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En camino a las 110 victorias, ¿será este finalmente el año de los Dodgers?

LOS ANGELES - Quizás, en una temporada tan larga y que puede ser muy ardua, hay algo en l que podemos fijarnos desde el inicio. Los Los Angeles Dodgers comenzaron su temporada 2018 con el pie equivocado al sufrir blanqueadas consecutivas, la primera vez en 50 años que el equipo pasó sus primeros dos partidos sin anotar carreras. En 2019, los Dodgers arrancaron del otro lado con ocho jonrones por seis jugadores diferentes, un record para un Día Inaugural. Luego de terminar, el segunda base Enrique Hernández, afirmó que el equipo de este año no se lamentó tanto como el del año pasado. Venir de una segunda derrota consecutiva en una Serie Mundial, según dijo, probó ser más fácil de sobrellevar que la primera.

Dos meses, cuatro semanas y un día después, pareciera que Hernández tenía razón en lo que dijo. Los Dodgers llegaron a la mitad de la temporada regular con 55 victorias, 12 más que las que compilaron el año pasado en sus primeros 81 juegos. Su porcentaje de victorias de .679 es el mejor en las mayores; su ventaja de 13 juegos en la división es la más larga de cualquiera de las seis divisiones en todo el deporte. Son una fuerza dominante en cada área, y lucen encaminados a capturar su séptimo banderín consecutivo de la División Oeste de la Liga Nacional.

"Somos tan buenos como queremos ser", dijo el lanzador abridor de los Dodgers Rich Hill -- y quizás eso sea parte del punto.

Hill y varios de sus compañeros admiten fácilmente que fueron atrapados desprevenidos cuando comenzaron la temporada pasada. Los Dodgers venían de una derrota emocionalmente drenante ante los Houston Astros en siete juegos en la Serie Mundial y no estaban seguros de hacia dónde ir luego de eso. El entrenamiento primaveral, dijo Hill, fue como una especie de "proceso de tanteo". Lograron irse aliviando poco a poco, y luego se metieron a la temporada como si el conseguir otro banderín fuese su derecho divino.

"Ir paso a paso no es exactamente como podría describirlo, pero probablemente fue algo gradual en donde al final nos dimos cuenta que podíamos recuperarnos, pero que no iba a ser fácil - que hay muchos buenos equipos allá afuera y que íbamos a tener que seguir jugando duro", dijo el veterano as de los Dodgers Clayton Kershaw. "Pienso que luego del año pasado, probablemente vinimos decididos a no tener un mal arranque nuevamente. Probablemente hay algo de eso".

Aquí está la cosa sobre esa temporada 2018, en la que los Dodgers llegaron a estar a 10 juegos por debajo de los .500 el 16 de mayo: Llegaron de todos modos al destino final, aunque requirió una recuperación frenética y un partido extra al final de la temporada regular. Avanzaron hasta llegar a la Serie Mundial de nuevo, pero volvieron a perderla, esta vez en cinco juegos ante los Boston Red Sox.

No importa lo que los Dodgers logren esta temporada - no importa cuántas marcas se rompan, o cuántos premios ganen, o cuántos partidos ganen dejando en el terreno al rival - su éxito, una vez más, dependerá de los actos aleatorios que ocurran y que suelen moldear el béisbol de octubre. Desde la mala racha inoportuna hasta el caliente lanzador relevista o la decisión en la parte final del partido. Es un pensamiento que puede causar mal en la mente si uno lo permite, pero estos Dodgers no lo han permitido. Ellos se están disfrutando el momento, siempre en el presente, y ese parece ser su mayor activo.

"Esto ha sido un proceso de tres o cuatro años - el estar en el momento", dijo el manager de los Dodgers Dave Roberts. "Nosotros entendemos cuál es la meta final, pero además nos damos cuenta que no hay nada que podamos hacer acerca del final de octubre ahora mismo. Eso es lo más difícil - el tener jugadores y equipos talentosos pero viviendo solo en el presente".

