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Desde el mensaje de papá a un abrazo con Drake: la bienvenida de Toronto a Vlad Jr.

TORONTO - Vladimir Guerrero Jr. estaba boquiabierto frente al vestuario de los Toronto Raptors el sábado por la noche cuando una figura familiar se le acercó y lo abrazó, diciendo: "Welcome to the city, man" (Bienvenido a la ciudad, hombre).

Vladdy, conoce a Drake, Drake, conoce a Vladdy. Sólo en Toronto.

Menos de 48 horas antes, Guerrero estaba desayunando con sus abuelos, Altagracia y Damián, pensando en cómo sería su tan esperado debut en Grandes Ligas. Mientras desayunaba, imaginaba hacer contacto con la bola en su primer turno. Recordó su heroico desempeño en los juegos de exhibición en Montreal, y cómo los fanáticos esperarían más de lo mismo, pero sólo estaba enfocado en hacer contacto. "Aguanta y espera un buen pitcheo, sólo tienes que hacer contacto, y no te ponches", se decía a sí mismo.

Major League Baseball se le había acercado para regalarle la camiseta que su padre usó con los antiguos Montreal Expos, para que se la pusiera mientras caminaba rumbo al estadio el viernes. Guerrero tenía la opción de usar el clásico jersey azul claro, pero optó por el uniforme a rayas que todos asocian con la legendaria imagen de Junior, de apenas 5 años, parado al lado de su padre en Montreal.

Abrazó a sus abuelos antes de hacer el recorrido rumbo al elevador de servicio que conecta al Rogers Centre con el hotel del equipo, posando para algunas fotos con admiradores estupefactos a través del camino, sólo para recorrer lo que se sintió como una milla hasta el recién remodelado camerino de los Toronto Blue Jays.

La primera persona que vio en el camerino, que parecía ser más grande y más brillante de lo que recordaba, fue al jardinero Billy McKinney, cuyas primeras palabras fueron: "Te ves muy bien, ¿has perdido peso?" Guerrero le dio un abrazo al jardinero mientras McKinney lo felicitaba por su promoción a Grandes Ligas.

Cuando Guerrero se dirigió a su casillero, ubicado entre el del lanzador Clay Buchholz y el del receptor Luke Maile, pensó si habría preguntas sobre su peso. Estaba muy orgulloso de haber rebajado 22 libras, pero al mismo tiempo, no le importaba. Este día, su primer día en las mayores, se trataba mucho más que eso.

Decenas de cámaras siguieron cada uno de sus pasos. Cuando salió al campo para estirarse, Justin Smoak y Teoscar Hernandez se burlaron de toda la atención que estaba recibiendo. Se rió y lo tomó con calma, mientras multitudes de medios capturaban todos y cada uno de sus movimientos.

"De veras que fue algo medio cómico.... y divertido. Eso es una cosa como normal (para mí)", diría más adelante sobre la intensidad de la cobertura mediática en torno a su debut.

Guerrero habló con su padre brevemente antes del juego. Mientras Vladimir Guerrero, padre, abordaba a los medios de comunicación, Junior tomó su bate, que tiene el mismo tamaño y peso que el de su papá, 34 pulgadas y 32 onzas, y se dirigió a la jaula de bateo. Entre la multitud, le gritó a su papá, preguntándole si había visto a Smoak, que quería saludarlo; Vladimir padre dijo que lo había hecho.

Después de una de las prácticas de bateo más documentadas y fotografiadas en la historia del Rogers Centre, "Vladdy" (como lo apodan los medios de comunicación) se aseguró de detenerse frente al dugout para darle un abrazo a su abuela y presentársela a su compañero de equipo Rowdy Tellez, quien le agradeció en su limitado español toda la comida que cocinó para ellos en las menores y durante la primavera. Doña Altagracia sonrió y los abrazó a ambos.

Guerrero ya anhelaba estar en privado y tranquilo en el camerino junto a sus compañeros. Allí dentro, bromearon con él por toda la atención de los medios, pero nunca lo trataron como novato. Él estaba preparado; sabía que merecía estar allí, y así se sentía. Estaba como en su casa.

Los aficionados en el Rogers Center, con casi 30 mil abarrotando las gradas, vitorearon y ovacionaron el debut de la nueva estrella en Toronto, pero Guerrero estaba enfocado por completo en la tarea que tenía de frente. Una de las razones por la cual parece mucho más maduro que su edad es porque ha crecido con plena conciencia de que el verdadero trabajo comienza más allá de toda la fanfarria.

