero que ha visto un retroceso en su carrera y que, en honor a la verdad, no era lo que el equipo necesitaba.

Llega a la Gran Manzana con números mediocrísimos, average de .207, promedio de embasamiento (OBP) de .328, slugging de .432 y OPS de .761, con una tasa de ponches de uno cada cuatro veces al bate.

Hay factores intangibles, como la motivación, que están en la mente de cada pelotero y que no se miden por cifras. No es lo mismo jugar para el equipo de tus sueños, que hacerlo para un conjunto de los peores de todo el béisbol, que no va para ningún lado.

Por más profesionales que sean los peloteros, son, ante todo, seres humanos. Si no, pregúntese usted mismo por qué el mismo trabajo lo hace de manera distinta en dependencia de su ambiente laboral. Entonces hay que esperar a ver cómo reacciona Frazier al compromiso de ponerse unas rayas que pesan demasiado y que no todos pueden lucirlas con elegancia.

Los Yankees quieren competir ya y no esperar uno o dos años para que sus figuras más jóvenes estén completamente maduras para el reto. Pero necesitan todavía llenar un hueco que han tenido a lo largo de todo el año en la primera base, con varios candidatos cuyos caminos, de alguna u otra forma, conducen siempre a Miami.

Entre los rumores se han mencionado con mayor o menor fuerza los nombres del cubano Yonder Alonso (Atléticos Oakland), Eric Hosmer (Reales de Kansas City), Justin Bour (Marlins de Miami) y Lucas Duda (Mets de Nueva York).

Alonso, nacido en La Habana, pero criado en la Capital del Sol, está inmerso en la mejor temporada de su carrera, al punto de asistir hace una semana atrás a su primer Juego de Estrellas, justamente en Marlins Park, a donde llevó 110 invitados.

Nunca había bateado diez jonrones en sus primeros siete años con los Rojos de Cincinnati, los Padres de San Diego y los Atléticos y ya este año anda por 21.

Pero después de una primera mitad de lujo, su ritmo productivo ha bajado considerablemente y en lo que va de julio promedia para .204, con cuatro bambinazos y seis impulsadas. La apuesta por el cubano, agente libre al final de la temporada, tiene demasiados riesgos, pues aún está por verse, teniendo en cuenta sus números históricos, si esa primera parte de la campaña fue una larga buena racha o si este es el año en que finalmente se produjo la explosión ofensiva que de él siempre se esperó.

Hosmer, nacido en Miami y también agente libre cuando concluya la contienda, es un hombre probado en todas las instancias y cuyo temperamento, su estilo de juego agresivo, de esos que ya no se ven todos los días, encajaría a la perfección en un escenario tan exigente como el Yankee Stadium.

A su bateo consistente une una defensa de lujo, que le ha valido tres Guantes de Oro, pero los Reales todavía no parecen dispuestos a tirar la toalla y desmantelar el núcleo que les dio tantas glorias en años recientes.

Bour es una opción barata y a plazo más largo. El fornido inicialista de los Marlins se exhibió ante el mundo con toda su potencia al plantarle dura competencia a Aaron Judge en el Derby de Cuadrangulares.

Hasta entonces era un perfecto desconocido para la mayoría de los mortales, salvo los pocos que cada noche se aventuran en las semivacías gradas del Marlins Park.

En su cuarta campaña, el Tiburón Blanco, como le apodó Yiky Quintana, la voz en español de los Marlins, ha dado un salto de calidad tremendo, sobre todo ante lanzadores zurdos, que en sus tres primeras temporadas lo dominaban a su antojo.

Entre el 2014 y el 2016, ante zurdos Bour bateó de 103-23 (.223), con 36 ponches y ningún cuadrangular.

Este año, ante pitchers de la llamada mano equivocada lleva de 63-20 (.317), con seis vuelacercas.

Y la cuarta opción que han estado explorando los Yankees es Lucas Duda, de los vecinos Mets, pero que despierta, como su apellido, mucha duda.

Con demasiada tendencia a lesionarse, Duda es un bateador de rachas y poder ocasional que parecía despegar hacia un plano superior en el 2014, cuando botó por primera y única vez hasta ahora 30 pelotas y remolcó 92 carreras.

Pero a partir de ahí entró en una espiral descendiente por sus constantes problemas de salud. Esas son las opciones. Hosmer tendría un impacto inmediato, Bour podría mirarse con luz larga, Alonso y Duda dejan demasiadas interrogantes y los Yankees quieren ganar ya.

^ Al Inicio ^