Algunas de las cifras en esta “temporada del jonrón” rayan en lo ridículo. Tomen en cuenta las siguientes estadísticas previas a los partidos del lunes:
Por supuesto, esto significa que hay alguien que abona el terreno para todos esos cuadrangulares. Consideren el lado horroroso de la historia:
Por eso, los jonrones (conectados en cifras récord, manteniendo ritmo para totalizar 1.000 vuelacercas más que la pasada temporada y 500 por encima del récord previo impuesto en 2017) han sido la gran noticia de la primera mitad de la actual campaña. Sin embargo, siendo éste el béisbol, los críticos han recibido esta epidemia ofensiva con un grado considerable de comentarios al estilo “todo tiempo pasado fue mejor”. En 2014, todos se quejaban de que nadie podía batear. Ahora, todos se quejan de que hay demasiados jonrones.
Comparen estas críticas con lo ocurrido en la NBA, donde la cifra de intentos de triples se ha incrementado en más de un 50% en apenas seis temporadas, pasando de 20 por partido en 2013 a 32 por encuentro en la zafra anterior. Parece que los aficionados y quienes cubren al béisbol mayor han aceptado esta tendencia en su mayoría; en parte, porque los equipos que convierten más triples tienen récord 51-27 en los playoffs de este año. Los equipos que convierten más triples usualmente ganan. Los equipos que batean más jonrones usualmente ganan. Este es el deporte que se juega en 2019.
Hay que mantener en mente que la cifra general de carreras anotadas por partido permanece dentro de la norma histórica a un promedio de 4.78 por encuentro (la más alta desde 2007, cuando se registró 4.80). Cierto, todos los jonrones conectados se mezclan con una mayor cifra de ponches, menos sencillos y menos bases robadas y este declive de la acción dentro del partido distinta al vuelacerca se convierte en un tema razonable para debatir. A la vez, dondequiera que voy a un partido y el equipo local suelta un jonrón, los aficionados se levantan a aplaudir. Los jonrones no son todos malos (a menos que uno sea aficionado a los Orioles).
A continuación, presentamos otros nueve temas importantes mientras nos acercamos al ecuador de la temporada de Grandes Ligas (todas las estadísticas mostradas son hasta los partidos del domingo):
Tristeza en el bullpen
Tal y como pueden dar fe los aficionados de los Nationals, históricamente hablando, los bullpens son mediocres. El bullpen de los Nationals tiene efectividad colectiva de 6.29 y los lamentables Orioles tienen una efectividad colectiva de 6.34 para su cuerpo de relevistas. Ningún bullpen de la era moderna ha terminado con una efectividad colectiva superior a 6.00 y ahora podríamos ver a dos equipos alcanzar esa nada halagadora cifra en la misma temporada. Pero no solamente los bullpens en la región central del Atlántico están confrontando dificultades. Los relevistas tienen efectividad de 4.50 mientras que los abridores mantienen promedio de carreras limpias permitidas de 4.44; lo cual haría de esta la primera temporada desde 1969 en la cual los relevistas tienen peor efectividad colectiva que los abridores.
Una teoría implica que, a medida que los managers exigen más esfuerzo por parte de los relevistas y menos a los abridores, los bullpens se están fatigando muy rápidamente. En la mayor parte de la década del 2000, la brecha entre efectividad de los abridores y relevistas osciló entre 0.25 carreras limpias hasta 0.52 en 2012. En la actual temporada, los abridores tenían efectividad colectiva de 4.19 mientras que los relevistas mostraron promedio de 3.67 carreras limpias permitidas.
Eso también ocurrió cuando comenzamos a ver un incremento sustancial de los relevistas con velocidades de alto octanaje en sus rectas. Pienso que parte de la ecuación de los bullpen este año radica en que los toleteros se han hecho más adeptos a conectar rectas de alta velocidad: eso va a afectar a los relevistas más que a los abridores, ya que la mayoría de los relevistas no cuentan con el profundo repertorio de pitcheos que sí tienen los abridores. De hecho, este año vemos que los bateadores están conectando mejor contra pitcheos con velocidades superiores a 95 millas por hora con respecto a otros envíos en general. En 2012, su promedio de embase sopesado (wOBA, por sus siglas en inglés) fue de 19 puntos menos contra lanzamientos por encima de las 95 mph:
2019: .248/.333/.409, .321 wOBA (.319 en general)
2018: .241/.324/.377, .309 wOBA (.315 en general)
2017: .245/.329/.394, .315 wOBA (.321 en general)
2016: .247/.322/.381, .309 wOBA (.318 en general)
2015: .242/.315/.370, .303 wOBA (.313 en general)
2014: .235/.307/.336, .291 wOBA (.310 en general)
2013: .240/.310/.354, .297 wOBA (.314 en general)
2012: .233/.311/.352, .296 wOBA (.315 en general)
Los Dodgers
Los Angeles Dodgers comienzan la semana con récord 54-25, manteniendo ritmo para 110 triunfos (111, si prefieren redondear). Ese no es un ritmo para romper récords, como el que tuvieron hace un par de años hasta que perdieron 16 de 17 partidos a finales de temporada; no obstante, el equipo de este año podría ser aún más excepcional, considerando la calidad mostrada en general por los equipos de la Liga Nacional.
