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Bravos disfruta consecha de lo sembrado en cuatro años oscuros

MIAMI -- Después de cuatro campañas perdedoras, la paciencia comienza a rendirle frutos a los Bravos de Atlanta, mientras los Marlins de Miami tratan de mirarse en el espejo de sus rivales divisionales en el Este de la Liga Nacional.

El venezolano Ronald Acuña Jr, el curazoleño Ozzie Albies y Michael Soroka, tres de las caras más visibles de estos jóvenes Bravos, que ni habían nacido cuando la franquicia ganó por última vez en 1995 la Serie Mundial.

Otros, como Sean Newcomb, Mike Foltynewicz, Dansby Swanson y el colombiano Julio Teherán, apenas daban sus primeros pasos en la vida cuando Greg Maddux, John Smoltz y Tom Glavine levantaban el trofeo de campeones ante los Indios de Cleveland, hace 23 años atrás.

Esta es la cosecha que se sembró en esos cuatro años oscuros, en que la organización decidió reconstruirse a partir de cero.

Este equipo de Atlanta es hasta ahora una de las más gratas sorpresas de todo el béisbol, después de siete semanas del calendario regular, al copar el primer lugar en una división que se proyectaba para ser dominada ampliamente por los Nacionales de Washington y si acaso, con la oposición de los Mets de Nueva York.

''Es que una cosa es el papel y otra el terreno. Los partidos hay que salir a jugarlos y nosotros estamos haciendo bien las cosas'', dijo el fenónemo Acuña Jr, quien desde el primer día en que fue llamado a las Grandes Ligas demostró estar listo, a pesar de sus cortos 20 años de edad.

''Nosotros salimos cada día con la misma energía, lo mismo después de ganar el día anterior, que si perdemos tres seguidos, como nos pasó la semana pasada'', agregó el prospecto número uno de todo el béisbol.

Estos Bravos batean y mucho. Hasta los juegos del jueves eran los máximos productores de carreras en todo el viejo circuito, con 196, van primeros también en hits (351), dobletes (79) y average colectivo (.271), así y terceros en cuadrangulares, con 43, detrás de los Nacionales y los Rockies de Colorado.

Tienen una alineación tan bien aceitada que pueden armar una tormenta de grandes proporciones en un abrir y cerrar de ojos, como le hicieron a los Marlins en el primer juego de esta serie de cuatro en Miami, al fabricar de golpe siete carreras en el sexto episodio, después de cinco entradas con empate a una y llevarse el triunfo 9-2.

Un grand slam de Albies rompió el empate y fue su bambinazo número 11, uno menos que Bryce Harper, líder en el viejo circuito.

''Estoy viendo muy bien la pelota'', dijo el pequeño intermedista de Curazao, quien por la posición en que juega, su baja estatura y su bateo devastador, se ha ganado comparaciones con el venezolano José Altuve.

''Es un honor que me comparen con él. Yo quisiera llegar a ser como Altuve, pero por ahora me concentro en hacer mi juego y prepararme cada día'', agregó el autor del batazo decisivo del encuentro.

Y la gerencia ha encontrado piezas veteranas para unirle a este grupo de muchachos, para complementar con su experiencia el ímpetu de la juventud.

El venezolano Ender Inciarte, su compatriota Aníbal Sánchez y Nick Markakis son una suerte de mentores de los más bisoños, mientras que el dominicano José Bautista recién se incorporó al equipo y a decir verdad, todavía no ha engranado en el grupo y luce como un objeto anacrónico, como una pieza de anticuario en un clubhouse casi juvenil.

''Los muchachos están divirtiéndose y eso es lo que nos tiene donde estamos'', explicó Inciarte, quien trata de dar consejos a los más jóvenes.

''El papel de nosotros, los más veteranos, es ayudar a que estos muchachos se sientan cómodos y puedan adaptarse rápido a las exigencias de las Grandes Ligas, porque yo recuerdo en mis inicios que no hubo muchos veteranos que me arroparan y me ayudaran. Entonces, no quiero que ellos sientan lo que me pasó a mí'', agregó el venezolano.

Todavía le restan al calendario cuatro meses y medio de competencia y hay que ver si estos chicos son capaces de resistir las exigencias de tan largo camino.

Eso mismo decían de los Yankees de Nueva York en año pasado y se quedaron a un triunfo de avanzar al Clásico de Octubre.

Y mientras estos Bravos parecen listos para subir un escalón, los fanáticos de los Marlins los miran con esperanza y se preguntan, ''si ellos lo hicieron a partir de cero, ¿por qué nosotros no?''.