Logró su objetivo en su primer turno al bate: hizo contacto, no se ponchó. Al final del juego, le obsequiaron la tarjeta de alineación y la bola de su primer hit en Grandes Ligas, un doblete por la banda contraria en la novena entrada que terminó convirtiéndose en la carrera ganadora. Guerrero quería quedarse con el uniforme que vistió en el juego, pero MLB lo pidió. Guardó el bate que usó en el partido, lo autenticó, y luego se lo regaló a su padre.

La celebración junto a sus familiares al concluir el partido fue intensa y continuó hasta bien entrada la noche. Pasó tiempo con ellos, pero luego se retiró a su habitación y pasó algunas horas respondiendo a mensajes de felicitación e intercambiando mensajes de texto con amigos cercanos, incluido Lourdes Gurriel Jr., antes de al fin acostarse a dormir.

El sábado giró menos en torno a la anticipación del partido y más sobre prepararse para disfrutar el inicio de su carrera. Las emociones de las primeras 24 horas estaban allí, pero Guerrero pudo seguir mucho mejor su rutina previa al partido y se sintió mucho más relajado. No contribuyó de manera importante al segundo triunfo del equipo en la serie, pero se sintió muy feliz por Eric Sogard y Brandon Drury como los héroes de la victoria.

Guerrero se sintió decepcionado con su disciplina en el plato en el segundo juego. Se ponchó dos veces, una vez con las bases llenas y sin outs, por lo que fue reprendido por los fanáticos durante el juego ... y por su padre después.

"No puede ser así", le dijo su padre, integrante del Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas, mientras salían del estadio después de la victoria de los Jays. "Eso no es lo que sabes hacer".

Sabía que Vladimir padre tenía la razón.

Esa noche, Guerrero recibió una invitación para asistir al primer partido de las semifinales de la Conferencia Este de la NBA entre los Raptors y los Sixers, pero no estaba de ánimo para celebrar. A pesar de que los Jays habían ganado de nuevo con él estando en la alineación, estaba decepcionado por su actuación, y solo quería descansar un poco. Luego lo reconsideró, especialmente porque sabía que su artista favorito, Drake, estaría allí.

Cuando Guerrero entró al estadio de los Raptors en el tercer cuarto, se encontró con miles de sonrisas de los fanáticos en Toronto, que vitorearon su nombre. Cuando se mostró su "Red Carpet Welcome" (Bienvenida de alfombra roja) en la pantalla del estadio, la cual incluyó una camiseta personalizada de los Raptors con el número 27, sabía que había tomado la decisión correcta. Fue emocionante sentir que realmente era parte de la fibra deportiva de la ciudad.

Fue llevado por las entrañas del Scotiabank Arena rumbo al vestuario de los Raptors, y mientras se paró a las afueras del camerino, parecía un niño de 20 años en una tienda de caramelos, cuando el momento que tanto había esperado finalmente llegó. Drake se le acercó, abrazó a Guerrero, y le dio la bienvenida a Toronto.

Vladdy Jr. se quedó sin palabras. Esa sonrisa de los Guerrero estaba allí, pero pareció olvidar por completo todo el inglés que había aprendido. Posó para fotos con su ídolo, pero mientras se dirigía a la salida, no podía creer que así terminaría su día, de decepción en el terreno hasta la euforia pura del aquí y ahora.

Al salir del estadio, sus familiares trenzas rubias causaron conmoción entre los fanáticos, y se sintió abrumado por la atención y las solicitudes de fotos. Reconoció a una figura familiar a la distancia, el ex lanzador de los Blue Jays, Ricky Romero, quien lo ayudó expertamente a trasladarse hacia la salida.

Guerrero tuvo un desempeño limitado en el tercer juego de la serie, en particular con lo que lograron Drury y Sogard en la barrida de los Atléticos. Y aunque estaba decepcionado, se regocijó con sus compañeros de equipo y soñó con nuevas posibilidades en una temporada en la que la gran mayoría de las personas no les dan ningún chance a los Azulejos.

La transición de Guerrero de ser el mejor prospecto del béisbol a una verdadera estrella de Grandes Ligas puede que no ocurra de la noche a la mañana, pero sin duda se disfrutará cada momento del proceso. Él se toma de corazón el consejo de Drake en su canción "Tuscan Leather": "Accept yourself. You don't have to prove s--- to no one except yourself - Acéptate a ti mismo. No tienes que demostrarle un caraj- a nadie, excepto a ti mismo".