Hay que tomar en cuenta que, en 2017, seis equipos del Viejo Circuito perdieron más de 90 partidos, incluyendo los San Francisco Giants (98) y San Diego Padres (91) en la División Oeste de la Liga Nacional. Este año, solo los Miami Marlins y los Giants mantienen ritmo para 90 derrotas. Lograr esta clase de récords en una liga tan equilibrada es testimonio del dominio de los Dodgers en 2019.
A continuación, los mejores récords obtenidos después de 79 partidos disputados en las 10 temporadas recientes:
2018: Yankees, 53-26 (terminaron con récord 100-62, perdieron la Serie Divisional de la Liga Americana)
2017: Astros, 53-26 (terminaron con récord 101-61, ganaron la Serie Mundial)
2016: Cubs/Rangers, 51-28 (los Cubs terminaron con récord 103-58 y se alzaron con el título de la Serie Mundial; los Rangers terminaron con récord 95-67 y perdieron la Serie Divisional de la Liga Americana)
2015: Cardinals, 51-28 (terminaron con récord 100-62, perdieron la Serie Divisional de la Liga Nacional)
2014: Athletics, 49-30 (terminaron con récord 88-74, perdieron el partido por el comodín)
2013: Pirates, 49-30 (terminaron con récord 94-68, perdieron la Serie Divisional de la Liga Nacional)
2012: Rangers, 50-29 (terminaron con récord 93-69, perdieron el partido por el comodín)
2011: Phillies, 49-30 (terminaron con récord 102-60, perdieron la Serie Divisional de la Liga Nacional)
2010: Yankees, 48-31 (terminaron con récord 95-67, perdieron la Serie de Campeonato de la Liga Americana)
2009: Dodgers, 50-29 terminaron con récord 95-67, perdieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional)
Entonces, tenemos que 10 de los 11 equipos jugaron peor después de su primera mitad de campaña encendidos, aunque todos los 11 lograron clasificar a los playoffs. Salvo que se produzca un cambio de suerte que raye en lo surrealista, los Dodgers se impondrán con su séptimo título divisional consecutivo. Además, vaticino que romperán el récord de la franquicia angelina de 104 triunfos, impuesto por el equipo en 2017… y quizás hasta sumar 110 victorias. Ese es el nivel de calidad que tiene este equipo, a pesar de un bullpen mediocre que se ubica en el undécimo puesto de las Mayores en efectividad colectiva y el 24 en probabilidad de triunfos añadida. Con un mejor bullpen, podríamos estar viendo a uno de los mejores equipos de todos los tiempos.
El asombroso inicio de temporada de Hyun-Jin Ryu
Los Dodgers son tan dominantes en gran medida gracias a su nuevo as del pitcheo. La línea estadística de Hyun-Jin Ryu en este año del jonrón parece ser una caja de barajitas de béisbol en una media de regalos navideños que está repleta de carbón: 9-1, 1.27 de efectividad, apenas seis boletos y siete jonrones en 99 episodios.
Ryu solo ha concedido un jonrón en sus 10 aperturas más recientes, en las cuales suma 71 2/3 innings de actuación. Ha permitido más de dos anotaciones en solo una oportunidad en la presente temporada y eso se produjo en su última apertura, con dos de esas carreras sucias. Desde que se disminuyera la altura de la lomita en 1969, apenas 10 pitchers han terminado con una efectividad en la primera mitad por debajo de 1.50 con un mínimo de 75 innings (y tres de ellos fueron relevistas). No es que se debería esperar que Ryu mantenga efectividad de 1.27, sin embargo, su efectividad ajustada ERA+ (para los ambientes de su parque y liga) de 335 acabaría con el récord previo en una temporada y superaría la marca de 291 de la era moderna, impuesta por Pedro Martínez en 2000 con 291 (cuando éste tuvo efectividad de 1.74 contra la efectividad colectiva de la liga de 4.91). Ha sido una mitad de temporada histórica.
La Liga Americana es terrible
La Liga Nacional comanda el juego interligas con récord 76-57 (de nuevo, hasta la jornada dominical), lo cual es una forma de explicar lo mediocre que ha sido la Liga Americana. Sin embargo, lo que realmente queremos decir es lo mediocres que han sido los Blue Jays, Orioles, Royals y Mariners. Pensé que sería difícil superar lo visto en 2018, cuando tres equipos del Joven Circuito perdieron por lo menos 100 partidos; no obstante, revisamos la proyección de récord de triunfos y derrotas de esos cinco equipos basándonos en su actual porcentaje de triunfos actual:
Baltimore Orioles: 45-117 (registro peor en dos partidos con respecto a la campaña anterior)
Kansas City Royals: 57-105
Detroit Tigers: 57-105
Toronto Blue Jays: 60-102
Seattle Mariners: 69-93
Los Mariners no mantienen ritmo para perder 100 juegos; sin embargo, tienden a ir en esa dirección, con registro 23-45 después de ese comienzo de campaña con marca 13-2. Quizás no todos sumen las 100 derrotas. FanGraphs mantiene proyecciones que indican que sólo los Orioles perderán 100 partidos. Pero, ¿cuál es la conclusión? Un tercio de los equipos de la Liga Americana está jugando un béisbol insoportable en estos momentos.
