<
>

Los Mets deben estar listos para vender, vender, vender

Si Nueva York no logra cambiar pronto sus cosas, ellos deberían obtener tanto valor por sus veteranos como les sea posible -- comenzando con su cerrador Edwin Díaz. Brian Rothmuller/Icon Sportswire

Edwin Díaz volteó su cabeza del plato mientras Cody Bellinger completaba la asombrosa recuperación de los Dodgers para llevarse la victoria con un deslizamiento para ganar el partido el miércoles en la noche, y el cerrador de los Mets bajó su mentón, se ajustó su gorra y comenzó el solitario camino hacia el camerino visitante. Los Mets han sufrido muchas decepciones en los primeros dos meses de la temporada, algunas derrotas terribles, pero esta se sintió como el punto más bajo.

Tienen marca de 27-28, seis juegos detrás de los Phillies y 2½ detrás de los Bravos en el Este de la Liga Nacional; quedan más de 100 juegos por disputar, todavía queda mucho tiempo para recuperarse. Los Mets podrían ganar esta noche y dividir la serie ante los Ddogers, y la rotación con gran promesa podría calentarse y sobrepasar a Filadelfia. Robinson Canó podría volver de su lesión de la corva y jugar mejor, y quizás pase que Jed Lowrie, la gran adquisición del equipo en la agencia libre en el invierno, alcance la salud y pueda contribuir. Si todo eso ocurre, los Mets podrían ser considerados como compradores antes de la fecha límite de cambios del 31 de julio.

Pero tan pronto como pase el draft de novatos de la semana próxima, los Mets deben prepararse para dos posibles caminos - el de compradores, o el de vendedores. Pero vendedores en grande.

Si no logran recuperarse, los Mets deberían ejecutar lo que un ejecutivo calificó como un "Preller" - un desmontaje significativo de un potencial contendiente. En el invierno 2014-15, A.J. Preller se convirtió en el gerente de los Padres y se fue con todo, en un esfuerzo por ganar de inmediato, pero con resultados desastrosos: Pese a las adiciones de Matt Kemp, Justin Upton, Craig Kimbrel, James Shields y otros, y con un gran costo para el sistema de fincas del equipo, San Diego ganó menos partidos que el año anterior. Entonces Preller dio un reversazo total, saliendo de sus veteranos y añadiendo prospectos como Fernando Tatis Jr. (en un cambio por Shields), Manuel Margot (por Kimbrel), Anderson Espinoza (por Drew Pomeranz) y Chris Paddack (por el relevista Fernando Rodney, en el verano de 2016).

Los Mets no deberían recortar su nómina hasta los huesos y ponerse a perder de la forma que lo hicieron los Padres, pero si no logran darle vuelta a las cosas, el gerente Brodie Van Wagenen debería adoptar a misma estrategia y salir de algunos de sus veteranos más valiosos por prospectos cotizados o listos para las Grandes Ligas. En el esfuerzo por ganar este año, Van Wagenen cambió a algunos de los mejores activos en la organización de los Mets, siendo los más notables el jardinero y ex seleccionado en la primera ronda Jarred Kelenic, quien está teniendo una temporada monstruosa en la organización de los Marineros, y acaba de ser subido, y el lanzador Justin Dunn, quien de igual forma, está progresando en el 2019.

Diaz dejó escapar la ventaja de los Mets el miércoles, pero sigue siendo reconocido como un cerrador élite. A sus 25 años, tiene 35 ponches en 22⅓ entradas, y si los Mets deciden ofrecerlo en el mercado, se convertiría de inmediato en el relevista más codiciado, por encima de otros jugadores parecidos como Shane Greene, Ken Giles y Francisco Liriano. Esta podría ser una buena oportunidad para que los Mets, que andan controlando sus gastos, salgan de Díaz, porque está a punto de ponerse bien caro - a través del arbitraje, probablemente vea su salario aumentar desde los $607,245 que se gana esta temporada hasta por encima de los $7 millones, la marca establecida por Kimbrel cuando fue elegible para arbitraje por primera vez en el 2014.

Los Mets podrían conseguir grandes ofertas por Díaz, y de igual forma, podrían conseguir buen material por Noah Syndergaard, quien será elegible a la agencia libre luego de la temporada 2021, y Zack Wheeler, quien llegará al mercado libre en el próximo otoño. Ninguno de ellos ha lanzado bien, pero ambos tienen la promesa de un cambio en medio de la temporada - y uno pensaría que cualquier equipo que los adquiera tendría ideas de cómo hacer que eso ocurra. Como mínimo, cada uno es capaz de proteger a un bullpen al lanzar lejos en los partidos.

Los Mets también podrían escuchar ofertas por Jacob deGrom, pero podría pensarse que los dueños del equipo no estarían dispuestos a considerar un cambio por la cara de la franquicia.

Por debajo de los problemas de Canó y el receptor Wilson Ramos, las extrañas pero ciertas lesiones de Yoenis Céspedes y el chivo expiatorio del manager Mickey Callaway, hay razones para esperar que los Mets sigan adelante. Michael Conforto ha florecido, Pete Alonso es candidato al Novato del año, Amed Rosario está mejorando y Jeff McNeil ha demostrado que es un ligamayorista más que capaz.

Si no llega la gran recuperación para los Mets - e incluso si llega - la gran lección de este año es que un plan para ganar ahora está destinado a fallar a menos que los dueños estén dispuestos a gastar grandes cantidades, en dinero y en prospectos. Los Mets cambiaron a prospectos por Canó y Díaz, pero ellos necesitan otras piezas y un gran impulso en su nómina; su plan de ir con todo ha resultado a medias. Los Medias Rojas ganaron la Serie Mundial del 2018 al esquilmar su sistema de fincas para conseguir a Kimbrel y Chris Sale, pero también al firmar a J.D. Martinez y construir la mayor nómina en el béisbol.

Si ese tipo de gastos no es posible para Van Wagenen - y no existe ningún indicio de que los Wilpon, dueños de un equipo en mercado grande pero que gastan como un equipo de mercado mediano, vayan a abrir sus billeteras - entonces él necesita recargar de inmediato su sistema de fincas. Tiene los medios para hacerlo, al hacer las selecciones correctas y elegir los prospectos correctos.