Roberts ve un equipo completo que incorpora el enfoque inquebrantable de Kershaw. Él ve una rotación de abridores que siente la responsabilidad inherente de lanzar lejos en los partidos. Él ve una ofensiva que ya no está a la espera de ejercer su voluntad sobre sus rivales. Él ve un grupo de jugadores que se están disfrutando enormemente entre sí, sin preocuparse de lo que se pueda esperar de ellos.

"Lo que pasó en estos últimos dos años, ya pasó", dijo Hernández. "Es una temporada muy larga, y si no encuentras la alegría y la emoción en jugar un buen béisbol en un nivel tan alto como el que estamos jugando ahora mismo, entonces no estás realmente disfrutando lo que haces para vivir".

Los Dodgers lideran la Liga Nacional en OPS y ERA y lideran las mayores - por amplio margen - en carreras salvadas por la defensiva. Sus dos mayores adquisiciones en la temporada baja, el jardinero central A.J. Pollock y el relevista Joe Kelly, han sido inefectivos o han estado lesionados, o ambas cosas, y aun así el equipo se las ha arreglado para liderar el deporte en diferencial de carreras.

Cody Bellinger es el favorito para el JMV y Hyun-Jin Ryu es el favorito para el Cy Young. Kershaw y Justin Turner, los dos líderes veteranos, se han mantenido estables. Walker Buehler y Max Muncy están igualando sus temporadas del año pasado donde saltaron al estrellato. Joc Pederson, en ritmo para alcanzar los 40 jonrones, y Kenley Jansen, en camino a los 40 salvamentos, merecen un puesto en el Juego de Estrellas por derecho propio. Alex Verdugo, cuya energía contagiosa ha alterado la dinámica del equipo, podría ser uno de los candidatos al premio de Novato del Año.

En el fin de semana, Verdugo se convirtió en el segundo de tres novatos de los Dodgers en conectar un cuadrangular para dejar tendido al rival, una hazaña sin precedentes. El lunes, los Dodgers vieron cortada su racha de seis victorias seguidas y perdieron un partido por más de dos carreras por primera vez en todo el mes. El martes, en el último juego de la primera mitad de su calendario, ellos ganaron gracias a la fortaleza de su bullpen -- su única debilidad latente hasta ahora.

Hace dos años, cualquier número de eventos pudo haber influenciado la Serie Mundial a favor de los Dodgers. La Serie Mundial del año pasado no justificó necesariamente esa lógica.

Eso ayudó al proceso de recuperación.

"Pienso que una vez llegas ahí, y pierdes en un Juego 7, ese arrastre o resaca era real", dijo Roberts. "Pero cuando pierdes en cinco juegos, ante un equipo que realmente, para mí, en ese momento, era mejor que nosotros, los chicos estaban más molestos que sintiendo lástima por ellos mismos".

Esa es la palabra que se sigue utilizando con frecuencia en el camerino de los Dodgers -- "molestos"/

"Todo el mundo estaba molesto por la forma en que terminó la temporada", dijo Hill, "pero pienso que estábamos más molestos todavía por haber tenido que jugar un Juego 163".

Los Dodgers creían - con todo derecho - que ellos eran mejores que tener que jugar un juego de desempate. Este año, ellos no han perdido tiempo demostrándolo. Ellos ganaron al menos 55 de sus primeros 81 juegos por quinta vez en la historia de la franquicia. (Tres de los otros cuatro equipos que lo hicieron llegaron a la Serie Mundial). Y están en camino a convertirse en uno de apenas cinco equipos en la era divisional (desde 1969) en tener una ventaja de al menos 13 juegos antes del receso del Juego de Estrellas, según reporta Elias Sports Bureau.

Un solo equipo, los New York Yankees de 1923, perdieron dos Series Mundiales consecutivas para ganar la tercera. Hasta ahora, los Dodgers tienen todas las herramientas para poder llegar a una tercera al hilo.

"Tenemos todo lo que nos gustaría, cada pieza que podríamos necesitar", dijo Kershaw, "y ahora es cuestión de continuar con este ritmo para alcanzar 11 victorias más en octubre".