Los Yankees sobreviven a una epidemia de lesiones
Los Yankees se han beneficiado de jugar en una terrible Liga Americana, imponiéndose a Tampa Bay hasta alcanzar el liderato del Este del Joven Circuito, aunque parecen haber jugado con su equipo B durante gran parte de la primera mitad del torneo. En sus primeros 77 partidos, hay que tomar en cuenta la cantidad de partidos en la cual este grupo de jugadores del Bronx se mantuvo ausente: Giancarlo Stanton con 70, Miguel Andujar con 65, Didi Gregorius con 64, Aaron Judge con 54 y Aaron Hicks con 47. Eso suma un total de 300 partidos ausentes, prácticamente dos temporadas por parte de cinco jugadores que sumaron hace un año la bicoca de 146 jonrones.
Otros compañeros han asumido el protagonismo, siendo los más notables Luke Voit, Gio Urshela y Cameron Maybin. Mientras que los Yankees han logrado superar claramente a los Orioles (10-2), también jugaron bien contra los Rays (7-2) y Red Sox (4-1). No obstante, el calendario se torna un poco más difícil durante las próximas semanas, incluyendo 10 encuentros contra los Red Sox hasta el 4 de agosto y 8 contra Tampa Bay.
La tristeza de los agentes libres
Durante toda la temporada baja, todos se quejaban de la inercia del mercado de agentes libres. Algunos hicieron mucho más que quejarse. Pues bien, aquí tenemos cómo le ha ido al Top 10 de agentes libres en total de dólares percibidos:
Bryce Harper ($330 millones): en el puesto 35 entre jugadores de posición en la Liga Nacional en WAR según la formula FanGraphs.
Manny Machado ($300 millones): Tiende al alza, pero permanece en el puesto 21 entre jugadores de posición en la Liga Nacional.
Patrick Corbin ($140 millones): Arrancó encendido, pero ha tenido dificultades en fechas recientes y su récord es 6-5, con 3.90 de efectividad.
Nathan Eovaldi ($67.5 millones): Lesionado, apenas hizo cuatro aperturas
A.J. Pollock ($60 millones): Lesionado, ligó para .223 en 28 partidos.
Andrew McCutchen ($50 millones): Quedó fuera de acción por el resto de la temporada con un desgarro en su ligamento cruzado anterior.
Yusei Kikuchi ($43 millones): 4-5, 5.11 de efectividad, incluyendo una efectividad de 9.00 en sus últimas seis aperturas
Zack Britton ($39 millones): 2-1, 2.51, 25 SO, 18 BB, 22 H en 32⅓ IP • J.A. Happ ($34 millones): 7-4, 5.23 efectividad, 19 HR en 84.1 IP.
Michael Brantley ($32 millones): .322/.382/.512, 11 HR, 43 CI.
Hasta ahora, el único “ganador” claro para los equipos ha sido Brantley. McCutchen estuvo jugando bien hasta que se produjera su lamentable lesión y Britton ha sido confiable a pesar de su alto promedio de boletos concedidos. Aún así, como grupo, estos 10 peloteros han estado mucho peor, en comparación con el grupo del año pasado. ¿Y nos seguimos preguntando por qué los gerentes están tan reacios a pagar cuantiosas cifras monetarias a los agentes libres?
Mike Trout sigue siendo Superman
En tendencia alcista desde 2012. ¿De qué otra manera podemos seguir diciendo que es el mejor jugador de todo el béisbol? A pesar de lo excepcional que ha sido Yelich, a pesar de la calidad mostrada por Bellinger, allí esta Trout, empatado con Bellinger en el liderato de las Mayores en WAR según la fórmula FanGraphs y en el segundo puesto en WAR para Baseball-Reference. Está bateando para .307/.466/.642, como líder de la Liga Americana en OBP, porcentaje de slugging, OPS, carreras anotadas, bases por bolas y total de bases alcanzadas. Mantiene ritmo para establecer topes personales en jonrones e impulsadas. Podría conseguir la cuarta temporada con WAR de 10 de su carrera, según Baseball-Reference. Ese es un territorio muy exclusivo: sólo Babe Ruth (9), Willie Mays (6) y Rogers Hornsby (6) suman más de tres.
Este es mi consejo para aquellos que se quejan de que se están bateando demasiados jonrones: sintonicen un partido de los Angels de vez en cuando y vean a este hombre jugar al béisbol. Eso les hará olvidar gritarle a los jovencitos y añorar tanto un pasado que no volverá.